jueves, 1 de junio de 2017

Nothin' But The Blues


La vida que Johnny Winter había insuflado a Muddy Waters al grabar juntos el colosal Hard Again, fue devuelta por éste y su banda en Nothin' But The Blues, publicado asimismo en 1977 por el cantante, guitarrista y productor tejano. Dedicado al propio Waters, el elepé hace honor a su título y en él no hay flirteos con el rock and roll o el blues rock, sino solo blues mayoritariamente eléctrico de la escuela de Chicago resuelto con destreza incontestable. Las guitarras de Bob Margolin y Johnny Winter, el bajo de Charles Calmese, la batería de Big Eyes Smith, el piano de Pine Top Perkins y la armónica de James Cotton construyen un entramado musical clásico y robusto a partir de canciones escritas por el autor de Second Winter, excepción hecha de Walking Thru The Park, compuesta y cantada por Muddy Waters. En contraste con la caudalosa y nutritiva electricidad dominante, dos temas acústicos dan variedad al conjunto, en especial un blues primitivo como TV Mama en el que Winter toca la guitarra metálica que podemos ver en la portada del disco y que es para mí su momento álgido. No lo pondremos a la altura del mencionado Hard Again o el posterior I'm Ready por respeto al maestro Morganfield, pero Nothing' But The Blues destila la mejor música negra hecha por un tipo albino y unos compañeros de lujo que —blancos y negros, negros y blancos— nos ofrecen una lección magistral del arte de Skip James, Robert Johnson o John Lee Hooker. Y no añado más para no manchar una lista tan conspicua.

9 comentarios:

  1. Hola! Acabo de iniciar un blog de bandas de rock latinoamericanas y me gustaría promocionarlo en su blog. Si están de acuerdo, yo haría lo mismo con el suyo en el mío. Le dejo mi correo alej.flamini@gmail.com
    http://yeahbandas.blogspot.com.ar/

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  2. Todas las grabaciones hechas en los 70s en Blue Sky Recordos de Winter y Waters son obras maestras absolutas, delicatesen, raw blues acojonante y con secundarios de oro, incluido el King Bee del 81 de Muddy. Sí señor, a reivindicar discos de blues, la madre de todas las músicas. Abrazo

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  3. Vi a Johnny en su penúltimo concierto en Madrid, un año y pico antes de su fallecimiento. La sensación que tuve, compartida con la mayoría, creo, de los asistentes fue de estar en presencia de una figura legendaria, un icono del rock, intérprete del mejor blues de la historia. No tengo este "Nothin´but the blues" y al leer tu entrada asumo una falta importante en mi colección.
    Abrazos,
    JdG

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  4. Pues este disco no lo controlo. Haré por controlarlo. Como me mola ese remate final de la lista conspicua. Abrazos.

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  5. Johnny el albino más negro de todos los tiempos. También tuve el privilegio de verlo en los primeros 90, aun rugía como un animal. Que locura, como iban los dedos por la guitarra.

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  6. Me paso por tu blog a conocerlo, gracias.

    Me falta por catar ese "King Bee", pero por el resto te doy toda la razón, Antonio. Siempre hay que reivindicar el blues, claro.

    Un maestro, el amigo Winter. Este disco, Javier, es soberbio, no dejarás de escucharlo en cuanto lo cates.

    Me cubro las espaldas con ese remate, querido Johnny.

    Nunca le vi en directo, Luis, pero imagino que por aquella época todavía quemaría.

    Abrazos.

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  7. Obra maestra del género padre. Solo le vi en su última gira, antes de morir y me llamó la antención la fuerza que transmitía a pesar de la fragilidad física evidente.
    Un abrazo.

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  8. Un año verdaderamente malo para el blues ya que la música disco copaba todo el espectro y este texano se manda una obra de tal magnitud que su conocida afición al "cuerpo de cristo" por esos años no impidieron en absoluto que sea consumada . Tambien resaltar que el pantanoso tenia una banda de p... madre por ese entonces (aunque a muchos talibanes no les guste)
    Saludos y buena semana

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  9. Así es, Addi. La vida se le marchaba, pero el blues ahí estaba.

    Malo por el entorno, Luther, que por los discos de Muddy Waters y Johnyy Winter el blues más glorioso que nunca en 1977. Siempre hay talibanes para todo, ¡ay!

    Un abrazo.

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