Hablar de la carrera de Jorge Pardo, y más a estas alturas, es hablar de constancia y equilibrio en su empeño de aunar jazz y flamenco para que el resultado únicamente le pertenezca a él. Allá por 1979, ya sonaba su flauta en el esencial
La leyenda del tiempo de Camarón, y un año después se incorporaba al grupo de Paco de Lucía, debutando en 1982 en solitario. Aunque sus grabaciones de los años ochenta posean gran interés (escuchen, verbigracia,
A mi aire, que es como siempre ha ido Pardo), es en la década de 1990 donde residen sus mejores trabajos, empezando por este
Las cigarras son quizá sordas, de 1991 y bellísimo título.
Las flautas y las botellas afinadas de nuestro protagonista y los bongós de Antonio Carmona abren con majestuosa delicadeza el disco, empalmándose Eterno a la cadencia rumbera de Mi sueño, en la que, secundados por palmas y coros, Pardo se queda con la flauta, Carmona pone voz y violín además de la percusión, Carles Benavent se encarga del bajo y El Bola y Gerardo Núñez tocan las guitarras. Cambiando al saxo tenor, Jorge Pardo lleva de manera excepcional el Donna Lee de Charlie Parker al compás flamenco, con la sola compañía de la caja de Carmona y las palmas de Carmen Cortés, Ray Heredia y José Carbonell. Estos tres últimos protagonistas también colaboran en Atardecer en el patio, Pardo esta vez al saxo soprano y Núñez de nuevo a su guitarra. Vuelve Pardo a coger la flauta en una mágica adaptación del Nardis de Miles Davis. Junto a él, El Bola, Benavent (que además del bajo toca el ud, instrumento, al parecer, precursor del laúd), Jesús Pardo y su sintetizador, la percusión de Rubén Dantas y el cajón y el bodhrán (o bodhram) de Tino Di Geraldo crean un mundo sonoro de ensueño —prologado por unas cigarras y unos coros fantasmales— al que es difícil encontrar parangón. En Entre tinieblas retoma Pardo el saxo tenor, acompañado aquí por El Bola y Núñez, Benavente, Carmona (al cajón), Tino Di Geraldo (bodhrán), el habitual trío de palmeros y, sobre todo, la voz de El Potito. Blue In Green es otra adaptación de Davis en la que El Bola y Pardo, repitiendo instrumento, demuestran su categoría transformando el original del trompetista y Bill Evans. De San José a Mojácar son casi siete minutos muy flamencos puestos en escena por la flauta de Pardo, Gerardo Núñez, Benavent, Carmona y Cortés, Heredia y Carbonell. Llega el fin de fiesta con La Cigarra (sorda o no), rumba en la que Jorge Pardo nos alegra con flauta y saxo soprano. Fernando Bravo (flauta alto), María Teresa Suárez y María Heredia (coros), Antonio Carmona, Gerardo Núñez, Rubén Dantas, Carles Benavent (bajo y ud) y los palmeros ya amigos completan la formación encargada de despedir las excelencias degustadas.
Veloz hacia su sino y 2332 completarán su trilogía de los años noventa, lapso en el que también se publicará el magistral homenaje a su mentor Paco de Lucía, 10 de Paco, junto a Chano Domínguez. Definitivamente, quizá sean sordas las cigarras, pero Jorge Pardo no lo es. Dejemos que Faustino Ñúñez le loe para cerrar este texto: "El madrileño puso las bases abriendo el lenguaje flamenco hacia nuevas posibilidades expresivas desde la flauta y el saxo. Su labor de treinta años con la flauta y el saxo ha propiciado el nacimiento de una nueva generación de músicos flamencos que, siguiendo el dictado del maestro Pardo, vienen explorando nuevas forma de expresión para un arte universal como es el flamenco".
Llevo unas semanas que debido a tareas con la radio (programa dedicado Pedro Ruy-Blas/Dolores y el Universijazz Alcalá), estoy entrando en un mundo que hasta ahora me resultaba desconocido: el Flamenco visto desde la óptica del Jazz y viceversa... Y la riqueza y belleza que hay es increíble. Luego pondré algo en Du-Dum-Dum sobre una banda que se llama Kind Of Cai que tela marinera:)
ResponderEliminar¡Saludos!
Pues entonces, Víctor Hugo, debes acercarte a Pardo sin falta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buff! Esto si que me pilla lejos compañero, ni idea, este genero no lo he explorado nada, no dudo de su calidad y belleza pero hoy por hoy no lo veo accesible para mi, en un futuro nunca se sabe pero hoy...
ResponderEliminarDe todas formas es interesante y didáctico.
Un abrazo.
Bueno, si alguna vez puedes escucharlo, Addison, verás cómo es más accesible de lo que pueda parecer.
ResponderEliminarUn abrazo.
Jazz y flamenco. Olé olé olé por el grandmaster todoterreno. Cosas así podrían hacerme llevar de lujo el verano, me apetece. A ver si cuando llegue a casa busco algo de Pardo. Recibe abrazo.
ResponderEliminarSeguro que este disco no se te resiste, Johnny, es una absoluta delicia. Y eso que Pardo, cuando se pone a hacer hard bop o similares es también espléndido.
ResponderEliminarUn abrazo.