jueves, 21 de enero de 2016
Hard Fixed
Proyecto poco recordado de Dave Crider, los Dt's fueron (¿y siguen siendo?) clara carne de escenario que en estudio no reflejaba su verdadera valía. Su doble visita en el año 2005 a Carabanchel —llevándose todo por delante en ambas ocasiones— hace que su disco de debut (Hard Fixed, 2004) y su posterior álbum de versiones (Nice 'N' Ruff) —los que respectivamente presentaban— palidezcan ante lo que vimos y oímos a la sazón en el barrio madrileño antaño independiente. Si a los BellRays se les describió como un cruce entre MC5 y Tina Turner para ahorrar tiempo y neuronas —aunque la influencia de los de Detroit y la de Tennessee fuera evidente, no era suficiente—, a los Dt's se les vistió rápidamente con la melena de Janis Joplin y el traje de colegial de Angus Young, por las concomitancias de la voz de su cantante, Diana Young-Blanchard, con la de la autora de Pearl y el brío rocker del cuarteto, muchos de cuyos riffs descendían de AC/DC. Que el apellido de Diana coincidiera parcialmente con el de la pareja de guitarristas más famosa del rock and roll remataba la jugada que libraba al aficionado o al periodista de cualquier tipo de análisis adicional.
No hay que negar que la Joplin y los hacedores de Powerage están en el ADN de los Dt's, pero la escucha de Hard Fixed nos enseña que también el garage y el high energy de los Mono Men de Crider, el blues rock y el soul asoman por los diez cortes del trabajo. La ausencia de bajo (excepto en Eyes To The Sun) —no así en directo—, sustituido por las teclas de Patti Bell, logra que la banda goce de un sonido primitivo y más crudo que se traslada a los ocho temas propios y a las lecturas del The Hurt Is Over de Smokey Robinson & The Miracles y el Chopper de Ike & Tina Turner, artistas que hablan del amplio abanico que maneja el grupo. Las cuerdas vocales de Diana Young-Blanchard, la guitarra de Dave Crider y la batería de Phil Carter traspasan a las canciones el alma y la piel de sus propietarios, peleando por la desgastada música del diablo con la misma fe admirable e inútil que los caballeros medioevales por la Sagrada Cruz y Jerusalén en El unicornio, la novela de Manuel Mujica Lainez. Nada hay que hacer en ninguno de los casos, la ciudad santa caerá y el rock and roll jamás reverdecerá laureles, pero, como se viene repitiendo en los últimos lustros, la convicción sostiene y da brillo a lo que suena a mil veces escuchado. Ardor, potencia y entrega sustituyen razonablemente a un discurso original o menos trillado, si bien es cierto que ni los Dt's lo buscan ni sus potenciales seguidores esperan vericuetos experimentales o, más claro, novedades. Sería injusto, sin embargo, negar la calidad del elepé: la pasión contagiosa del fundador de Estrus se extiende a lo largo de sus notas y consigue que sus compañeros luchen con él hasta el final. Hard Fixed no cambiará el mundo, digamos para finalizar, pero es una muy buena muestra del arte de una banda nacida para vivir adelantada en el proscenio antes que para ser encapsulada en plástico o vinilo. Como ellos mismos cantaban (no hace falta que lo traduzca):
"Good god, I know
I'm down on the ground
But I've been here before".
Pues habrá que investigar y sobre todo estar al loro por si se presentan en vivo por aquí, Joplin-Young no puede salir mal.
ResponderEliminarUn abrazo.
No sé si siguen en activo (creo que no), pero si vuelven a tocar aquí no te los pierdas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ha sido mencionar a Dave Crider y volar hasta la estantería a rescatar mi sobada copia del "Skin & Tonic" de los fabulosos The Mono Men. Si desde luego estos Dt´s se asemejan a los Hombres Mono la apuesta es segura.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Los Mono Men me parecen superiores, pero los Dt's son bien buenos, Javier.
ResponderEliminarUn abrazo.