viernes, 23 de febrero de 2018

Orgy In Rhythm



Aunque grabado completamente el 7 de marzo de 1957, Orgy In Rhythm fue publicado en dos volúmenes independientes a lo largo del año. El título es muy claro y define a la perfección lo que el disco (o los discos) de Art Blakey esconde: un festín desaforado de ritmo en el que solo tres de los once protagonistas no tocan baterías o percusiones varias. Así es. Si exceptuamos la flauta de Herbie Mann, el piano de Ray Bryant y el contrabajo de Wendell Marshall, son los tambores, las baquetas y demás quienes mandan y ordenan la función. Cuatro temas por volumen dan soporte a una orgía de sonidos africanos heredados de atavismos tribales en los que el rito, el baile y el movimiento —el ritmo— están por encima de las consideraciones melódicas. No supone esto menoscabo del caudal sensorial que se desprende de la música, pues la pasión y la calidad interpretativas son muy altas. Obviamente, es difícil calificar Orgy In Rhythm como un álbum de jazz, ya que no se ajusta a unos cánones mínimos para encuadrarlo dentro del swing, el bebop, el cool, el modal o el hard bop que tan bien practicara Blakey con sus Jazz Messengers. Esto es otra cosa, una fórmula que el autor de Moanin' repetirá en elepés tan interesantes como The African Beat, allí con percusionistas africanos. Una ocasión para apartar las etiquetas y disfrutar —registrado en Nueva York— del ancestral latido llevado por los esclavos negros a los Estados Unidos.

5 comentarios:

  1. Adoro a este batería, tendré que hacerme con esta joya.

    Abrazos.

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  2. Desconozco este disco. Le oi en una entrevista decir que los africanos tenian mucho ritmo, pero que ellos tenian SWING.
    Por cierto Moanin fue de Boby Timmons. Le dedique una entrada al pianista en su dia y es el tema que mas he repetido en mi blog.

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  3. Estuve no hace muchos días dándole un repasito al "Moanin´" y, a bote pronto, no es difícil seguir manteniendo la idea de Blakey como uno de los baterías más ricos e imaginativos de la escena jazz contemporánea. La idea que prevalece en los discos que comentas, una especie de ejercicio virtuoso de la propia percusión africana, dice también mucho de la ambición de este gran artista.
    Abrazos,
    JdG

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  4. Es un disco que se disfruta mucho, Luis. Me refiero a "Moanin'" el elepé, no al tema, el cual, por supuesto, es de Timmons.

    Es un baterista maravilloso, Javier, y en "Moanin'" se sale. Es un tema, el de la percusión africana, que le interesaba mucho.

    Abrazos.

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