viernes, 1 de enero de 2016
Carta de Vicente Rojo al hijo de Juan Negrín
He querido que la primera entrada de este año esté dedicada a Juan Negrín, pues en 2016 se cumplen sesenta años de su muerte. Último presidente del Gobierno de la Segunda República, Negrín fue uno de los españoles más relevantes del siglo XX, destacado médico fisiólogo, diputado socialista, ministro de Hacienda y máximo dirigente de una nave torpedeada por el fascismo. El científico y político canario supo ver con claridad que la Guerra Civil española no era sino el preludio de la gran contienda mundial que se yuxtapondría en 1939 y que la rendición al bando franquista no traería paz alguna sino la violencia desatada que supuso la victoria de Franco y el fin de la democracia en nuestro país. Criticado por igual por anarquistas, compañeros socialistas y falangistas, el coraje, la honradez y la capacidad de sacrificio de Negrín fueron reconocidos por el general Vicente Rojo —un hombre católico que permaneció al lado de la legalidad republicana, al contrario que tantos militares traidores ansiosos de sangre roja y sinecuras de por vida— en "una carta personal al hijo de Juan Negrín en la que rendía tributo a la figura histórica y humana de su padre con las siguientes palabras no destinadas al consumo general y propagandístico", en palabras del historiador y biógrafo definitivo del canario, Enrique Moradiellos. Fechada el 25 de noviembre de 1956, trece días después de la muerte de Negrín, ésta es la emocionante carta en la que Rojo, desde su exilio boliviano de Cochabamba, rinde un homenaje al que, seis décadas más tarde, nosotros nos seguimos adhiriendo:
"No quisiera que hallase Vd. en estas líneas el cumplimiento de un deber social más o menos formulario; la amistad y confianza con que su padre me honró merecen más y quiero por ello con mi duelo sumarme al de Vds, como uno más de los amigos sinceros y leales que compartieron con él las duras vicisitudes de una lucha, tan digna y ejemplarmente dirigida por un español, patriota y consciente de su responsabilidad como era su padre. Creo haberle conocido íntimamente en días difíciles y amargos, cuando es obligado que quede al descubierto el hombre capaz de afrontar un deber hasta el fin o el mamarracho que alcanzó un puesto que no merecía. Por esto y porque conozco —tal vez como pocos— la nobleza de la pasión que supo poner en la defensa de un causa justa y el desprecio que le merecían la conducta de cuantos entorpecían su labor o trataban de imponérsele, supe mantenerme a su lado, no solo con el respeto que debía a su superior jerarquía, sino también por la admiración que él sabía ganar por sus excepcionales dotes.
No trato de halagarlo al decirle esto; simplemente quiero que lo sepa y si por desdicha algún mentecato o irresponsable recurriese a esa crítica que suele campar por los libelos o salir de la pluma de gentes envidiosas o dominadas por el odio o las bajas pasiones, no dude que me tendrá a su lado para hacer brillar la verdad. Yo vivo al margen de toda disputa política y de las actividades partidarias, pero no apartado de lo que estimo es para mí un deber hasta que me llegue la última hora".
Desconocía esta carta y por lo que veo no sabía de la figura de Negrín en la profundidad que debiera, he oído a mi aita hablar sobre él en términos de admiración pero a partir de aquí es cuando me cuidaré de conocer más su biografía.
ResponderEliminarUn gran post, un gran recuerdo y reivindicación en estos tiempos en los que la política va a la deriva, con muchos que no son capaces de infundir confianza entre los que han sido los suyos, por traidores, embusteros y especuladores con las ideas, donde los fachas se fraccionan aunque me temo que solo provisionalmente y la izquierda se pierde en debates individualistas en lugar de buscar nuestra identidad, aquella que acuñaron en letras líricas Machado o Hernandez, y buscarla como lo deben hacer los progresistas y humanistas, con respeto a la clase obrera, caracter de debate y actitud de lucha contra el injusto y explotador.
Me parece más que acertada tu primera reseña de este año que no parte con muchas esperanzas para los soñadores.
Un abrazo Gonzalo.
Ha sido una figura denigrada durante décadas, Addison. Todas la mentiras y manipulaciones sobre Negrín se pueden resumir en la famosa historia del oro de Moscú, aunque hay muchas más. Me alegra mucho que te haya interesado tanto la entrada, y ojalá te sirva para ahondar en la vida y obra de Negrín. Qué lejos queda un socialista como el canario de otros actuales como Susana Díaz o Pedro Sánchez. En fin…
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué interesante, yo también desconocía esa carta. Sin duda hay diferencias con los sociatas actuales. Un lujo leer estas cosas, masterfriend.
ResponderEliminarGracias, Johnny. Como le decía a Addison, te recomiendo que bucees en la figura de Negrín.
ResponderEliminarUn abrazo.
Leí el magnifico libro de Gabriel Jackson, "Juan Negrín, Médico, socialista y Jefe del Gobierno de la II República española" que editorial Crítica editó a finales de 2008. Vine a ello gracias a la labor investigadora y rehabilitadora que Angel Viñas llevaba a cabo sobre la figura del político canario en su trilogía sobre la II República de la misma época. Mi impresión fue muy favorable hacia la figura de Negrín, como alma de la resistencia republicana en los momentos más críticos de su historia. Fue un estadista de altísimo valor intelectual y con los arrestos suficientes para reorganizar un estado en muchos aspectos a la deriva entonces. Su lucha contra la preponderancia ideológica comunista desde que llega al Ministerio de Hacienda de la República, validada por él en su consideración de que fuera estrictamente necesaria para mejor organizar la estrategia militar de la contienda, fue una de las cuestiones que más me sorprendió en la obra del historiador norteamericano. No me sorprendieron tanto, dado el conocido carácter cainita español, las críticas y luchas internas de la parte socialista exiliada en Méjico contra su persona, intentando a apartarle de cualquier dirección sobre la política republicana del exilio.
ResponderEliminarUn gran político, otro más, condenado al olvido de la desmemoria histórica de este país.
Abrazos,
JdG
La rehabilitación que de Negrín han hecho historiadores como los que mentas (o Moradiellos, a quien yo menciono) ha sido clave para poner las cosas en su lugar. Pocos políticos tan calumniados como Negrín, en lugar de hablar de la absoluta traición de Inglaterra y Francia a la República. Si tus teóricos aliados hacen la vista gorda a la colaboración nazi y fascista para derrotar al gobierno republicano, si no te vende armas quien te las tiene que vender. ¿por qué no se van a comprar a Stalin? ¿Y por qué no apoyarse en el Partido Comunista si éste está con la legalidad republicana aunque tú seas socialista? Lo que pasó con Negrín habla muy mal de este país, que todavía sigue sin perder su tufillo franquista.
ResponderEliminarAbrazos, Javier.