domingo, 28 de diciembre de 2014
Horn Culture
Asentado en su obra de los años cincuenta (Saxophone Colossus, Way Out West) y los sesenta (The Bridge, What's New?, East Broadway Run Down), el prestigio de Sonny Rollins no desaparece en la década siguiente, cuando en 1972, tras seis años alejado del circo discográfico, vuelve a grabar de la mano del que en adelante será su sello, Milestone. Sin embargo, su trabajo despierta menos unanimidad que el previamente desarrollado, pues la irrupción del funk y la electricidad en el mismo va a alejar al saxofonista neoyorquino de la ortodoxia jazz.
Si Next Album se encarga de arrancar la nueva singladura, Horn Culture (1973) será la segunda y brillante pieza del camino abierto. Aprovechando vías de exploración andadas por otros (cuyo máximo exponente, no hace falta que lo diga, es Miles Davis), Rollins se rodea de un sexteto lleno de groove para cabalgar sobre océanos de ritmo en Pictures In The Reflection Of A Golden Horn. Mtume (percusión), David Lee (batería), Bob Cranshaw (bajo), Masuo (guitarra) y Walter Davis Jr. (pianos acústico y eléctrico) crean una base corpulenta sobre la que el autor de Moving Out improvisa con su saxo tenor, duplicado por momentos debido a los overdubs llevados a cabo. Los cerca de doce minutos de Sais suponen, en su lenta pero imparable cadencia, una de las cimas del elepé. Walter Davis, Masuo y Rollins (al tenor y al soprano) intervienen apasionadamente por encima de un colchón rítmico en el que David Lee es cabeza visible, dueño de una pegada descomunal y una gran riqueza de matices. Notes For Eddie mantiene la línea del primer tema —funk pegajoso y potente—, si bien el saxo de Rollins es quizá más prominente y melódico en sus apariciones. God Bless The Child y Good Morning Heartache, las clásicas baladas que Billie Holiday grabara en los cuarenta, son tratadas con respeto y armonía por el grupo, pura ternura en el caso de Rollins al abordar la segunda de ellas, finalizando corte y álbum como protagonista absoluto. Entre ambas adaptaciones de dichas canciones sentimentales, Love Man, que, en la onda que le ha precedido y hemos explicado, nos ofrece dos solos muy aguerridos de Rollins, a los que se suman —en el ínterin que va del primero al segundo— otros no menos fantásticos de Masuo y Davis.
Queda así completado el cuadro de uno de esos elepés medio olvidados y escasamente glosados que —abundantes y escondidos en la historia del jazz aunque estén acreditados a figuras de la talla, como es el caso, de Sonny Rollins—, una vez rescatados y escuchados con atención, resultan de una calidad inversamente proporcional a su mínima difusión. No será Horn Culture un plástico del nivel de los citados al principio, pero su gozosa musicalidad y el brío constante que lo sostiene hacen de él un disco a reivindicar dentro de la dirección que a la sazón tomaba la carrera de uno de los maestros del siglo XX.
Cuán ignorante soy respecto al Jazz. Pero qué bien suena este hombre y cómo me recuerda, así, un pelín, a Charlie Parker. Seguiremos informando, Gonzalo. Gran entrada.
ResponderEliminarDesconocía este lado funk y eléctrico del coloso Rollins, desde luego cuando Miles decidió electrificarse abrió un camino por el que quien mas quien menos transitaría alguna vez.
ResponderEliminarEstupendo "dibujo" de una pieza que, ya te digo, desconocía absolutamente, Gonzalo. Un abrazo.
Uno de los grandes tenores más queridos por esta casa. Sus "Plus 4" y el "Saxophone Colossus" tienen un sitio de honor en mis estanterías. Tengo que adentrarme por ese camino funk y eléctrico que tan bien comentas. Muy meritoria entrada, jazzmaster.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Gracias, Alex. De Charlie Parker tiene mucho Sonny Rollins, si bien el estilo del segundo es menos cortante.
ResponderEliminarComo digo, Agente, es un disco poco conocido de una época —los setenta— apenas divulgada de Rollins, pero creo que a ti te encantaría. Y gracias por lo del dibujo.
No me extraña, Javier, en tu casa abunda el buen gusto. Igual que le he dicho al Agente Cooper, este Rollins puede ser de mucho interés para ti. Haciendo méritos para que los Reyes sean buenos, je je je.
Abrazos a los tres.