miércoles, 14 de febrero de 2018
Está muy bien eso del cariño
Siguiendo los compases de Échate un cantecito, Kiko Veneno publicaba tres años después Está muy bien eso del cariño (1995), un disco la mar de sabroso y veraniego, aun registrado en Londres, en el que Joe Dworniak repite a los controles y su antiguo compinche Raimundo Amador toca la guitarra. La portada y la contraportada —diseñadas, al igual que la carpeta interior, por Javier Mariscal— transmiten por adelantado el buen rollo que desprenden los surcos del elepé, los que no contradice la melancolía de alguna de las canciones o impide que la tristeza se pueda colar puntualmente en las letras.
Rumba que te rumba, Lo que me importa eres tú da el feliz pistoletazo de salida salpicada por los deliciosos vientos de Phil Smith (saxo), Dennis Rollins (trombón) y John Thirkell (trompeta). El pop, la rumba y el lounge van de la mano en Veneno, hermosa composición que redondea el magnífico solo de Amador. Más rumba, más metales y más marcha nos vamos a encontrar en Dime A, donde llama la atención la percusión de Mateo Kemp. Estaba lloviendo es un buen tema pop al que sigue Respeto, nueva rumba para reivindicar la consideración que todos los seres humanos nos debemos.
La cara B cuenta con otras cinco composiciones, entre ellas una versión de Bob Dylan. Hace calor sigue la línea rítmica e instrumental de Lo que me importa eres tú y Dime A. Viento de poniente lleva esa melancolía que decíamos arriba en su cruce de flamenco y pop orquestado, al igual que la preciosa balada La casa cuartel. Entremedias, la estupenda adaptación del Stuck Inside Of Mobile With The Memphis Blues Again que el genio de Minnesota colocara en el inmortal Blonde On Blonde y que Kiko Veneno convierte a su credo estético. El lince Ramón pone fin rumbero y salsero, cómo no, con una canción dedicada a Rubén Blades e inspirada en su archifamosa Pedro Navaja (que a su vez surgiera de Mack The Knife). El último de los diez cortes que nos recuerdan de manera muy agradable que Está muy bien eso del cariño… aunque en la vida también haya penas.
Genio absoluto, aquí en el sur nos une a todos; rebelde y por eso a la sombra; no se casa con nadie,el único candidato posible a presidente de la junta de Andalucía.
ResponderEliminarUn disco q llego a casa merced a la version de dylan en una epoca q todavia escuchaba a bob y al final quedo en la memoria. Sono un monton hasta por el noroeste nacional ergo la buena musica no tiene fronteras
ResponderEliminarDemasiado rumboso y veraniego para mi, respeto a este artista, pero no conecto con él, me siento muy lejos de según que sones, aunque le veo la calidad desde luego.
ResponderEliminarAbrazos.
Buen disco, tengo un buen recuerdo aunque con el paso del tiempo se me atraganta algo. Cosas que pasan. Buena reseña, crack. Abrazos.
ResponderEliminarAquí también se le quiere mucho, Antonio.
ResponderEliminarEstá claro, Bernardo, la buena música lo es aquí y en China.
Yo conecto sin problema, Addi. La calidad es evidente, amigo.
Gracias, Johnny. A todos nos pasa con unas u otras músicas, esto no es exacto.
Abrazos.
Con este disco y el anterior "Échate un cantecito", Kiko alcanzó unas cotas de originalidad que en su estilo pocos artistas, por no decir ninguno, pudieron igualar. Además, como apuntas, el nivel de la grabación es más que sobresaliente, lo que otorga a este trabajo un plus de calidad innegable. Lo pongo rara vez, pero cuando lo hago se me refleja una sonrisa instantánea en la cara. De lo mejorcito del país, sin duda.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Estamos de acuerdo, Javier. A mí me pasa como a ti, es pincharlo y sonreír. De "Échate un cantecito" habrá que hablar en alguna otra ocasión.
ResponderEliminarAbrazos.