esta mañana,
tras la ducha.
De repente,
real y apabullante
como nunca,
la palabra declive.
Esta mañana, Karmelo C. Iribarren
Aíslate emocional e instrumentalmente para crear tu tercer elepé (y último, quizá ya lo supones).
Olvídate de todos los músicos que te protegían (y enriquecían, no fue en vano) en los dos anteriores.
Confía en la guitarra acústica para que se alíe, se funda con tu voz y —ambas ya una sola— interpreten las composiciones desnudas, frágiles, poéticas —parte de ti (por no decir como tú)— que tienes preparadas.
Grábalas en dos sesiones nocturnas.
Prénsalas y cúbrelas con una portada de Michael Trevithick al estilo Dalí, listas para que la belleza de la que las ha dotado tu sensibilidad —exquisita e insoportable, la misma que acabará contigo— las convierta en clásicos reluctantes a clasificación alguna que devendrán iconos de la cultura pop.
Arrástrate por tu trozo del mundo durante los siguientes dos años, hundiéndote en la miseria a la que estás amarrado sin remedio, aunque albergues la inocente, ilusa pretensión de crear un nuevo álbum.
Muere, entonces, a los veintiséis años.
1972.
Inglaterra.
Pink Moon.
Nick Drake.
NOTA: Esta entrada está dedicada a mi amiga Lu, responsable de Lulu On The Bridge, admiradora de Nick Drake y la persona que me descubrió la poesía de Karmelo C. Iribarren.
Ayer justo hablábamos de él mi archienemigo y yo, recordando lo bueno que es, y el susodicho me dijo, "MIra esto", y en "esto" estoy: http://docsandsocks.blogspot.com.es/2012/01/skin-too-few-days-of-nick-drake.html. Gran página de rockumentales,lástima que han borrado éste concretamente, me toca buscarlo por otra parte. Saludos. Y grande Drake!
ResponderEliminarMuy grande, Niko, menuda obra que dejó muriendo tan joven, pero con esa sensibilidad que tenía, y de la que hablo, no podía ser de otra manera. Qué buen gusto tenéis Guzz y tú.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo algo más que Guzz, je je.... Un abrazo
ResponderEliminarBelleza, sensibilidad, pero me quedo con una palabra: fragilidad; esa que tanto me impactó, cautivó, estremeció la primera vez que me encontré con las canciones de Nick Drake (precisamente las de "Pink Moon").
ResponderEliminarMuy bonito texto, Gonzalo. Un abrazo.
Eso os le dejo a vosotros, Niko, je je je.
ResponderEliminarTienes razón, Agente, la fragilidad de Drake cala hondo, especialmente en "Pink Moon". Me alegro de que te haya gustado la entrada, he puesto mucho empeño en ella.
Un abrazo para los dos.
Yo siempre lo pongo entre los mejores discos folk que esuche en mi vida. Es un disco muy personal y solitario. No sep uede scuchar en cualquier momento. Tiene que ser alejado de la ciudad, en la naturaleza, en un lugar donde uno se puede sumergir en el ambiente que genera este gran album!
ResponderEliminarSaludos!
Gracias por la dedicatoria, Gonzalo, es una entrada preciosa. Y encima en domingo. Bien. He buscado otro poema de Karmelo, alegre y dicharachero, como siempre:
ResponderEliminarDespués de hacer balance,
tras considerar
la situación de arriba abajo,
en frío,
he decidido
no volarme hoy tampoco
la tapa de los sesos.
Nunca se sabe, con la vida,
me he dicho.
Y además,
qué carajo:
ya que me trata peor que a un perro,
que se tome ella
la molestia de matarme.
Sabía que iba a caer el Pink Moon, jajajaja. Tú no vayas a complacerme del todo, hijo, que es malo...
Besos!
Es una confesión convertida en poesía, Santiago; una confesión deprimente y oscura, como la vida misma.
ResponderEliminarGracias a ti por tu cariño, Lu. Pues sí, ¡cuánta alegría la del poeta donostiarra! Pero qué pedazo de artista, nada que envidiar a Nick Drake. En cuanto a lo de complacerte, no sé, no sé…
Abrazos.
Nick Drake, un artista a descubrir por mi.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ya tardas: imprescindibles sus tres elepés, aunque yo prefiera "Pink Moon".
ResponderEliminarUn abrazo, Savoy.
Pues toca desempolvarlo..., y que maravillosa actividad esa de no tener nada más importante que hacer y sacar el disco de la funda, y ponerlo dejándote llevar por su triste y bella melodía.
ResponderEliminarMuy a propósito porque estoy últimamente en la onda sensiblera y el gran Drake es un maestro en esas lides.
Saludos,
JdG
Pocas cosas más importantes que escuchar un disco, Javier. Lo malo de la vida es que son las cosas menos importantes las que más tiempo nos quitan. A disfrutar de "Pink Moon".
ResponderEliminarUn abrazo.
No he seguido demasiado a Drake, debería hacerlo seguro, haber estas vacaciones, buenas recomendaciones da la amiga Lu, yo adoro a Karmelo C. Iribarren.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Seguro que te encanta, Addison, dudo mucho de que me equivoque. Qué gran escritor Iribarren; yo empecé a leerlo en un bus nocturno de Madrid, mejor escenario imposible para esa poesía tan sobria, urbana y directa.
ResponderEliminarAbrazos, compañero.
Ratifico lo manifestado por Lu, es una entrada preciosa, repleta de sensibilidad, tanta como la que desborda este maravilloso disco. Abrazo, hermano.
ResponderEliminarMuchas gracias, Johnny. Tu vuelta me da ánimos.
ResponderEliminarUn abrazo.
This is great!
ResponderEliminarThanks, Charlene.
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