Aun cuando es fácil caer en aseveraciones hiperbólicas, estoy convencido de que hablar de importancia histórica en el caso de los dos volúmenes en directo que, bajo el título ambos de At The Café Bohemia (pues en dicho local neoyorquino fueron grabados el 23 de noviembre de 1955), presentaban en sociedad a los Jazz Messengers de Art Blakey no implica exageración alguna. Es imposible no sentir en aquella notas lanzadas al espacio de la sala del Greenwich Village por las baquetas de Blakey, el saxo tenor de Hank Mobley, la trompeta de Kenny Dorham, el contrabajo de Doug Watkins y el piano de Horace Silver el tránsito del bebop al hard bop, justo unos meses después de la muerte de Charlie Parker (sosias del esencial subgénero y padre de todas las vanguardias posteriores) y un año antes de que los propios Messengers registren un elepé llamado, cómo no, Hard Bop. Pero no son los datos que aporto los que determinan ese movimiento de unas maneras a otras, es la escucha de cinco intérpretes más o menos jóvenes que están dibujando un horizonte plagado de obras maestras e incluso prefigurando lo que un oyente cualquiera entiende hasta hoy por jazz de modo estándar.
Una introducción de un minuto y medio de Blakey presentando al quinteto y recordando al citado Bird como "padre del jazz moderno" —momento entrañable que nos enfrenta sin piedad con el paso el del tiempo: parece que el baterista está en casa hablando con nosotros y no muerto hace años— da paso a unos extensos Soft Winds que adelantan todas las afirmaciones estéticas que les van a seguir. Un tenor de Mobley cargado de melodía se encarga del primero de los solos, seguido de un Dorham cuya trompeta hallamos en la encrucijada exacta: ¿es bebop o hard bop lo que sale de su instrumento? Silver saca a relucir su marcada personalidad blues, blues que profiere cada una de las teclas que toca. Retomando el motivo de salida, la pieza concluye y es seguida de The Theme, original de Kenny Dorham que, ahora sí, sitúa al grupo en terrenos veloces de puro bebop al estilo Dizzy Gillespie en el que sobresale el espectáculo rítmico de Art Blakey. La segunda cara del primer volumen la ocupan otros dos temas de Dorham (Minor's Holiday y Prince Albert) haciendo el sutil recorrido de un jazz a otro —más explícitamente hard bop en el segundo, que parte citando el All The Things You Are de Dizzy Gillespie— y, entre medias, una balada que protagoniza Hank Mobley, Alone Together.
Es el propio Mobley el que trae la primera composición del siguiente volumen, justo tras otra (breve) introducción de Art Blakey, una vibrante Sportin' Crowd en la que manda para mí gusto Horace Silver. El Like Someone In Love sobre el que Blakey y sus Messengers volverán, e incluso titulará uno de sus discos, suena ya muy bien aquí, si bien es cierto que lejos de la belleza lograda por Blakey, Lee Morgan, Wayne Shorter, Bobby Timmons y Jymie Merritt en 1960. Yesterdays cierra la primera cara para lucimiento en modo balada de Dorham y da paso a una segunda mitad que lidera la potentísima Avila And Tequila de Mobley. Sumando el mambo y otros ritmos cubanos a los significantes manejados destaca, en un conjunto formidable, la prominente presencia de un Blakey muy imaginativo y la improvisación de Silver. I Waited For You vuelve al terreno sentimental y pone fin a la función entregándonos tres solos de los que el de Kenny Dorham es, en mi opinión, el mejor.
No podría haber comentado At The Café Bohemia —concluyo haciendo justicia— de no ser por la elegante reedición en formato de doble elepé que en 2021 hacía Jazz Images recuperando ambos volúmenes publicados en 1956 y vistiéndolos con fotos de Francis Wolf y texto de Al Martin. Aunque lo que realmente importe, sin renegar de tan hermoso continente, sea la música de un quinteto que empezaba a cambiar las cosas quizá sin ser muy consciente de ello. Los Jazz Messenger del enorme Art Blakey.