Adalides, junto a Fuzztones y Cynics, de la ola de grupos que en los años ochenta del siglo pasado echó la vista atrás para recuperar y revitalizar el garage rock, los Chesterfield Kings de Greg Prevost y Andy Babiuk —sin embargo— quisieron rendir homenaje a los padres del punk en este The Berlin Wall Of Sound (ya que en 1990 del de ladrillo poco quedaba), su cuarto disco si no contamos el recopilatorio Night Of The Living Eyes. Publicado un año antes de que Nevermind diera su estocada mortal al sleaze, muchos —pobrecitos— quisieron ver en el disco que los Kings tributaban a los New York Dolls un acercamiento a dicho movimiento, que todavía destacaba en las listas de ventas. Con todos mis respetos, nada de eso.
Los riffs aprehendidos a los Rolling Stones y endurecidos tras su paso por Detroit —de los que se nutrieron las muñecas— son también la materia prima con la que se construye The Berlin Wall Of Sound. Y aunque el elepé esté dedicado al maestro Muddy Waters, canciones como Dual Action, No Purpose In Life, Branded On My Heart o la fantástica I'm So Sick And Tired Of You no traen sino ecos evidentes de New York Dolls y Too Much Too Soon. Además, y por si a alguien no le quedaba claro, los Chesterfield Kings versionan el Pills de Bo Diddley siguiendo las pautas marcadas por los Dolls en su primer álbum.
No estamos —no nos llamemos a engaño— ante una obra maestra, pero si ante un disco muy resultón que, al menos para mí, es mucho más reivindicable que cualquier trabajo de, digamos, Poison o Mötley Crüe, a la vez que evidencia que los Kings manejaban en The Berlin Wall Of Sound códigos estilísticos bien diferenciados de los de aquéllos. No se hagan líos: cada cual en su lugar.
joer, tengo casi todos los discos de los reyes del sofá, y éste no me suena. Hay que remediarlo, visto lo leído, y de paso recuperar un grupo que me dio muchas alegrías. Saludos.
ResponderEliminar¡DISCAZO!
ResponderEliminarSin lugar a dudas mi preferido de esta gente. Una mezcla explosiva entre los Dolls más los Stones con un toque hard muy L.A. Sublime.
Saludos.
Bueno, Johnny, es que este disco se aleja se su patrón garajero, pero es muy bueno. A por él.
ResponderEliminarYo lo del "toque hard muy L.A." no lo veo, Rockland. Creo que coincide en el tiempo con el sleaze, pero nada más. Y, sí, es un disco muy chulo.
Saludos a los dos.
Ya lo sabes, Gonzalo: The Chesterfield Kings es una de mis bandas favoritas, aunque lo cierto es que éste "Berlin..." aún gustándome, no se cuenta entre mis preferidos. No llegaré al extremo de meterlos en el saco del Sleazy, pero si que se ponen un poco Hard para la ocasión. Prefiero, dentro de su facetas más New York Dolls el "Let's Go Get Stoned", por ejemplo.
ResponderEliminarGran artículo, cómo siempre.
PD: La portada no deja dudas del sonido, ¿eh?
Rock On!
Un grupo a explorar a fondo por mi, debo darles cancha, siempre oí cosas buenas de ellos.
ResponderEliminarUn saludo.
Tu post me trae recuerdos de uno de los grupos de mi adolescencia. Guardo con cariño sus vinilos. Los tios me parecían autenticos, unos romanticos del r&r.
ResponderEliminargracias por recordarlos,
un abrazo.
Conociéndote, entiendo perfectamente que prefieras otros de los Kings, Tyla. Desde luego, este "Berlin Wall" quizá sea el disco menos adecuado para introducirte en su universo garage. La portada no engaña, no, ja ja ja. Y gracias por tus cumplidos.
ResponderEliminarTienes bastante trabajo, Savoy, aunque el experto en la materia sea Tyla. Mira también Warehouse of Rock.
Este disco en concreto, Agustín, sonó en alguna de las fiestas que hicimos en Madrid, junto al grupo del hermano de Ijti, ja ja ja. ¿Recuerdas?
Saludos.
Hombre como puedo olvidar las WFPs, fueron míticas. Y a Ijti claro, te voy a meter una paliza¡¡ Je,je. Espero que él y su hígado sigan bien.
ResponderEliminarPor cierto leí en uno de tus comentarios que has sido padre. Te deseo suerte y que te vaya bien en esa nueva faceta. A ver si quedamos para tomar una cañas cuando pase por Madrid.
Cuarenta años y padre de un niño de tres, macho. Pero siempre nos quedarán los noventa en Madrid, ¿eh? Cuando vengas por aquí, cena, copas y algún concierto, sin falta. Además, tengo un regalo para ti.
ResponderEliminarUn abrazo.