jueves, 20 de febrero de 2014

Led Zeppelin DVD

Cierto que su discografía en estudio no supera a la de otros monstruos sagrados del rock and roll —llámense Chuck Berry, Elvis, Beatles, Beach Boys, Dylan, Stones o Neil Young—, pero en directo no habido, hay o habrá nadie que haga sombra a ese excelso cuarteto que respondía al nombre de Led Zeppelin (y, por favor, no fastidien mi apotegma recordándome que existen los Who: ¡ya lo sé!). Desde que hace diez años me regalaron el doble DVD editado por el grupo inglés en 2003 (Led Zeppelin a secas o Led Zeppelin DVD), mi opinión al respecto se ha hecho inamovible. Contemplando y escuchando de nuevo el Live At The Royal Albert Hall de 1970 que ocupa casi todo el primer disco para escribir esta texto, no hago sino reafirmarme en qué, ¡dios mío!, no hay magma sonoro en vivo como el que muestra este documento tan impresionante, el que captura a una banda en un momento en el que la adrenalina del directo y la juventud (todavía no perdida) se conjugan con un desarrollo instrumental que alcanza su cénit. Sentir la sexualidad de Robert Plant al cantar y mover su maravillosa melena; caer rendido ante la voracidad técnica de un Jimmy Page absolutamente magistral; ver a John Bonham fundirse con su batería mientras la aporrea con las manos en Moby Dick —las baquetas, que no tarda en recuperar, parecen pertenecer a un futuro remoto, pues Bonzo ha entrada en trance al conectar con su yo primitivo (aun sofisticado)—; o captar la perfección de cada nota pulsada en su bajo por John Paul Jones, son sensaciones particulares y plenas que —sumadas— resultan abrumadoras hasta la extenuación de quien observa una exhibición de talento(s) no ya extraordinaria, sino única. La mejor. Transformadas por el ardor guerrero de Led Zeppelin, la noche del 9 de enero de 1970 en el mítico Royal Albert Hall joyas como Dazed And Confused, How Many More Times, la dicha Moby Dick, Whole Lotta Love o Communication Breakdown son convertidas —definitivamente— en odas al inconformismo estético y en arte de la más alta categoría, amén de espectáculo rock sin parangón. Que además los orígenes de su música sean honrados mediante vibrantes versiones de Eddie Cochran (C'mon Everybody y Something Else), hace que el cuadro se complete y quede dibujada cristalina e indubitada la línea por la que la formación transita hasta dejarla tensa e irrompible en su tramo final, el tramo del que los autores de Physical Graffiti se encargan. El primer DVD lo completan un clip promocional de la mencionada Communication Breakdown y tres pequeñas apariciones en televisión (por supuesto que en directo) de 1969 (Dinamarca, Francia y Gran Bretaña), cuyas limitaciones hicieron que el grupo no volviera a aparecer en dicho medio. A pesar de ello, las actuaciones son todo lo contrario a malas (impagables las imágenes del Tous en scène galo), como ya imaginarán, especialmente la danesa, la más larga de ellas y brillantemente recogida en blanco y negro.

Con el segundo de los discos no se alcanzan las cotas de excitación inherentes al anterior, pero el interés sigue siendo máximo por dos razones: por ofrecernos al cuarteto en diferentes periodos de su existencia y porque el nivel musical se mantiene en la estratosfera, lejos, muy lejos, de los simples mortales. Inmigrant Song — el vídeo tomado en Sidney, el audio, en Los Ángeles; ambos en 1972— abre como el trueno, pese a su aislamiento y la mezcolanza descrita. Junto  con éste, los cuatros temas recogidos en el Madison Square Garden neoyorquino en julio de 1973 (Black Dog, Misty Mountain Hop, Since I've Been Loving You, The Ocean); los seis en el Earls Court londinense en mayo de 1975 (una primera mitad acústica compuesta por Going To California, That's The Way y Bron-Y-Aur Stomp, y otra segunda formada por un excepcional In My Time Of Dying, Trampled Under Foot y Starway To Heaven); y los siete en el pantagruélico festival de Knebworth en agosto de 1979 (Rock And Roll, Nobody's Fault But Mine, Sick Again, Achilles Last Stand, In The Evening, Kashmir y Whole Lotta Love nueve años más tarde y rematando la faena), son perfectos para conocer y asimilar la evolución del dirigible —siempre dentro del exceso que desde sus primeros días le define—, siendo esencial la importancia que van cobrando los teclados de John Paul Jones, quien también toca la mandolina en el apartado acústico del que hemos dejado constancia. Cabe resaltar, si acaso y no porque sea mejor (quizá sea la menos redonda), la porción extraída de Knebworth para afirmar —más aún varias décadas después y sirviéndonos de la, si no objetividad, calma que da la distancia— que el punk, muy a su (razonable) pesar, no había podido con cuatro músicos ajenos a modas, coyunturas, pasatiempos… o crestas desafiantes (lo cual no invalida —para nada, no le den la vuelta a la tortilla— la todavía enhiesta obra de los Pistols o los Clash, superior a la que Led Zeppelin produce entre 1976 y el final de sus días).


Los extras que quedan hasta completar las cinco horas de duración (dos entrevistas y los videos promocionales de Over The Hills And Far Away y Travelling Riverside Blues para la publicación en 1990 de la famosa caja remasterizada) y la sobresaliente presentación del DVD hacen de él uno de los mejores artefactos que puede adquirir cualquier amante y coleccionista de rock and roll, aparte de imprescindible para tener una visión total de la banda. Si alguien no queda ahíto, además,  ese mismo 2003 veía también la luz How The West Was Won, otro soberbio —los adjetivos se me hacen cortos— triple CD sobre las tablas registrado en 1972 en California, que tendrá su hueco en Ragged Glory más adelante, pues Led Zeppelin DVD no admite añadido a su grandeza. Ni que decir tiene, si han leído atentamente mis palabras, que quien no lo haya visionado debe salir rápidamente corriendo a hacerse con una copia o solicitarla ahora mismo por internet. Ni el vocablo perentorio es suficiente.

14 comentarios:

  1. Ese 2003 quedará para la posteridad en el recuerdo de los seguidores de Led Zep, pocas veces un fan -insaciable por naturalea- habrá/habremos quedado tan saciados con semejantes artefactos (aún no había terminado de leer tu entrada y ya estaba pensando en "reñirte" por no mentar ese triple CD también pantagruélico jeje).
    Le di tanta caña al DVD en su momento que hace años que no lo recupero... creo que ha llegado el momento de revisionarlo (ese primer disco es magnético aunque a mi me gusta también mucho los cortes registrados en Earls Court).
    La mejor banda en directo? están los Who, cierto, pero SÍ- Abrazos.

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  2. no voy a discutir sobre las bondades de los Zep en directo o si eran o serán la mejor banda en directo del mundo. Para mi no pero es muy lógico que se reclame su trono , las razones son más que suficientes para defender tal postura. eso si este DVD es gloria bendita. No se sin serán los mejores pero grandes sin duda

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  3. Mi parte favorita del DVD, es el fragmento del concierto de Earls Court. Por cierto, yo también lo compré en 2003.

    Un saludo.

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  4. Yo soy uno de los que debe salir corriendo, aunque a estas horas de la noche no creo que tenga mucho éxito. Voy a ver a qué precio anda por internet. El caso es que me encantan los Led e incluso me encantan casi toda su obra en estudio; en vinilo orignal hay pocas cosas que se le igualan. No sé si has visto el Celebration Day reciente, yo me lo compré y quedé algo decepcionado. De todas maneras hablar de Led Zeppelin son palabras mayores, la grandeza del rock llevado a su máxima expresión. Saludos

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  5. Bueno, bueno, bueno...señor Aróstegui ! copón de la vela !, son las 03:15 de la madrugada del viernes 21 de febrero y dejo ahora mismo el homónimo de The Undertones para salir corriendo y ponerme el II de los Zepp, el que más me pone (ya voy suficientemente puesto, cé nuit, voilá). No tengo el artefacto nuclear que con tanta pasión usted enaltece, pero participo en la distancia nocturna del fervor de su texto, toda vez que ahora Robert Plant grita como un descosido las estrofas estratosféricas del "What Is And What Should Never Be" (ignoro si el tema está incluido en el DVD de marras). Simplemente decirle que que "I leave you darling...", pues eso.
    JdG

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  6. Ya sabes lo que pienso de Led Zep, asi que sin duda este documento junto al triple de 2003 y varias cosas mas no es que sean impreescindibles es que son vitales...
    Un abrazo.

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  7. Es el DVD que más he visto en mi vida, Agente. De hecho, no soy muy afecto a los DVDs musicales, pero éste me dejo tan impresionado como creo que reflejan mis palabras. Como a ti, también me gusta mucho la parte de Earls Court.

    Hombre, como casi todo, es opinable, Bernardo. Las razones musicales están ahí, como señalas. Hay grupos en vivo memorables (de Can a los Who, de la Jimi Hendrix Experience a Sonic Youth), pero este DVD de Led Zepp es tan sublime, tan colosal que mis palabras se vuelven hiperbólicas y absolutas aunque sepa que no hay objetividad en esto de la creación.

    Sí, la parte de Earls Court es una maravilla, coincides con el Agente Cooper. En mi caso, fue un regalo, Aurelio, pero tanto monta.

    ¡Corre, Antonio, je je je! No he visto "Celebration Day", pero no me han hablado bien de él. Palabras mayorcísimas, las de Led Zeppelin, en vinilo, CD y hasta en mp3.

    Está, está el tema que mencionas, querido Javier. Fervor es la palabra, soy consciente, me ha salido la vena más pasional. Qué grandes tus comentarios de madrugada, joder, cómo se nota que has dejado la maquinaria de producción capitalista.

    No podías faltar, Addison. Un día de éstos me planto en tu casa vizcaína y nos tragamos el triple disco del tirón mientras filosofamos sobre nuestras cosas.

    Abrazos para todos.

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  8. Menudo artefacto querido amigo, afortunadamente dispongo de él, una de las mejores adquisiciones que hice en una época que devoraba devedés... pero éste se me quedó marcado, y ojo, describes muy bien los giros del Zeppelin, pero para mi ese concierto de Knebworth del 79 es canela en rama Gonzalete, mucha tela ahí...
    Sólo los Who estaban al nivel de estos bicharracos en directo, pero se te ha olvidado mencionar que a lo largo de toda su trayectoria, a parte de giros estilísticos y demás hicieron auténticas barbaridades en hoteles, con gruppies, etc... menudos monstruos.

    Abrazos.

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  9. Me interesa. A ver si el Savoy se hace cargo. Discrepo levemente de tu primera frase. No superará pero está a tanta altura, a mi juicio. Abrazo, y ya te contaré novedades calentitas laborales de lo que hoy hemos hablado por teléfono. Para flipar.

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  10. No es que me haya olvidado, Savoy, pero aquí —creo— no era pertinente hablar de tales y conocidos desfases. Lo bueno del show de Knebworth es que confirma que hasta el final voló alto el dirigible.

    Sí, Johnny, a la altura está; quizá no lo haya expresado bien: quería decir que aunque en estudio no fuera mejor grupo, sí lo era en directo. Ya tengo ganas de conocer esas novedades.

    Abrazos, pareja psicotrópica.

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  11. Muy bueno, yo también lo tengo en mi colección personal. Y creo que solo hay que sentarse, escucharlo y aplaudir. Un abrazo, Gonzalo.

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  12. Sentarse, escucharlo y aplaudir: buen consejo, Rubén.

    Un abrazo.

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  13. Nada que ver con tu entrada, pero en Kids Wanna Rock tenemos un pequeño presente para ti. Pasa Gonzalo, allí lo tenemos.
    Abrazos.

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  14. Ya lo he visto, Javier. Muchas gracias y un abrazo.

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