viernes, 14 de enero de 2011

Here's Little Richard


Aunque la imagen de un macho blanco blandiendo una guitarra sea la que comúnmente se asocia al rock and roll, dos de sus principales y seminales artistas —quienes pusieron los cimientos de todo lo que vendría después— tocan el piano y uno de ellos es negro y homosexual (¡válgame Dios!). Para que luego digan… No vamos a hablar en esta ocasión de Jerry Lee Lewis, sino de Little Richard y su primer y mítico elepé, publicado en 1957, Here's Little Richard.

Educado musicalmente en el coro de una iglesia —donde desarrolló su voz y aprendió a tocar el piano—, el trabajo como pianista, cantante y bailarín (o engañabobos) en un espectáculo ambulante dedicado a vender tónicos milagrosos para la salud —que imagino que a finales de los años cuarenta y principios de los cincuenta del siglo XX serían igual de hiperbólicos y tramposos que ésos que se ven en las películas del oeste— sería una más de las ocupaciones callejeras que mantuvieron y ayudaron a desarrollar un talento marcado por la expulsión del hogar a los trece o catorce años.

Si alguien observa la portada de Here's Little Richard —ese rostro desencajado que parece inmune a cualquier desgracia— antes de pinchar su primera cara no es extraño que intuya que lo que los surcos ocultan es dinamita tan potente como la que inventó Alfred Nobel, la chulería y el ulular del que se defiende de su desarraigo, de su indigencia. Sentimiento que trasmitirá, más allá de valores e ideas musicales, a toda una generación de jóvenes que durante los siguientes diez años establecerán las reglas del rock and roll, entre otras la del quitarle un roll que el punk se preocupará en traer de vuelta. Tutti Frutti, tema que ya había versionado Elvis en su debut, abre un álbum que durante la siguiente media hora deja sin aliento al oyente. Sexo, arrogancia, diversión a raudales servidas por un piano, un saxo barítono y otro tenor (sensacionales Alvin Tyler y Lee Allen), una guitarra y una base rítmica tan rápidos y viscerales como la voz de Richard (no en vano a él está dedicado el Speed King de Deep Purple). No sólo hay velocidad, pues el gospel y el r&b con los que se ha criado Penniman también dan lugar al doo-wop en la suprema True Fine Mama, a baladas tan ardientes como Can´t Believe You Wanna Leave o a medios tiempos espléndidos como Baby o Miss Ann. Grabada con un grupo diferente (al igual que la mencionada True Fine Mama), She´s Got It pone fin al frenesí colectivo con cuatro saxofones prendiendo la mecha al mismo tiempo.

Difícil dudar, bien metidos ya en el siglo XXI, de que Here´s Little Richard es una obra maestra absoluta cuya influencia se puede percibir por igual en Beatles, Stones, MC5 o Motörhead, sobre todo en el fondo que pone en pie las composiciones y el sonido de dichos grupos. Pero, por encima de todo ello, y para el que quiera verla, está la sensibilidad de aquel negro adolescente que supo convertir en arte sus miedos y sus frustraciones, que supo poner una sonrisa que rebajara lo que no es sino miseria e hipocresía. Miseria e hipocresía de las que el rock and roll (llamémosle Little Richard) nos ayuda a olvidarnos durante un rato.

13 comentarios:

  1. Tenía pensado escribir acerca de este pedazo de dinamita en mi blog, pero tras semejante articulazo, cualquiera se atreve! jejeje.

    Rock On!

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  2. este tio es un pedazo de salvaje, la autentica referencia, con la fiebre en las venas, todos los caminos llevan a little richard

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  3. Tutti Frutti es uno de los primeros temas de rock que escuché en mi vida. Este tío es un monstruo, un animal, una bestia del rock and roll.
    saludos

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  4. Tremendo post sobre un grande de la música, realmente te felicito porque has escrito con maestría y con el corazón, eso se nota.

    Gracias por estas líneas sobre un artista tan influyente con Little Richard, el disco que nos comentas es indispensable en cualquier colección.

    Un beso.

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  5. He leído con interés la entrada. El rock and roll (en su acepción clásica, porque haberla hay gente que lo usa para definir mil cosas) es un terreno en que me he internado pocas veces, y no con muy buen resultado. De momento no es lo mío. Instrumentalmente pobre. Esa es mi percepción como ignorante del tema.

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  6. - Para Dani:

    ¿Instrumentalmente pobre? ¿Eso es todo lo que se te ocurre aportar sobre Chuck Berry, Bo Diddley, Link Wray, Bill Haley y tantos más? ¿No ves los cojones, la actitud, el salvajismo, las canciones, los riffs?

    Pues quédate con Steve Vai y sus solos de año y medio y deja a estos "negados" para los que sepamos apreciarlos.

    Rock n' Roll On!

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  7. No, evidentemente no lo veo xD Supongo que requiere amoldarse al estilo, y eso depende de muchos factores.
    En este disco, por ejemplo, Little Richard pone caña al asunto, pero todo lo que no es la voz, salvo algún saxo puntual, es que me suena igual.

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  8. Pero bueno, dejemóslo ahí. No trato de desprestigiar un género, sino de decir que yo y el rock and roll nunca hemos conectado.

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  9. A pesar uno de los seminales del género, a Little Richard le conozco poco más que Tutti Frutti. Pero más allá de de lo meramente musical, la historia de él y la de Jerry Lee Lewis siempre me han parecido rete-entretenidas e interesantes (has visto Great Balls Of Fire?).
    Algo muy importante que mencionas es la portada, que, a pesar de ser tan simple, capta muy bien la escencia de Richard. Si lo consideras una obra maestra, es menester conseguir este disco. Solo una pregunta, ¿es un disco de estudio 'regular', en vivo o recopilación?

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  10. Como mola esa descripción de la portada: "ese rostro desencajado que parece inmune a cualquier desgracia". Este es uno de mis discos predilectos fifties. Salud.

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  11. Esperamos con ansia tu versión Tyla, en serio.

    "La auténtica referencia". Tienes toda la razón, Nortwinds.

    Y tú ya te sales, Lou: "un monstruo, un animal, una bestia del rock and roll", joder, es que Little Richard nos pone cachondos.

    Muchas gracias por tus elogios, Tani. Un gusto tenerte por aquí.

    Dani, como comprenderás, en este pequeña polémica estoy del lado de Tyla. Respetando tu opinión, te diré que el rock and roll de los cincuenta (o sea, el original, el primigenio) quizá tenga algún ejemplo de pobreza instrumental, pero, en general, en la obra de Elvis, de Richard o de Berry la instrumentación es de gran riqueza. De una belleza y una elegancia inigualables.

    El disco es un disco en estudio en todo regla, aunque muchos temas ya hubieran sido grabados por Richard y hubieran sido singles. Es un caso parecido al debut de Elvis, otro disco que te recomiendo encarecidamente si no lo has escuchado, amigo Mojon. (Tengo entrada acerca de él en Ragged Glory.)

    Gracias por lo de la descripción de la portada, Johnny. Pare mí es uno de los mejores discos que existen.

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  12. Para mi personalmente este es uno de los mejores,recuerdo de pequeño cuando lo escuchaba en el tocadiscos de mis padres,un disco que ponía Tutti Frutti; a mis 13 o 14 años que recuerdos...me sumo a los que creemos en el Rock.

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