jueves, 20 de noviembre de 2014
Make Yer Own Fun
Las más bellas melodías pop conjugadas con el más recio sonido rock protagonizan el único disco publicado por los Monarchs (Make Yer Own Fun, 2001), abortado proyecto de Brad Shepherd, su hermano Murray, Greg Hitchcock y Andy Kelly que, por desgracia, no dio para un segundo álbum; una verdadera lástima, pues lo que ofrecía el grupo australiano era auténticamente espléndido. A la sombra como compositor de Dave Faulkner en su banda de toda la vida, Hoodoo Gurus, Brad Shepherd se destapa aquí al escribir todo el material de un álbum que, aunando hard rock, garage, high energy y power pop, da una y otra vez con la canción redonda. Beatles, AC/DC, Redd Kross, Stooges, Radio Birdman, 13th Floor Elevators, Sonic's Rendezvous Band o los mismos Hoodoo Gurus llaman constantemente a la puerta en este festín de guitarras distorsionadas y base rítmica febril en el que solo dan tregua las mágicas baladas The Stalker Waltz y Unimaginable. Imposible destacar temas, pues ninguno baja del notable alto ni el cuarteto se desinfla al interpretarlos, así que es recomendable la escucha del tirón del trabajo (y a todo volumen) para disfrutar de él al máximo. Terminamos con lo de siempre: como es habitual en las dos últimas décadas (y como recordaba The Distraction un año después de Make Yer Own Fun en Calling All Radios), unos dicen tocar rock and roll y otros realmente lo tocan. Los Monarchs entre ellos.
No tengo ni idea Gonzalo pero tras leerte queda apuntado, además me apetece algo de este palo.
ResponderEliminarAbrazo.
Ya ves por las referencias de qué palo van estos Monarcas. Seguro que son de tu agrado, Addison.
ResponderEliminarUn abrazo.
Mierda fina, Addi, mierda muy fina, hazle caso al Gonzalo!
ResponderEliminarEso, Addi, haznos caso a Red River y servidor.
ResponderEliminarAbrazos.
Desconocidos Gonzalo, aunque los antecedentes y referencias que comentas ya me dan una pista más que segura. Pintan muy bien estos tíos.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Enooooorme disco y difícil de encontrarlo en su día. No por casualidad fue disco del mes en el Ruta 66. Imprescindible.
ResponderEliminarEs un disco de escándalo, Javier.
ResponderEliminarCierto, Trónak. Por suerte yo me hice con una copia.
Abrazos.
Este disco lo conocí en su día por Scott. No llegó a eclipsarme pero le reconozco muchísima calidad y puedo llegar a entender todas los parabienes que le lanzas. Un abrazo.
ResponderEliminarCómo echo de menos a Scott (y al Agente Cooper, por cierto). A mí es un disco que me pone bruto.
ResponderEliminarUn abrazo, camarada.