sábado, 1 de octubre de 2016

The Cherry Valence


Dos baterías, dos guitarras, un bajo y ganas de comerse el mundo. Es lo que tenía The Cherry Valence para debutar en 2001 con un álbum homónimo, visceral y fulgurante que ponía a la venta Estrus. Hard rock bronco de sabor setentero y espíritu protopunk dividido en once canciones suculentas en las que las estructuras de Led Zeppelin, Ted Nugent, Montrose, Deep Purple, ZZ Top o Kiss se funden con la actitud de los Sonics y MC5 y la energía de AC/DC y Rose Tattoo, aunque en ocasiones podamos intercambiar los nombres. El disco no decae en ningún momento, haciendo gala constante de su dureza y ardor, pura pasión por el rock and roll y la electricidad. La duplicidad de la percusión se deja notar y es —junto con las seis cuerdas desaforadas— clave en el sonido crudo y salvaje de la banda, siendo además ambos bateristas los encargados de las voces. Con algunos cambios en la formación en el tercero, The Cherry Valence realizará dos elepés más que confirmarán las capacidades de la banda pero que no mejorarán lo expuesto en el primero de sus plásticos, uno de los más intensos y estridentes que ha dado el rock en lo que va de siglo. Aunque la mayoría a la sazón solo hablara de los Strokes y similares medianías.

4 comentarios:

  1. Los he buscado en el tubo y suenan cojonudos, lo de las dos baterías le da un sonido bestial. Saludos

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  2. Sí, es bestial, Antonio. Tuve la suerte de ver al grupo en vivo en 2005 y fue un concierto espectacular, en especial lo de las dos baterías.

    Saludos.

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  3. Solo he escuchado su primer disco .... un trallazo como la copa de un pino. Saludos,

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  4. Los otros dos son muy buenos, J, merecen mucho la pena pero sin llegar al nivel del debut.

    Saludos.

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