miércoles, 1 de julio de 2015
Pacific Ocean Blues
Todavía brillaban los Gigolo Aunts cuando en 2002 entregaban su último álbum acordándose de Dennis Wilson: Pacific Ocean Blues. Cargado de romanticismo y melancolía, el grupo se desliza del power pop de anteriores trabajos al pop a secas de la bendita California para enternecer nuestros corazones o quizá evitar que se rompan en mil pedazos. Lleno de canciones hermosas sin que ninguna sobre, el disco tiene su momento álgido en esa pareja que se contradice y complementa: Even Though (The One Before The Last) y Let Go!; soberbias melodías y armonías las de ambas, aunque la segunda sirva para bailar a altas horas de la noche y la primera para contemplar —resacoso— el atardecer del día siguiente. Pero hay más: entrañables miniaturas acústicas que llaman a Big Star (Pacific Ocean Blues, My Favorite Regret); apelaciones a la calma "cuando todo lo que una vez fue bien va mal" en nanas lacrimosas para adultos (Lay Your Weary Body Down); y músculo rocker de origen soul (Stay) o beat (Maybe The Change Will Do Us Good). Las notas finales de este tema, precisamente, se funden con las olas del océano Pacífico, las cuales, a su vez, se pierden entre las teclas que —tan bellas como tristes— despiden el álbum con una versión instrumental del Lay Your Weary Body Down. Dejándonos mecer por su cadencia, volvemos al útero materno para protegernos de la fría desazón del mundo, pues ya va a caer el sol de la portada de Pacific Ocean Blues, y el mar, la noche y su eternidad amenazan con engullirnos.
Este disco siempre me ha vuelto loco. Enorme disco y enorme banda.
ResponderEliminarBuen powerpop el de esta banda siempre.
ResponderEliminarAbrazos.
Quizá le falta algún single-trallazo (potencial o de facto) como "to whoever" o "stulk with me" del anterior pero, al hacer balance, yo prefiero este (que tampoco quiero ir de enterao, ojo, que solo tengo estos dos de este personal). Brillante el matiz a la hora de despejar el "power" de la popera ecuación para sintetizar mejor lo aquí pretendido (y alcanzado) por la banda, maese.
ResponderEliminarY abrazo guzzero, claro.
Su mejor disco. El mas compacto
ResponderEliminarAsí es, Juanma.
ResponderEliminarPero aquí más pop que power, Savoy.
O la preciosa versión de "La chica de ayer", Guzz. A mí también me gusta más éste que "The One Before The Last". Échale un oído si te apetece a cosas anteriores como "Flippin' Out", descubrirás canciones magníficas y muy curiosas.
Un abrazo.
No lo tengo claro, Bernardo, el "Flippin' Out" que le comento a Guzz me parece quizá mejor (o más arriesgado).
ResponderEliminarSaludos.
Pues lo conozco pero lo tengo sin escuchar, parece que hago mal.
ResponderEliminarAbrazo.
Déjate llevar por el blues del Pacífico, Addison.
ResponderEliminarUn abrazo.
Algo escuché en su día cuando salió pero o ya había perdido interés por ellos o me pilló con la cabeza en vete a saber dónde... El caso es que, en una suerte de nostalgia y excitación pasajera, todavía me vuelve loco acudir (vía spotify o similar) a aquel cassette de Flippin' Out.
ResponderEliminarUn abrazo!
Bien por esa "vuelta al útero materno...", aunque prefiera que el mar no me engulliera sino, más al contrario, fuera un último y benigno pesebre. (Hay una hermosa leyenda vasca que habla del retorno de los muertos desde los cementerios a la mar para encontrarse con sus antepasados...) Al leer el título pensé que ibas a hablar del genial Dennis Wilson, sin que esto desmerezca en nada a los Gigolo.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Es que "Flippin' Out" sigue siendo mucho disco, Marce.
ResponderEliminarAnte tanta escoria, Javier, hay que protegerse. Yo soy más bien vasco de secano (a pesar de que San Sebastián o Donostia sea mi tercera ciudad), pero la mar siempre nos ha marcado mucho. Nunca llegaron los Aunts al nivel del maravilloso elepé de Dennis Wilson, pero siempre fueron muy buenos.
Abrazos.