jueves, 11 de julio de 2013
My Spanish Heart
Denominador común de (casi) todos los músicos descubiertos o relacionados con Miles Davis —piénsese en Weather Report, Dave Holland, Herbie Hancock o John McLaughlin—, la carrera de Chick Corea no escapa al estigma impuesto a sus colaboradores por el autor de Miles Smiles. Sin embargo, ese mismo estigma hizo que la obra de los artistas citados (y de tantos otros) se ensanchara creativamente gracias al contacto con Davis e, incluso y según casos, tuviera una viabilidad comercial. El paso de Corea por el grupo del trompetista en el momento culminante de su búsqueda —participando en Filles de Kilimanjaro, In A Silent Way, Bitches Brew o A Tribute To Jack Johnson: se dice pronto— es indispensable para su crecimiento, pero su aportación es la del gran intérprete que al piano tradicional y acústico o a las teclas bañadas de electricidad dejará su impronta en decenas de discos, bien en solitario, como parte de una banda o de otros músicos. El que hoy traemos, My Spanish Heart, es un elepé doble de 1976 que se encuentra entre lo más interesante de su vasta producción. Tocando piano, órgano, sintetizador y percusión, y cantando cuando se tercia, Corea echa el ojo a los ritmos y las músicas que llegan del sur de su país para mezclarlos con el jazz, no muy lejos de lo que el mencionado grupo de Joe Zawinul y Wayne Shorter —Weather Report— está haciendo a la sazón en Black Market. El contrabajo y el bajo de Stanley Clarke, la batería de Steve Gadd, la percusión de Don Alias, las palmas (y la batería) de Narada Michael Walden, el violín de Jean-Luc Ponty, la voz de Gayle Moran y dos secciones (de cuerda y viento respectivamente) en forma de cuarteto pueden dar idea de la riqueza instrumental del álbum, aunque las improvisaciones de Chick Corea con unas u otras teclas son siempre las protagonistas y más destacadas. Del sintetizador zumbón y saltarín de Night Streets —por ejemplo y en el primer elepé— se pasa al piano intimista y emotivo de The Hilltop, apoyado por el contrabajo espléndido de Clarke, sin que la quiebra tímbrica nos sobresalte. También en la primera mitad, el piano solo de The Sky se empalma con el sintetizador y las voces manipuladas de Wind Danse, en la puesta en escena de un único, aun heterogéneo, discurso. Las otras dos caras las ocupan sendas suites, El Bozo y Spanish Fantasy, precedidas por Armando's Rhumba, tema en el que destacan el violín de Ponty y —nuevamente— los dedos prodigiosos de Clarke. En El Bozo cobra mucha importancia la faceta experimental, jugando Corea por momentos con los sintetizadores como bien lo podría hacer Kraftwerk, pero sin perder nunca el caudal melódico. Spanish Fantasy, mucho más larga y altiva en sus también cuatro movimientos, la lidera Corea de manera magistral, predominando el piano sobre sus otros instrumentos. A destacar asimismo la aparición de cuerdas y metales, ejecutando bellos arreglos, y la labor de Steve Gadd, de baqueta inquieta, nerviosa. En definitiva, y retomando lo dicho arriba, My Spanish Heart no podría competir con los mayores logros de Miles Davis —ni (casi) nadie—, si bien no necesita entrar en disputas para que su calidad hable por sí sola: muy notable.
Aunque ya te comenté que no me va el jazz excesivamente, ni siquiera el jazz fussion, lo que no puedo negar es que este es un pedazo de disco.
ResponderEliminarGran post, amigo. Un abrazo!
Me alegra que te guste, Evánder, mucha calidad. Gracias por lo del post.
ResponderEliminarUn abrazo.
Chick Corea... gran amigo de Paco de Lucía, y cuando ambos se juntan... la chispa salta. Buen disco, enorme.
ResponderEliminarUn abrazo.
Controlo más al Corea de Return To Forever y al de alguna participación con Miles. Por lo que comentas esta grabación de "My Spanish Heart" tiene muy buena pinta. Menudos músicos además, Clarke y Ponty entre otros. Muy buena la imagen de la portada, lo digo porque no hace mucho vi a Corea en un vuelo entre Madrid y Bilbao y estaba hecho todo un abuelete.
ResponderEliminarSaludos,
JdG
Aventuras como Weather Report o Return To Forever siguen sin llenarme del todo (como sí lo hacen p. ej. los discos post-Miles de mi querido Hancock) pero nombres como los de Don Alias o Ponty -amén del propio Corea- bien merecerán una escucha.
ResponderEliminarUn abrazo, Gonzalo.
Recuerdo, así, a bote pronto, su colaboración en "Zyriab", Savoy. Más grande Paco que Chick, de todos modos y si se me permite.
ResponderEliminarMuy buen disco, Javier, pero lejos de las obras magnas de Davis, por supuesto. En cuanto a la foto, me has leído el pensamiento. Puse la imagen de la portada más grande de lo habitual, pues me llamó la atención el contraste entre el Corea pasado y el Corea presente.
Tampoco a mí me matan, Agente, pero la verdad es que aquí, en solitario, Corea me llama mucho la atención.
Abrazos para los tres.