lunes, 2 de febrero de 2015
Expression
De acuerdo con las palabras de Nat Hentoff, tres días antes de la muerte de John Coltrane el 17 de julio de 1967, Bob Thiele —productor de Expression— tuvo una conversación con el saxofonista en la que hablaron del título que llevaría el disco. Decidido éste, Thiele añadió: "¿Y las notas interiores?". "Me gustaría publicar un álbum", dijo Coltrane, "sin nota alguna. Solo los títulos de los temas y el personal. A estas alturas no sé qué más pueden decir las palabras sobre lo que hago. Deja que la música hable por sí misma".
Editado a título póstumo dos meses después de su fallecimiento, Expression contiene cuatro temas, dos extraídos de la última sesión de grabación del autor de Africa/Brass, y otros dos registrados el 15 de febrero de 1967 (fecha a la que también se debe el material de Stellar Regions, espléndida recuperación de mediados de los noventa). Ogunde y Expression son los cortes pertenecientes al 17 de marzo (según la copia en vinilo que yo poseo, hay fuentes que discrepan), y en ellos Trane se explaya por vez final acompañado de su cuarteto. El primero es una breve presentación de credenciales del saxo tenor del genio, que en la composición que pone nombre al elepé desparrama su sonido lacerante y espiritual sobre los surcos, si bien es el magnífico solo de su mujer al piano —Alice Coltrane— el que, para mi gusto, se lleva la palma. Tan fecundas aportaciones del matrimonio no deben hacernos olvidar las de Jimmy Garrison al contrabajo y Rashied Ali a la batería, base rítmica que sabe leer perfectamente los caminos establecidos por su líder.
To Be supera los quince minutos y es el tema más especial del disco por su duración, por la ampliación del grupo a quinteto y por los instrumentos que en él se utilizan. Pharoah Sanders toca el flautín, John Coltrane, la flauta, y el resto de la formación no varía de arma de trabajo para situarse en un terreno de abstracción tenso y delicado al mismo tiempo, sin que la música resuelva el misterio que genera. Offering, segunda de las aportaciones del 15 de febrero (y que el mencionado Stellar Regions rescatará asimismo), contiene las improvisaciones más salvajes de John Coltrane, protagonista casi absoluto junto con un no menos contundente, aguerrido Rashied Ali. Es tal la potencia de ambos que bien pudiera sentir el oyente como si algo fuera a explotar en su interior, volatilizándose su conciencia en el alma de los intérpretes o pasando a sustituir ésta la psique de aquél.
En orden diferente al utilizado para mejor glosar sus características, las extraordinarias partes de Expression se suceden —de una u otra manera— corroborando lo que John Coltrane aseguró setenta y dos hora de abandonar el planeta: no hay posibilidad de trasladar al lenguaje escrito las melodías, armonías y acordes producidos por Trane y sus compañeros de viaje, pero sí creemos firmemente —no vean en ello autodefensa de un servidor— que al menos son capaces de inspirar textos más o menos logrados y hermosos que pueden ser disfrutados por sí mismos o, si no, impulsar al lector al conocimiento de obras como la que hoy hemos alabado y recordado.
Sin embargo, con Coltrane no me he metido aún. Estoy asimilando el trío Charlie Parker, Duke Ellington y Miles Davis. Pero que no te quepa duda de que, en breve, caerá en mis manos. Gracias, Gonzalo. Un abrazo y estupenda entrada.
ResponderEliminarLeyendo tu entrada, y al ver las fotos que la acompañan, he cogido de la balda el "Live at The Village Vanguard Again!" para comprobar si los nombres de los músicos (y el productor Bob Thiele) participantes en el "Expression" coincidían con el disco en vivo, y veo que si. Aunque la grabación del directo es de mayo del 66, algo más de un año anterior al "Expressions", los temas ("Naima", "Introduction to My Favorite Things" y "My Favorite Things") son distintos. Pienso que sería buena idea completar esa última etapa de la vida de Trane adquirir este "Expressions", sobre todo por dar continuidad a la música que grabó junto a su mujer y gente tan interesante como Pharoah Sanders, Jimmy Garrison y Rashied Ali.
ResponderEliminarExcelente entrada, como es habitual en la casa.
Abrazos,
JdG
Coltrane... ¡¡¡qué grande!!! Desde luego que este disco no le tengo controlado, cosa que trataré de remediar en breve.
ResponderEliminarAbrazos.
"(...) un terreno de abstracción tenso y delicado al mismo tiempo, sin que la música resuelva el misterio que genera (...)" Qué bonito, es cierto que acercarse con palabras a la música de alguien como Coltrane es difícil pero si se hace con tu delicadeza sí se puede aprehender parte de ese "misterio".
ResponderEliminarUn abrazo.
Tengo ocho entradas dedicadas a su música, Alex, por si te apetece tomarlas como referencia. Menudo trío el que mentas, te puedes tirar meses conociendo toda su obra (y sin dedicarte a nada más). Gracias por lo de la entrada.
ResponderEliminarLos mismos, Javier, muy bien visto lo de la foto. Un disco muy recomendable éste, aunque hay más de quince de Trane obligatorios. Gracias por tus palabras.
Ponle remedio, Savoy. Grande Coltrane (pero poco apto, en general, para tus pinchadas).
Lo intentamos, Agente, pero es dificilísimo. Gracias, compañero.
Abrazos.
Vengo, leo, me ilustro y callo, grandmaster. Esa frase que destaca el Agente es una bomba. Abrazo.
ResponderEliminarPues un placer, Johnny, la ilustración es mutua.
ResponderEliminarUn abrazo.
Buenísima entrada de un disco imprescindible...
ResponderEliminarGracias, majo.
ResponderEliminarUn abrazo.