jueves, 4 de diciembre de 2014
Moanin'
Modelo y símbolo del hard bop, Moanin' suena hoy tan fresco como el día de su grabación, el 30 de octubre de 1958, transformando el pasado en presente gracias a la maestría de sus artífices. El quinteto que forman Art Blakey y sus Jazz Messengers se encarga de corroborar tan categórica afirmación desde el primero de los seis cortes incluidos en el elepé, nada más y nada menos que la maravilla compuesta por el pianista Bobby Timmons que le da nombre. Cubiertos por un Blakey sobrio y contundente, Lee Morgan (trompeta), Benny Golson (saxo tenor), el propio Timmons y Jymie Merritt (contrabajo) realizan magníficas improvisaciones llenas de blues y sentimiento. Es Golson quien se encarga de la composición el resto del álbum (con la excepción a la que se hará mención), comenzando por Are You Real?, donde toda la banda da sucintas y briosas muestras de su talento. Along Came Betty ralentiza el tempo en busca de interpretaciones tan elegantes y definitivas como las de Morgan, Golson y Timmons y una base rítmica tan impecable y concisa como la puesta en pie por Blakey y Merritt. The Drum Thunder (Miniature) Suite sirve para que Blakey explicite su reverso, protagonizando mediante espectacular baqueteo los diversos motivos del tema. El ritmo castrense de Blues March es marcado por el líder del quinteto mientras que Morgan, Golson, Timmons realizan solos muy notables. Come Rain Or Come Shine se encarga de finalizar la función, y es la excepción a la que nos referíamos, pues se trata de un clásico de los años cuarenta musicado por Harold Arlen. Modificando el orden habitual de sus intervenciones, Timmons, Golson, Morgan (y Merritt) mantienen arriba del todo el nivel de una sesión que, bajo la batuta de Art Blakey, se convertirá en referencia incontestable de un forma de entender el jazz, y de la que mamarán centenares de artistas en cualquier rincón del mundo: Moanin'. O la belleza hecha sonido.
¡Señor, si Señor!, esto si que es una auténtica maravilla del mundo. Un disco que no me canso de escuchar y admirar en cada audiencia. Lo pondría sin duda entre los 10 grandes de la historia del jazz, así de entrada. Me lo voy a a poner ahora mismo, ¡qué coño! Muy merecida entrada para el gran Art y sus secuaces.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Incólume obra de arte que sigue tan joven, como ya apuntas, como en el 58. No sé si opinarás igual pero es un disco que recomendaría con los ojos cerrados a alguien que se quisiese introducir en el jazz (cómo no quedar enganchado a ese mundo con una pieza como la titular!).
ResponderEliminarAbrazos.
más allá de Miles no conozco casi nada de jazz... pero este es un nombre reconocido claro.... habrá que prestarle atención.... salu2...
ResponderEliminarSencillamente glorioso... El ímpetu con el que la trompeta de Lee Morgan se enreda en el blues, el sonido aterciopelado del tenor con el que Benny Golson acaricia el oído, la perfecta conjunción a la que Blakey, a las baquetas, conduce al quinteto, lo hacen imprescindible para el ducho y punto de acceso obligado, al universo multicolor del jazz, para el lego.
ResponderEliminarMil y una veces disfrutable.
Un abrazo.
No sé si lo pondría entre mis diez favoritos, Javier, pero se lo merece. Un disco inmaculado.
ResponderEliminarPerfecto para entrar en el jazz, Agente, muy de acuerdo.
Miles Davis es una figura de tal envergadura que escuchar todas sus grabaciones es como escuchar la historia del jazz al completo, JLO. Pero, bueno, si quieres seguir adentrándote en este mundo, la de Blakey es una buena opción.
Perfecto comentario, Aurelio. Me lo quedo.
Abrazos para todos.
Yo siento una debilidad especial por ART BLAKEY, no soy nada objetivo, adoro a este músico, adoro su música, sus formaciones, todo. Moanin' es una maravilla, una delicia. MUSICA con mayúsculas
ResponderEliminarun saludo
Opinamos igual, Frankie. Cada disco nuevo que he ido descubriendo de él ha sido una maravilla, Moanin' especialmente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Moanin´ es una de las melodías más adictivas que conozco, y mi cabeza atesora bellos momentos en esas notas, pues sonaban en más de una ocasión en momentos claves y/o curiosos de mi vida. Aún así, eso no quita para que sea una de las mejores composiciones que he oído nunca. Lo mismo pasa con Along came Betty, una balada inmensa, llena de calma y sentimiento. El gran Blakey siempre tuvo un talento especial para buscar nuevos valores y saber con quién juntarse, su carrera es un hito en ese sentido... Y él como batería y músico es un tesoro mundial...
ResponderEliminarUna maravilla, creo que ya sabes de mi pasión por este disco que no podía faltar en la Ragged glory. La belleza hecha sonido, vaya que sí. Abrazo.
ResponderEliminarSiempre fue un sabio el gran Blakey, Caimán. "Moanin'" y "Along" son dos temas maravillosos, me alegra que los aprecies tanto.
ResponderEliminarSé que lo adoras, Johnny. Tampoco podía faltar tu comentario en esta entrada.
Abrazos.
Puffff Art Blakey es el mejor batería de jazz bajo mi punto de vista, y este álbum una joya que tengo en vinilo y disfruto como un crío.
ResponderEliminarTremendo disco y tremenda reseña.
Abrazos.
Si no el mejor, de los mejores, Savoy. Gracias por lo de la reseña y me encanta que ames este disco. Jazz rules!!!
ResponderEliminarUn abrazo.