lunes, 6 de abril de 2015

Behind The Music


The Soundtrack Of Our Lives es un ejemplo perfecto para abordar el estado del rock and roll en los últimos treinta años, pues, aun siendo uno de los grupos que mejor lo ha practicado, sufrió de las limitaciones de un género musical más preocupado por mirar al pasado que por abrir vías hacia el futuro. Incluso una banda tan personal como la sueca, capaz de dar con una configuración artística muy reconocible, no pudo (y no quiso) evitar a lo largo de su excelente trayectoria que sus costuras fuera vistas. Siento cierta perplejidad y dolor al escribir estas consideraciones, ya que nada más lejos de mis intenciones que el criticar al sexteto de Ebbot Lundberg, pero creo que la pasión no debe cegar el análisis racional de los fenómenos creativos.

Tan exuberante como sus dos anteriores entregas, Behind The Music (2001, tercer disco del TSOOL) confirma y ensancha la grandeza allá reflejada, trayendo fresca y novedosa al siglo XXI la mejor tradición pop de los años sesenta. Canciones magníficas y variadas en las hay riffs que huelen a los Stones, estructuras influidas por los Beatles, psicodelia que viene de Love y de los Byrds o una sensibilidad melódica que podemos emparentar con los Zombies o los Kinks; pero en las que hay también una continuidad de esas cadencias y esas maneras que ya están en los dos últimos discos de Union Carbide Productions y se han solidificado en los dos primeros de TSOOL. Es decir, los suecos tienen estilo, no copian; se apropian, sin ocultar de dónde procede su inspiración. Singles irresistibles, rompedores y definitivos en un mundo mejor (Sister Surround, 21st Century Rip Off, Nevermore, Still Aging); viajes ácidos y fascinantes de falsa, destructiva placidez (In Someone Elses Mind, Broken Imaginary Time); pequeñas y lujosas suites pop cantadas (Mind The Gap, Independent Luxury); baladas esperanzadas y sobrecogedoras ("Todavía soy un niño" y "Todavía creo en ti") que hacen que toda tu existencia reclame sus derechos (In Your Veins); y finales astrales para acabar Into The Next Sun, formidable composición in (delicado) crescendo que redondea un álbum espléndido cuya excelencia no rebajan un ápice los peros científicos del primer párrafo. Excelencia que ya no será alcanzada por el resto de la obra del grupo escandinavo, a pesar de ser notable y totalmente recomendable.

Deudor del labrado por sus maestros, pero capaz de darle un acabado peculiar, Behind The Music supondrá un techo de rico artesonado imposible de igualar por The Soundtrack Of Our Lives y por la mayoría de contemporáneos dedicados al ya clásico arte del rock and roll y derivados. Que éste se envilezca cada vez más con el paso de los años por no saber desprenderse de rémoras pretéritas que le impiden crecer no es óbice para que las composiciones del adorable sexteto sueco nos sigan llevando por territorios en los que solo a la belleza le está permitido habitar.

8 comentarios:

  1. Definitivamente tengo quer ponerme con los suecos. Respecto a lo expuesto en el primer parrafo, ¿crees que hoy día es posible evitar que se te vean esas "costuras"? Que una banda/artista alcance, como dices de TSOOL, una "configuración reconocible" es más que loable. Que alguien suene a tal o cual no me molesta, que digas suena a los Byrds, o a Deep Purple, o a AC/DC no es problema (otra cosa es que desgrane sus canciones y te encuentres con que tal tema no es que suene a AC/DC sino que fusila Highwat to Hell, o tal riff, o tal melodía, o tega una coda calcada a). No sé, es un debate eterno.
    Gran entrada, Gonzalo (as usual)

    P.D: con tu permiso, permíteme unirme al recuerdo de José Couso. Y de la República (aunque eso nos aleje de la "centralidad del tablero").

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  2. No lo controlo. Es un grupo que me cuesta mucho, los otros discos que conozco. Lo intentaré con este artefacto, grandmaster. Abrazo.

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  3. Menudo discón querido.... y qué bien lo comentas, qué clase tienes gañán. Es "su disco", en mi humilde opinión no tienen otro mejor, un pequeño clásico moderno oculto. Un abrazo.

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  4. Un debate eterno, Agente, en el que yo mismo dudo y me contradigo. Lo de TSOOL ya te lo he dicho otras veces, no te arrepentirás de comprar (o pedir de regalo) sus discos. Gracias por lo de la entrada y por unirte al recuerdo de Couso y al anhelo de la República. We want it now!!!

    A mí siempre me ha entrado muy fácil, a pesar de seguir descubriendo cosas en cada nueva escucha. Ya me dirás, Johnny.

    Gracias, Niko. Puede que sea su mejor disco, sí, aunque los dos anteriores también me maravillan.

    Abrazos.

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  5. Escuchando "You are the beginning" del último que hicieron, mientras comento, la bilis me sobreviene al pensar en la puras medianías que se han lucrado la de dios en lo que de milenio va... Y es malsano (y hasta mezquino si se quiere), sí, pero con TSOOL no me vale lo de "bueno, así quedan como un dorado secreto de unos cuantos y tal"... Debieron haber reinado, joder. Y por goleada. Además, con este disco, que con la destreza característica del lugar aquí desmenuzas, tienen/tuvieron hasta el gancho inexcusable (uno de los cinco mejores discos en lo que de milenio va... y eso siendo prudente). Abrazo Gonzalo, fuera de serie one more time.

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    2. Instant repeater '99... La madre qué los parió ! ¿"Seven nation army"...?... Me cago en mi fucking life !!

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  6. Normal, Guzz, prácticamente ni un grupo ha hecho sombra en lo que va de siglo a los suecos, pero casi nadie les nombra o analiza. No reinaron, pero fueron presidentes de la República del Rock, que es mucho mejor. Muchas gracias por tus palabras, "I'm ready to close my eyes, I'm ready to blow my mind, I'm ready to leave you all behind".

    Abrazos.

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