domingo, 5 de agosto de 2018
Funkadelic
La materia ácida y expansiva de la que se nutrirá el colosal Free Your Mind And Your Ass Will Follow —ontología para seres desviados y friquis varios— ya conformaba cinco meses atrás el también imprescindible debut de Funkadelic. Era el año 1970 y el funk, la psicodelia, el gospel y la distorsión made in Hendrix se aliaban en Detroit para parir unos sonidos tan poderosos como los de MC5 y Stooges de groove afroamericano y delirantes letras. El grupo dirigido por George Clinton nos entrega siete temas extensos (el más corto roza los cuatro minutos) que muestran su propensión a volar, esparcimiento lisérgico que la caleidoscópica portada advierte al oyente previamente. Música carnal y exploratoria que navega a partir de excelentes composiciones que no son meros vehículos para la experimentación, pero que en las que ésta juega un papel importante. Voces, guitarras (la solista, la del genial Eddie Hazel), bases rítmicas y órganos se conjuran —producidos y guiados por Clinton— en busca de una personalidad artística estentórea y comunal que desde su primera andanada deje claros sus motivos e intenciones. Los de una banda portentosa que durante la década de los setenta desarrollará un trabajo cuyas semillas —bien plantadas y abriéndose— contiene por completo Funkadelic, y que sobre sus fundamentos crecerá exuberante y espléndido.
Una portentosa banda Funkadelic. Un año antes de la publicación de este genial album, Sly y su familia habían abierto el camino con su "Stand!", también Parliament. Dos ambientes distintos, el de los californianos, más soleados, más festivo, los de Nueva Jersey más apegados al high-energy de rascacielos, puro cemento coloreado de ácido. Ambos elevaron el funk a sus más altas cotas. Hendrix quiso ir por ese camino..., el mismo que transitó algún tiempo más el malogrado y genial Hazel.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Perfecta tu aportación, Javier. Funkadelic, Parliament, Sly Stone, Hendrix: la crème de la crème.
ResponderEliminarAbrazos.