lunes, 16 de junio de 2014
Live At The Greek
Para dos cosas sirve este excelente y doble compacto en directo grabado en el Greek Theatre de Los Ángeles y publicado en 2000 por Jimmy Page y los Black Crowes: 1) para gozar de unas bondades que casi todos dábamos por hechas antes de escuchar el disco; y 2) para comprobar que ni acompañado de uno de los mejores grupos del último cuarto de siglo logra el guitarrista llegar al nivel que con sus compañeros de Led Zeppelin alcanzó sobre los escenarios. Y no busquen en mis palabras menoscabo o demérito alguno: pocas bandas podría encontrar Jimmy Page a la sazón (y ahora) para reverdecer la gloria del dirigible. Las casi dos horas de música que se nos ofrecen son impecables; los cuervos se adaptan al sonido del cuarteto británico, si bien lo bajan a tierra al no despojarse de su personalidad; a Page se le nota feliz rodeado de unos intérpretes que le admiran y a los que admira, sacando lo mejor de sí mismo al revisar temas propios o versionar a B.B. King, los Yardbirds, Jimmy Rogers, Willie Dixon, Fleetwood Mac y Elmore James. Sin embargo, y dicho la anterior todas las veces que haga falta, no soy capaz de soslayar el cotejo. El exultante barroquismo que se desprende de los sonidos registrados en directo por Robert Plant, Jimmy Page, John Paul Jones y John Bonham no tiene rival, y nos ayuda a recordar que siempre hay que poner las cosas en su sitio, ése en el que una y otra vez se confirma que el rock de los sesenta y los setenta sigue sin tener parangón, por mucho que Wilco, The Soundtrack Of Our Lives, los Drones o los mismos Black Crowes se empeñen en contradecir dicho aserto. De todos modos, y como no quiero ser aguafiestas, les dejo, pues todavía quedan You Shook Me, Out On The Tiles y Whole Lotta Love para que las disfrute como un enano.
Yo no soy muy fan de los discos en directo, pero este cd lo conservo como una joya que cada cierto tiempo necesito escucharlo a toda potencia y en todo su esplendor. Creo que sea caía en el error (algo inevitable, por otra parte) de comparar a los Led Zepelin con lo que nos encontramos aqui. Esta gira y este disco muestran a eso, Jimmy Page con los Crowes de "acompañamiento", y los Robinson tienen demasiada personalidad como para ponerse el mono de "banda de acompañamiento" o "banda de versiones", de forma que realmente lo que suenan es a los Black Crowes metiendo más caña de la que nos tienen acostumbrados y guiados por el maestro. No sé si me explico.
ResponderEliminarEn cualquier caso, para mi uno de los mejores directos que he escuchado. Y preciosa portada, por cierto, ojalá lo hubiera pillado en vinilo.
Saludos!
Nadie volará como lo hacía el dirigible pero no recuerdo estar tan "excitado" por un lanzamiento discográfico (¿el 2000, ya hace tanto que salió?, menudo vértigo): fui a por él el mismo día de su puesta a la venta, sin esperanzas (ciudad pequeña, dos tiendas de discos "modestas" -más de lo que hay ahora, de todos modos-, en la primera, nada, aún no les vino, me acerco a la segunda, "espera que miro atrás, sí, lo teníamos sin desenpaquetar", sonrisa de oreja a oreja y pa'casa a disfrutarlo. Los Crowes honrando como se merece el legado 'zeppeliano' pero sin perder su personalidad. Una maravilla... buenos tiempos...
ResponderEliminarUn abrazo grande, Gonzalo.
Jimmy Page y los Cuervos. Y yo sin saberlo, y en un disco en directo. Tendré que escucharlo, aunque, sinceramente, no soy un gran admirador de Page; y no por sus plagios, sino porque se ha sobrevalorado su figura cuando todos sabemos que era el menos bueno de los Yardbirds. Un abrazo, Gonzalo. Como siempre, un placer.
ResponderEliminarAunque no sea uno de mis álbumes favoritos, es un verdadero placer disfrutar de él y de las dos personalidades implícitas en el mismo: Jimmy Page vs Black Crowes. Desde el principio y a simple vista siempre tuvo los ingredientes necesarios para ser objeto de disfrute, lo que se constata nada más empezar a escucharlo.
ResponderEliminarEn cuanto a lo demás completamente de acuerdo, Gonzalo.
Un abrazo.
De acuerdo en que es un gran disco, Javi, claro. Pero, asimismo, creo que la comparación es buena hacerla, al menos a mí me ha sido imposible el dejarla a un lado.
ResponderEliminarQué hermoso momento, Agente, te imagino feliz en casa escuchando el disco. Los Crowes mantienen su estilo, mucho mérito tiene eso.
Pues a pesar de los plagios, Alex, Page es un artista tremendamente creativo y, en mi opinión, un guitarrista tan bueno como Beck o Clapton. Solo hay que ver el doble DVD en directo de Zeppelin para confirmarlo. De todos modos, creo que el disco te va a gustar. El placer es el de tus visitas, majo.
Más allá de los matices, Aurelio, es una gozada de disco. Me alegra que coincidamos en las reflexiones que hago.
Abrazos para todos.
Un disco muy crudo y contundente. Como ver a los Led Zep en pleno siglo XX y jóvenes. Así lo entendí yo.
ResponderEliminarHace un montón que no lo pincho, es un discazo, los Zep son los Zep, pero los cuervos son la pera, asi que el coctel era nitroglicerina, que gran recuerdo Gonzalo, me da que esta un poco olvidado este artefacto.
ResponderEliminarAbrazo.
Amigo, este disco es la repolla. Por una simple razón y es que los Black Crowes no necesitan decir que tienen a los Led Zeppelin metidos hasta el ojete en las influencias sino es que además Chris Robinson es el cantante perfecto de los temas que en su día cantaba Plant.
ResponderEliminarA mi este álbum me gusta más que la reunión de los Led Zeppelin de hace unos años y que hace poco salió editado en directo.
Abrazos.
Recuerdo que éste disco me lo descubrió un conocido de la escena rockera que se empeñó en ser mi faro guía. A él le debo descubrimientos dispares, como los discos de Neurotics Outsiders, Demolition 23 o este "Live At The Greek".
ResponderEliminarLo cierto es que lo escuché poco y lo disfruté menos. Quizás fueron las pomposas palabras que el susodicho le dedicó al disco mientras me lo daba metío en un sobre, Bárcenas style ("Este es el mejor directo de Led Zeppelin"), pero yo no lo ví, no le veo, mucho sentido a la jugada: Mira que en ese entonces The Black Crowes eran una de mis bandas de cabecera, y que tampoco era ajeno a las huestes de Jimmy Page, pero no entendí a Chris Robinson jugando a ser Robert Plant, por mucho que la factura sónica del artefacto fuera impecable.
Confieso que me cuesta conectar con trabajos basados en versionar a un artista en concreto (otra cosa son los discos de versiones), como ese de los Nomads que regraban íntegro el "Boom!" de The Sonics. No lo capto.
Rock-On.
Te quieres creer que nunca lo he catado?
ResponderEliminarPues sorprendido me has... brother... ya estás tardando.
EliminarBrazzzos.
Bueno, ya he explicado las diferencias que veo, Víctor Hugo. No es Led Zeppelin, pero es un discazo.
ResponderEliminarPues si está olvidado lo rescatamos, querido Addi.
También lo prefiero yo a la reunión de dirigible, pero comparado con el Zeppelin original, el disco se queda corto, no porque no sea la repolla, como dices, sino porque el grupo de Page es inigualable en directo.
Entendidas y valoradas tus reticencias, Tyla, sobre todo tras aguantar la ridícula solemnidad de tu conocido, ja ja ja. Ya has leído mi opinión, así que no coincidimos.
¿Cómo? A por ello, Johnny.
Abrazos y gracias por las aportaciones.