miércoles, 18 de abril de 2012
Wheels Of Fire
Suele pasar Disraeli Gears por la obra maestra de Cream, con sólidas razones para ello, pero mi trabajo favorito del trío británico es Wheels Of Fire (1968), que más que doble elepé se puede considerar como dos elepés en un solo envoltorio. Subtitulados, respectivamente, In The Studio y Recorded Live At The Fillmore, son los propios subtítulos quienes informan de la naturaleza bipolar de un álbum (y de una banda) perfecto para conocer ambas facetas de tan influyente y efímera institución rock.
White Room abre el primer disco en forma de subyugante pop psicodélico constantemente regado por el wah-wah de la guitarra de Eric Clapton y la siempre original percusión de Ginger Baker, aunque no menos ácida sea la excelente versión que le sigue del Sitting On Top Of The World de los míticos Mississippi Sheiks. Passing The Time empieza y acaba como una canción de cuna, pero su parte central la ocupa una pequeña jam hard que se adelanta a Led Zeppelin; asimismo, As You Said, con su guitarra acústica, su viola y su violonchelo, prefigura el folk grave del grupo de Jimmy Page en los primeros setenta. Pressed Rat And Warthog es una tontería de Baker y Mike Tylor, que están algo más acertados en Those Were The Days; entremedias, un soberbio blues pesado como Politician. Born Under A Bad Sign, interpretada por Albert King en su disco del mismo título de 1967, y Deserted Cities Of The Heart, espléndida canción llena de brío y soul en la voz de Jack Bruce, dan por finalizado el vinilo registrado en el estudio*.
El segundo plástico muestra a Cream expandiéndose sobre un escenario, habitual en tantos grupos de los sesenta, dando cancha a las capacidades improvisadoras de cada uno de sus miembros. En ese sentido, me quedo con la guitarra de Clapton en el Crossroads de Robert Johnson, la armónica de Bruce en Traintime y el innegable virtuosismo de los tres músicos en el cuarto de hora largo que hacen durar el Spoonful de Willie Dixon; pero se me hace demasiado largo el solo de Baker (aunque me pasa con casi todos los solos de batería) en Toad.
Conjunción, aun artificial, de las dos caras de Cream, Wheels Of Fire contiene el retrato más fidedigno y completo del grupo. Juntos, que no revueltos, los dos discos demuestran el talento compositivo e interpretativo del trío, el lado más poético y la vertiente más roquera de la banda. Es por ello que su obra sigue brillando intensa y rara, desafiante a las comparaciones e insumisa a las normas, pues Cream sólo se atenía a las suyas. Muy pocos han dado tanto, y tan singular, en tan poco tiempo.
*La versión española del doble álbum no contenía Anyone For Tennis, tema de Eric Clapton que a mí no me dice nada.
¿Te puedes creer que no tengo oído este disco?, sí algunos temas pero no el álbum entero. No tengo perdón.
ResponderEliminarEste disco doble alcanzó un status casi mítico desde el momento de su lanzamiento porque en esa fecha el grupo ya arrastraba tanto desgaste y conflictos internos que su disolución era inminente. os y experimentaciones que lograron, sobre todo Clapton con sus pedales. Pero la verdadera magia de Cream era en vivo, donde se convertían en un monstruo de tres cabezas, capaces de alargarse con magníficas improvisaciones llenas de técnica y maestría que aún hoy en día no me dejan de sorprender, mientras el público les exigía cada vez más virtuosismo y solos más largos en los shows. Gran Gran disco. Un abrazo. Mr. Ragged Glory
ResponderEliminarYo también prefiero este "Wheels of fire", sobre todo debido a su faceta live tan bestialmente ejecutada en el segundo disco. La versión de "spoonful" es sencillamente de otra galaxia. Una delicatessen que pone a esta banda en lo más alto del firmamento.
ResponderEliminarClasicazo!
Saludos.
Pues lo tendría que revisar, Gonzalo, porque lo que se dice conocer, yo la parte de estudio más que nada (y algunas canciones muy en concreto); el directo, en su momento, podía conmigo, pero de esto último hace ya mucho.
ResponderEliminarPor cierto, tengo una versión en cd remasteriazada de este álbum y tampoco está 'Anyone for the tenis'. Yo tampoco la hecho demasiado en falta.
ResponderEliminarSaludos.
Deserted City Of The Heart me pareció una pasada para cerrar el disco de estudio. Jack Bruce y compañía eran colosales.
ResponderEliminarDesde que anunciaste esta entrada estaba esperándola con impaciencia y te debo decir que no ha decepcionado, fantástica reseña de este gran disco, yo, en lo que a estudio se refiere prefiero Disraeli..., empatando con Fresh Cream, dentro siempre de la excelencia, pero ese vinilo live es la pera.
ResponderEliminarPena de egos (como siempre) que dan al traste con tamaño grupo de talentos.
Un abrazo!
Espero que mi reseña te haga acercarte a él, Sergio.
ResponderEliminarYo creo, Alex, que la magia está en ambas facetas. Y, sí, un disco enorme.
Gracias, Freaky. Claro, es que "Disraeli Gears" es mucho rival.
Sí, lo de "Spoonful" no es normal, Rockland. Como le digo a Alex, a mí me gustan las dos facetas, el contraste entre ambas. Igual que el que había entre Led Zeppelin en el estudio y en directo.
A revisar toca, Dani.
Es una canción bastante floja, aunque "Pressed Rat And Warthog" también podría haber quedado fuera, Aurelio.
Una maravilla, Víctor Hugo.
Gracias, Addison. Bueno, los egos siempre están y estarán presentes en cualquier grupo de rock, es inevitable.
Un abrazo para todos.
Cuando por fín pude abandonar el formato cassette (nunca he tenido la suerte de poseer vinilos) y pasarme al CD, este fue el primero que compre junto al Presence de Led Zeppelin. Y no sé si es por este "aspecto sentimental" pero también es mi favorito. Esa conjunción de las dos vertientes del grupo, como deices, esa Spoonful...Politicians...y esa portada tan 60´s!!!!
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo navego entre los dos formatos. Aunque temgo muchos más cedés, el vinilo fue mi primer formato, y nunca he dejado de adquirirlo. La portada es puro tripi sesentero, sí.
ResponderEliminarUn abrazo, Agente.
Opino lo mismo, aunque el clasico es el Disraeli Gears este tiene mucho mas que dar, siendo el disco de estudio el mas experimental en su carrera aunque aun asi cada que quiero oir algo de Cream siempre pongo por delante el Disraeli, aunque bien si lo que quiero es agasajarme escucho el disco en vivo del Wheels on Fire, como siempre quedo satisfecho con tus reseñas, un ultimo comentario: yo si disfruto bastante el Toad de Ginger, su influencia jazzistica me tiene sorprendido, ¿Entonces tu que tipo de solos de bateria escuchas?
ResponderEliminarsaludos!
Hay algunos solos, Miguel, que me gustan, sobre todo de jazz, pero los típicos solos largos, en especial de rock, me suelen aburrir. Me encanta la batería como instrumento, pero no me parece el más adecuado para desarrollos largos. Siempre hablando en general, por supuesto.
ResponderEliminarUn abrazo.
Concluyo entonces que prefieres improvisaciones guitarreras largas o que contengan a todos los instrumentos ¿cierto?
ResponderEliminarLa batería, Miguel, la prefiero como instrumento de apoyo pero los más creativa posible (Keith Moon, Stewart Copeland, Steve Shelley, Jaki Liebezeit, por ejemplo, si hablamos de rock). Aunque también me encanta la potente sencillez de un Phil Rudd. En cuanto a desarrollos largos mis favoritos son los del Miles Davis de finales de los sesenta/principios de los setenta, cuyo guitarrista era John McLaughlin. Prefiero, de todos modos, ir caso por caso, tal y como voy haciendo en el blog.
ResponderEliminarUn abrazo.
¡Que gran articulo! Al final todos llegamos a una conclusión parecida, y es que el valor del disco en directo es el que hace grande a este álbum, y que lastima que solo se atrevieran a usar esa energía encima de los escenarios.
ResponderEliminarMuchas gracias, Super Soul, el tuyo es también muy interesante.
ResponderEliminarUn abrazo.
Discazo enorme. Sólo oir White room, se me cae el finstro, querido Gonzalo. Pero claro, el segundo disco en directo es dónde se ve lo buenos que eran en directo. Siempre con un toque psicodélico excelente y un trio de lo mejorcito que ha habido, cada uno en su instrumento.
ResponderEliminarUn abrazo.
"White Room" es una de mis canciones favoritas de Cream, Savoy, a mí también se me cae eso al oírla.
ResponderEliminarAbrazos.
Todo un clasicazo. Hace años luz que no lo oigo. A mí también me atrapa profundamente el tema "White room". Desconocía lo del tema que citas en la versión española. Abrazo.
ResponderEliminarYo lo rescaté también tras muchos años para escribir sobre él. Un gusto tenerte por aquí, Johnny. Ésta siempre es tu casa.
ResponderEliminarUn abrazo.