lunes, 22 de octubre de 2018
Sol Invictus
Ni tan fulgurante como la de los Dictators, ni tan decepcionante como las de los Stooges o Jane's Addiction, por ejemplo, la vuelta al ruedo de Faith No More dieciocho años después de publicar Album Of The Year se puede calificar como muy digna. Sol Invictus (2015) muestra al mismo grupo difícil de clasificar, incómodo con las etiquetas y amigo de la mutación permanente. Sin tener la prestancia de The Real Thing, Angel Dust o King For A Day… Fool For A Lifetime, el disco conserva intacta la virtud del quinteto californiano de lograr que de la diversificación sonora no nazca la incoherencia, ya sea por la intensidad de las interpretaciones, el poderío melódico de todas las canciones o la capacidad de hacer un himno de cada una de ellas.
Sol Invictus inicia con solemne parsimonia el elepé al que da título, antes de que Superhero expanda durante más de cinco minutos el funk metal épico al que suele ir asociado Faith No More. Sunny Side Up suma pop, funk y heavy metal en uno de esos temas que solo nuestra banda podría fabricar. Separation Anxiety es metal oscuro y asfixiante, en armonía con la letra, mientras que Cone Of Shame tiene una primera mitad dominada por un tenso sosiego que se convierte, en la segunda parte de la composición, en rock tremendamente agresivo. Rise Of The Fall y Black Friday casan pop y metal de manera diferente pero dejando claro el contraste. Las notas y sonidos amenazantes de Motherfucker y su peculiar cadencia hacen del octavo corte el mejor del álbum para quien esto escribe, destacando por encima de un conjunto sobresaliente las voces de Mike Patton y Roddy Bottum y la batería de Mike Bordin. Superando los seis minutos, Matador es el tema más largo que escuchamos, conformado por varios y hermosos pasajes y motivos musicales que van del terciopelo al acero sin perder el oremus. From The Dead pone fin a Sol Invictus vestida de folk épico, nueva vuelta de tuerca al discurso de Faith No More y elegante conclusión de un disco notable que justificaba el retorno de sus autores. Es decir, si de rock and roll hablamos, lo que suele ser excepción y no regla.
El señor Patton defrauda pocas veces. Lo que ignoraba es que la banda seguía en activo. Grcias por el aviso, habrá que acercarse a ver qué se cuece en ese sol. Buena pinta tiene, sin duda.
ResponderEliminarEs un trabajo muy logrado, Tarquin. No defrauda Mike Patton, no.
ResponderEliminarSaludos.
Es un buen trabajo de retorno, algo inferior quizá a "king for a day" pero mucho mejor que "album of the year", donde la banda ya estaba en descomposición y se nota. Muy fan suyo desde ni me acuerdo, ojalá den continuidad al asunto...
ResponderEliminarAbrazo!
A mí me ha ido ganando con las sucesivas escuchas, Guzz. No es "King For A Day", pero es muy bueno.
ResponderEliminarAbrazos.
¡No es posible tanta coincidencia! Estoy preparando mi próxima entrada hojeando un fanzine musical de los años 90, el número 001 de MALSONANDO y, ¡zas!, aparece un estupendo artículo de un tal The Warrior King sobre FNM. Los pone del copón bendito, hablando maravillas concretamente de su "The Real Thing" del 89, también del protagonismo del loco genial Mike Patton. Los conocía así, de perfil, creo que habré escuchado algo de ellos en alguna ocasión... Benditas coincidencias que merecen hacerse música, en este caso con esta banda.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
El "The Real Thing" es una maravilla, efectivamente, Javier. Ya estás tardando en hacerte con algo de Faith No More. ¡Y vivan las coincidencias!
ResponderEliminarAbrazos.
Los vi en el Sonisphere de Madrid y siguen siendo unos musicos cojonudos!
ResponderEliminarSeguro que en directo siguen siendo tremendos, Claudio.
ResponderEliminarAbrazos.