lunes, 19 de septiembre de 2016

Aullido existencial

Son las seis de la mañana,
y suena el aullido existencial
una hora antes que el despertador,
que ahora es un teléfono móvil.

Pero caes en la cuenta de que es sábado
y de que la excusa de la rutina laboral
no vale.

Buscas y rebuscas. Respuestas
no para encontrar solución
—rara vez caes en ese viejo error—,
sino para saber las causas.

Te aferras a la primordial hostilidad
freudiana y hobbesiana,
que creías que el fin de semana borraba.

El weekend es una mera división cultural,
fugaz opiáceo que con el uso
pierde efectividad.

Es la conciencia del autoengaño,
el principio del fin
que ya no se demorará.

Pensamientos tremendistas que cruzan
tu mente
hasta que el sueño, el olvido,
los arrastra, a la espera de que
el miedo latente
vuelva a llamarlos con más violencia si cabe.
No hace falta que apagues el despertador.
Duerme.


4 comentarios:

  1. La culpa de todo la tiene Walt Disney.
    Abrazos,
    (a ver cuando nos miramos a los ojos otra vez)
    JdG

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  2. Habrá que verse pronto, Javier. Con o sin Walt el aullido estaría ahí.

    Abrazos.

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  3. El despertador ya solo es la confirmación de que la vigilia es parte de la vida, esos auyidos nos hacen despertar pero nos impiden vivir.
    Un abrazo.

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