martes, 26 de agosto de 2014
Once Around The World
Dibujando un espacio propio en el que coexistían Prefab Sprout y King Crimson —y en el que pueden hallar concomitancias, si quieren, con Prince y hasta Rick Astley (sí, sí, no se asusten)—, It Bites fue un grupo que tuvo cierta repercusión en la segunda mitad de los ochenta pero del que hoy no se acuerda prácticamente ni el tato. Sin embargo, Once Around The World, su segundo elepé de 1988, me sigue pareciendo un trabajo muy brillante, superior a su debut —The Big Lad In The Widmill— y con un discurso realmente original y atrevido. Midnight y Kiss Like Judas son dos himnos pop de prominentes teclados, sonido característico de su tiempo y excelente labor instrumental de cuarteto (que se mantiene a lo largo del álbum). Yellow Christian introduce la vena progresiva de Francis Dunnery y compañía —que se desarrollará del todo en la segunda mitad del plástico— en un precioso medio tiempo de esmeradas armonías vocales que se va más allá de los seis minutos. Rose Marie, el corte más potente y roquero, precede a Black December, que bien podemos situar entre la filigrana de los tres primeros temas y la contundencia del cuarto. La segunda cara comienza en la línea de la primera con Old Man The And The Angel y la fabulosa y juguetona Plastic Dreamer, espectáculo de voces y sintetizadores en su estribillo que por momentos se acerca a los Beach Boys. Pero es en la composición que pone título al disco donde la banda de mi añorada Cumbria da un salto mortal del que sale viva, muy viva en mi opinión. Suite de un cuarto de hora, Once Around The World viaja del pop al rock sinfónico, del swing al hard rock, del solo de guitarra agresivo al pasaje bucólico sin perder naturalidad ni buen gusto o forzar el gesto, hasta que desemboca en su épico final. Cierre emotivo para un elepé casi tan olvidado como el grupo que lo creó —It Bites: junto con el citado Dunnery (guitarrista y cantante), John Beck (teclados), Bob Dalton (batería) y Dick Nolan (bajo), los coros de los cuatro—, pero que cada vez que rescato vuelve a convencerme, justo al contrario de muchas obras paridas en su época y degustadas en mi adolescencia.
Totalmente desconocidos. Por lo que comentas, entre sus concomitancias podríamos encontrar a gente tan buena (y consagrada) como King Crimson, Prefab Sprout y Prince, lo cual da una idea bastante atractiva para interesarse por su propuesta. También su onda vocal acercándoles a Beach Boys. Todo son buenas referencias. Indagaré sobre la banda.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Es un disco (y un grupo) muy de su tiempo (hasta en la portada se nota, Javier), pero brillante. Puede ser de tu gusto.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Muy bueno como Map of the past del 2012 disco que siempre recomiendo para aquellos que no comprnden el prog
ResponderEliminarNo he escuchado la reencarnación del grupo, Bernardo, pero lo haré.
ResponderEliminarSaludos.
Tal vez suena como "encorsetado" a aquella época, pero se trata de un muy buen trabajo, qué duda cabe. Grandes músicos, Gonzalo.
ResponderEliminarUn abrazo. JEP
Sí, muy bueno, aunque también olvidado.
ResponderEliminarUn abrazo, Jep.