jueves, 29 de junio de 2023

La tierra prometida

Ni cede, ni cambia, ni decepciona. Doctor Divago ha vuelto en 2023 con un disco estupendo que nos remite a La tierra prometida, ésa que nunca existió ni existirá fuera de nuestros anhelos. No sabe Manolo Bertrán lo que es escribir una mala canción y aquí ese axioma se multiplica por diez. Si las letras son magníficas y cultivan el imaginario particular de Divago (de Sal Mineo a Cisco Fran en esta ocasión), en el apartado musical el grupo roza la perfección, regando cada tema de esos matices que en Ojos de serrín se dice que "nadie notará". Es precisamente a este corte lento que sigue el momento más potente del álbum junto con Tan ocupado, un De puntillas (mejor dicho, levitando) que suma rockabilly y power pop y define bastante bien a la banda que lo pone en pie: "Sin moverme de mi sitio, pero siempre acelerando". No haría falta —en realidad— destacar ninguna de la composiciones, aunque para ayudar y animar al lector que dude en hacerse con el trabajo que sepa que la emoción se desborda en la canción que le da título, que La gloria y los insultos alía rock y psicodelia o que en El autillo vuelve a cantar hay beat, hay pop y hay ska. Porque la firmeza y la coherencia estilística las construyen Bertrán, David Vie, Antonio Chumillas, Edu Cerdà y Asensio Ros con diferentes y variados ingredientes y, además, en poco más de media hora. Voz, guitarras, armónica, bajo y batería para vestir un material ya gozoso en el papel.



lunes, 26 de junio de 2023

Miles Smiles

Entre el jazz modal de finales de los años cincuenta que se materializa absoluto en Kind Of Blue y el inicio del periodo de vanguardia eléctrica a finales de los sesenta con In A Silent Way, que a su modo no deja de ser también modal, la música de Miles Davis tiene un periodo dubitativo que su famoso segundo quinteto hace añicos a partir de 1965. Es enero de dicho año Davis, Herbie Hancock, Wayne Shorter, Ron Carter y Tony Williams graban el magnífico E.S.P., aplicados a una suerte de abstracción sonora que, sin asumir rasgos atonales o disonantes del free jazz, transita caminos de similar libertad disruptiva. Tal abstracción me parece incluso mayor en su siguiente trabajo, un Miles Smiles que se debe a dos sesiones de octubre de 1966.

El primero de los temas (Orbits, uno de los tres compuestos por Shorter) nos sitúa palmariamente ante un grupo que ocupa un espacio propio y en el que hay que destacar la sobresaliente improvisación de Hancock escoltado por la soberbia base rítmica de Carter y Williams. Circle está escrita por Miles Davis, bellísima balada en la que se suceden los solos de Davis, Shorter y Hancock, quienes favorecen y participan de la misma atmósfera integrando sus instrumentos en un tono común. Footprints ya la había grabado en febrero Wayne Shorter para su Addam's Apple, si bien aquí se alarga dos minutos. Ambas versiones son admirables, teniendo en la que nos concierne un protagonismo constante la batería y el contrabajo, que se acercan a los ritmos cubanos mientras que Davis, Shorter y Hancock efectúan improvisaciones espléndidas que remiten al jazz modal, al hard bop y al Caribe sin casarse con nadie exactamente. También de Shorter, Dolores es parecida a Orbits, aunque el solo de Herbie Hancok no sea superior aquí a los de Davis y Shorter y Carter insinúe unas notas improvisadas. 

El Freedom Jazz Dance de Eddie Harris y el Ginger Bread Boy de Jimmy Heath son los dos cortes que completan el elepé, el primero adoptando una cadencia funk en la que las baquetas de Tony Williams no paran, y el segundo transformando el bebop y el swing en lo que solo podemos llamar música del segundo quinteto de Miles Davis, tan audaz como la que corre en paralelo del último Coltrane desechando su agresividad. Miles Smiles: seis temas y otra obra maestra del autor de Bitches Brew.


 

jueves, 22 de junio de 2023

Bad Boy For Love


El poco tiempo que el bajista Ian Rilen estuvo en Rose Tattoo fue suficiente para que dejara su sello escribiendo Bad Boy For Love, primer single de la banda australiana. Cárcel, alcohol, violencia, crímenes y amor juntos en un cóctel salvaje de blues y rock and roll compuesto por quien había conocido el talego de primera mano y en el que la slide de Peter Wells se significa. Publicado en 1977, el sencillo lo completaba Snow Queen —acreditada al grupo al completo—, rock and roll descendiente de Chuck Berry vía AC/DC, no en vano Henry Vanda y George Young estaban en los controles. El prólogo de un elepé homónimo y explosivo que en 1978 convertirá a Rose Tattoo en uno de los nombres imprescindibles de la música de su país. Y mira que los hay…

lunes, 19 de junio de 2023

The Rolling Stones On Air

Si hace no mucho hablábamos de un directo de los Rolling Stones de mediados de los años noventa —el de una banda absolutamente consagrada sin nada que demostrar: Stripped—, hoy lo hacemos de uno que es todo lo contrario, pues este doble CD (en su edición Deluxe) recoge grabaciones de la banda en la BBC de 1963, 64 y 65. The Rolling Stones On Air (publicado en 2017) muestra a los autores de Beggars Banquet desarrollando las enseñanzas de sus maestros y abriendo el camino que les llevará a lo más alto, comercial y artísticamente. Sin olvidar originales como (I Can't Get) No Satisfaction o The Spider And The Fly, o regalos de los Fab Four como I Wanna Be Your Man, el grueso del material está formado por versiones de, entre otros, Rufus Thomas, Bo Diddley, Salomon Burke, Muddy Waters, Jimmy Reed o Chuck Berry, músico este último del que tocan seis canciones para dejar meridianamente claro quién es la principal influencia del quinteto inglés. La frescura, la inmediatez y la alegría —elementos que con los años desaparecerán aunque la calidad aumente— que transmiten las interpretaciones hace del doble álbum una delicia a la que no es ajena la inocencia y la pureza de los comienzos. Empiecen por Come On y no podrán alejarse de su equipo hasta que 2120 South Michigan Avenue complete los treinta y dos temas que se nos ofrecen. Una razón más para seguir enamorado de los Stones por los siglos de los siglos.


 

jueves, 15 de junio de 2023

Little Feat

Desde un principio se significó Little Feat como una banda genial. Por la música, por supuesto, y por las letras, pues los textos de Truck Stop Girl, Willin' o Hamburger Midnight (¿quién puede cantar al blues de las hamburguesa de medianoche?) son surrealmente propios. Poco más de media hora necesita el grupo californiano para mostrar al mundo sus capacidades en su debut homónimo de 1971. Guitarra, teclados, bajo y batería tocando rock and roll, sí, pero fabricando piezas de construcción particular que por igual anticipan a los Black Crowes, se alinean con Randy Newman o llevan a su terreno a Howlin' Wolf. El contraste que crea la yuxtaposición del pop orquestal de Brides Of Jesus, el folk y el country de Willin' (enriquecido y embellecido por la guitarra invitada de Ry Cooder) y el rock de Hamburger Midnight sirve como epítome perfecto de lo que quiero transmitir, si bien pudiera valerme de otros ejemplos. Little Feat es un elepé que, sonando a cosas conocidas, acaba sonando únicamente a Lowell George, Bill Payne, Roy Estrada y Richie Hayward, quienes seguirán buscando nuevas formas de expresión en futuros trabajos, lo que hace de su primer disco una experiencia singular al igual que lo serán Sailin' Shoes, Dixie Chicken o Feats Don't Fail Me Now. No quiere decir esto que sea una banda diferente la que fabrique uno u otro álbum, sino que habla de la capacidad para crecer y reinventarse de un cuarteto (y luego sexteto) absolutamente espléndido.


 

lunes, 12 de junio de 2023

Smells Like Victory

De las más estrictas cavernas del olvido traemos hoy el único disco que publicó Lastrick, grupo madrileño de orientación mayormente hardcore. Smells Like Victory (2005) juega en la liga descendiente del punk sin importarle sumarse al crossover metálico (Pedal To The Metal) o cubrir la dinamita de capas melódicas (Betrayed). Sin embargo, lo que domina el álbum es la bronca y la velocidad que entronca a la banda con los demoledores Muletrain, con quienes compartieron espacio, tiempo e influencias. No está la música de Lastrick al estratosférico nivel de los autores de Demolition Preaching, pero sí se huele en ella el amor por los extremos de Dead Kennedys, Poison Idea, Discharge, Suicidal Tendences o Zeke, que no la victoria que afirma el título. Grabado en los estudios Ultramarinos de Santi García —calidad de sonido asegurada—, Smells Like Victory es un trabajo del que muy pocos de ustedes habrán oído hablar y que mi texto no sacará de su condición radicalmente minoritaria. Es de justicia reconocer, a pesar de ello, las bondades de las canciones que, cual taladro rocker que busca y destruye sin saber bajar las revoluciones ni la intensidad, dejaron registradas Javi, Sergio y ambos Joses.


 

jueves, 8 de junio de 2023

Love Will Tear Us Apart

La rutina y el resentimiento saltan a la palestra en los tres primeros versos de Love Will Tear Us Apart, causas siempre presentes, aunque no únicas, en la rupturas sentimentales. El mal rollo, la desesperanza, la angustia y el agobio se habían apropiado del universo de Joy Division desde el principio, a lo que este single de 1980 suma el morbo del suicidio de Ian Curtis un mes antes de que vea la luz. Un matrimonio roto, un cantante joven y único que se quita de en medio, una letra sobre el amor como arma de destrucción, una melodía decadente: elementos de un éxito alimentado por la oscuridad, grabado con intenciones artísticas totalmente ajenas a vender más o menos copias de Love Will Tear Us Apart, post punk ejemplar y perfecto —la versión definitiva se graba en marzo, pues la de enero no ha convencido a Curtis y a Martin Hannett— que continúa diciendo adiós a un oyente del que se mantiene distante. La otra canción, These Days, no es tan impactante ni espectral como la titular del sencillo, pero no está nada mal. Aun siendo consciente de dónde reside el verdadero interés del plástico,

"Cuando la rutina muerde con fuerza
y las ambiciones están por los suelos
y el resentimiento está por las nubes
pero las emociones no crecen".
 

 

lunes, 5 de junio de 2023

Pequeños incendios

Concluida la carrera de Malconsejo con el espléndido Vivir bajo el agua, Santi Campos cambiaba de ciudad y se trasladaba a Madrid con la intención de iniciar un trayecto en solitario que dos décadas después se significa como uno de los más brillantes del rock en castellano. Bien estrictamente a su nombre, al de Campos y Amigos Imaginarios o Herederos o como Amigos Imaginarios (banda que fabricará tres discos), el músico segoviano ha construido un cancionero personalísimo que, embadurnado de miedos, tristeza, fragilidad y cobardía, comenzaba en 2002 mediante Pequeños incendios.

Se percibe desde que el trabajo arranca En penumbra una querencia folk en el arropamiento y acompañamiento de los temas a la que St#2 suma la del country. Balada para un cuerdo ejerce de epítome de las obsesiones de Campos, respaldadas por un magnífico y emocionante trabajo instrumental. Folk rock que debe bastante a Neil Young, el de Si nada cambió se desliza hacia el pop en su estribillo, cosa que también hace St#3 en un tempo más lento y sufrido. Despierta la imaginación está dibujada con trazo naíf que contrasta con el tono crepuscular que desprende Mi canción de humo, mensaje de ayuda a la persona amada:

"Nunca me dejes marchar
sin ti me vuelvo oscuro
nunca me dejes marchar
sin ti soy solo humo".

Sigue narrando Campos las penas de su alter ego en Un ángel enfermo, los ecos de Young de nuevo en una composición que explota en su último y exultante tramo. Nana (para ahuyentar el miedo) lleva su pop folkie en el título, si bien no duda en añadir una deriva eléctrica en su desarrollo final. Folk y rock pantanoso se alían en Palabras, corte contundente y previo a Como un hielo en el sol. El undécimo y más largo fuego del álbum pone fin radicalmente existencialista y negativo ("Me fundiré como un hielo en el sol") ayudado por una música espléndida que no cauteriza ni hace menos desolador el viaje a los infiernos de su autor pero que lo expone con inquebrantable belleza. Grandes o Pequeños incendios que nunca han abandonado a Santi Campos, aquí se muestran ya muy notables, lo que no obsta para afirmar que los habrá mejores e incluso más vanguardistas. Cualquiera que bucee en este blog podrá dar fe de ello.

jueves, 1 de junio de 2023

19th Nervous Breakdown, As Tears Go By


Curioso artefacto este single de 1966, ya que contiene dos caras casi contrarias de los Rolling Stones. 19th Nervous Breakdown es uno de los temas más contundentes de sus primeros tiempos, rock and roll abrasivo, garage rock fundacional que confirman que la banda inglesa es madre de casi todas las extensiones y bifurcaciones que tomó la música del diablo. As Tears Go By, que ya había sido sencillo de Marianne Faithfull en 1964, muestra a unos Jagger y Richards sin el resto del grupo —pero con acompañamiento orquestal— moviéndose entre el folk y el pop en una preciosa y melancólica composición. Dos canciones que son antítesis, pues, de un quinteto (sexteto con Ian Stewart) que entre 1963 y 1972 dejó registrado material eterno hecho de ingredientes totalmente variados.