y el barrio se ha quedado cojo.
Porque aquí nadie se va de vacaciones:
obreros, inmigrantes, lisiados.
Las minivacaciones de cerveza y oreja
tendrán que esperar a septiembre,
cuando —dicen— vuelva la normalidad.
Los parias de la sociedad,
los excluidos que la sostienen,
no pueblan las playas,
no visitan Florencia,
no hacen cruceros.
Viven, sobreviven,
y esperan que no les toque
ningún 11 de marzo.
Temarraco de una realidad en muchos barrios.
ResponderEliminarAbrazos.
Así es, Addison. Tenía el poema escrito hace bastante, y me pareció que encajaba bien con la canción de Los Chikos del Maíz y Habeas Corpus. Así que dije: colguemos un vídeo por primera vez en Ragged Glory.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cuántos de los trabajadores, estudiantes o abuelos que se acercaban a cuidar a los nietos salvarían hoy la vida al no subir a los trenes porque acaban de ser víctimas de un ERE y no tienen lugar de trabajo al que acudir, no se levantaron para ir a la universidad porque han tenido que dejar la facultad al perder la beca o la pensión no les da para coger un bono-transporte. Hoy los "11 de marzo" no necesitan de explosivos. Al menos aún existe la poesía.
ResponderEliminarUn abrazo, amigos.
Gracias por tu comentario, Agente. No sólo eres un fino analista musical y un elegante escritor, eres además un tío con conciencia.
ResponderEliminarAbrazos.
Has colgado un vídeo... no me lo puedo creer egregio amigo... Me ha gustado el poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me alegra que te haya gustado. Y, sí, lo del vídeo es una mega novedad para mí, je je je, pero así ha salido.
ResponderEliminarAbrazos.