Más escorado que nunca hacia el free jazz encontramos al maestro Sonny Rollins en East Broadway Run Down, grabación de 1966 que es tenida por lo general como su trabajo más redondo. Apoyado nada más y nada menos que por Elvin Jones a la batería y Jimmy Garrison al contrabajo, Rollins nos regala improvisaciones gloriosas en los tres temas de los que consta el plástico. El primero de ellos, el que da título al trabajo, dura veinte minutos y cuenta con la colaboración extra de Freddie Hubbard a
A esas alturas ya era Rollins uno de los más reconocidos saxofonistas del mundo del jazz (acérquense a discos espléndidos como What’s New o colaboraciones clásicas como la del absolutamente esencial Brilliant Corners de Thelonious Monk), pero era quizá más llamativo su retiro de los escenarios y el negocio musical entre 1959 y finales de 1961. Curiosamente, East Broadway Run Down será su último elepé en estudio antes de comenzar otro largo apartamiento espiritual, responsable de que su siguiente disco (The Next Album) no vea la luz —que, al parecer, ya había visto su autor— hasta 1972. Pero si has creado semejante obra de arte, bien puedes dejar el jazz seis, siete, ocho o los años que quieras, pues has cumplido con tu obligación —en el caso de que ésta exista— más que de sobra. Otros siguen publicando sin lograr algo ni la cuarta parte de relevante que el álbum que hemos traído hoy a este espacio virtual, cuando son ellos los que deberían abandonar definitivamente.
Un grande sin duda , un disco qu escucho a menudo junto a The bridge!Increible que aun se patea escenario a lo largo y ancho de este mundo!
ResponderEliminarun abrazo
Como te he dicho alguna vez, cabe la posibilidad de que un día lo deje todo y me dedique al jazz. Entonces pasaré por aquí más a menudo y te consultaré. Acabé con Pepe, con Suzanne, con Lorenzo y demás en un finde intenso, en breve te escribiré para darte mi veredicto. Un abrazo.
ResponderEliminarEl jazz, lo veo un poco lejos aún, pero creo que es el típico lugar que sabes que antes o después visitarás, estoy seguro que terminaré rondando por sus caminos.
ResponderEliminarSaludos.
Enorme disco de la cosecha de don Sonny Rollins en Impulse! Este verano estará dando un concierto por Vitoria, que me imagino que como la anterior vez será en dos partes y más de dos horas de duración.
ResponderEliminarUn abrazo.
Perfecta pareja, Four Strongs.
ResponderEliminar¿Todo, todo? A mí me ha gustado el jazz de siempre, igual que el rock. Espero tu veredicto y tus futuras reseñas jazzísticas, Johnny.
El jazz y rock tienen las mismas raíces, Addison, seguro que acabas acercándote al mundo de Duke Ellington y compañía.
Como dice Four Strongs, Pachi, ahí sigue Rollins, al pie del cañón. Y, sí, disco enorme.
Un abrazo, amigos.
De Sonny Rollins únicamente poseo "Saxophone Colossus" y "Tenor Madness" que me parecen geniales sobre todo el primero. Bufff, hay tanto para escarbar!!!!
ResponderEliminarSaludos
"Saxophone" es para algunos su mejor disco, pero yo prefiero éste, Agente. ¡A escarbar, compañero!
ResponderEliminarUn abrazo.