jueves, 23 de marzo de 2017
Kiss Of Death
Ligeramente inferior a su predecesor (el colosal Inferno), Kiss Of Death (2006) es otra muestra más de que Motörhead nunca desfalleció y de que el trío que se ocultaba bajo su nombre durante sus dos últimas décadas de existencia funcionaba como un tren desbocado cargado de rock and roll metalizado e infalible. Punk, heavy metal y high energy vuelven a conformar unas canciones previsibles pero espléndidas en las que el feroz sonido no es menos dañino que el irónico nihilismo de las letras de ese eterno renegado que fue Lemmy Kilmister. Añade la edición de SPV que yo poseo del disco una excelente versión de Whiplash grabada para un tributo a Metallica, convertida sin problema al canon de los autores de Overnight Sensation, por otro lado, y como es sabido, una de las influencias básicas del cuarteto californiano. Devolución de honores y halagos, pues, que cierra un álbum que ha transitado un camino bien conocido pero recorrido una vez más con un pundonor, una garra y una excelencia técnica que la mayoría de bandas con una carrera tan larga y prolífica como la de Motörhead no mantiene ni por asomo. Además de la adaptación del tema de Metallica solo vamos a destacar God Was Never On Your Side, no por ser mejor que sus compañeras de viaje, sino por ser la única balada del lote, contar con un solo de guitarra de C.C. DeVille (Poison) y transmitir una desolación infinita. Desolación que también hallamos en otros cortes de la función, pero que la dureza del sonido patentado por Kilmister, Phil Campbell y Mikkey Dee (cuyas baquetas deberán descansar en un altar cuando muera) arrostra y diluye. Motörhead, Kiss Of Death: nada que añadir.
Me tengo que meter con la última época de la banda. "Inferno" era excelente, pero este pasó de largo y no me paré apenas en él. Sirva tu reseña para solucionar el desaguisado.
ResponderEliminarUn abrazo
Hay discos de escándalo hasta el final, Addi. Este es buenísimo, y al loro con "Aftershock".
ResponderEliminarAbrazos.
Creo haber comentado en alguna ocasión que los únicos lazos que me unen a Lenny son los de Sam Gopal y su corta estancia con Hawkwind. De su obra con Motörhead no tengo el gusto de conocer nada. La verdad es que mi ignorancia llega al extremo de no saber si meter al grupo en el saco del NWOBHM o no, saco que no es precisamente de mi devoción (a pesar de haberlo intentado con la música de Judas Priest, por ejemplo). En todo caso, estoy tentado de dar a Lenny alguna oportunidad en un próximo futuro (aunque solo sea para comentar tus entradas sobre Motörhead con algo más de autoridad).
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Sí, lo has comentado. La música de Motörhead tiene elementos jevis, qué duda cabe, pero también del rock and roll de los cincuenta y del high energy de Detroit. Yo te recomiendo vivamente "Overkill", su obra maestra de 1979. Escúchala y me dices.
ResponderEliminarAbrazos.