El salto de Twin/Tone a American Recordings iba a significar el comienzo de la etapa de gloria de los Jayhawks, ésa que hizo del grupo norteamericano uno de los nombres indispensables del rock de los años noventa. Hollywood Town Hall (1992) será su primer disco para el sello de Rick Rubin, una esplendorosa colección de canciones "de una delicadeza indescriptible", sirviéndonos de las palabras de Juanjo Mestre, que —¡oh, paradoja!— aquí vamos a tratar de glosar. Rock herido de country que desciende de los Byrds, Neil Young o los Flying Burrito Brohers y conecta asimismo con Long Ryders o Cowboy Junkies, aunque esto sea casi evidente, el de los Jayhawks en su tercer intento es el de una banda madura que se deshace de las influencias para integrarlas en un sonido propio que, aun refiriéndose a décadas pretéritas, no tiene nada de rancio y anticuado. La calidad compositiva de Mark Olson y Gary Louris la atestiguan sin altibajos las diez canciones que hallamos, pero es para mi gusto en Crowded In The Wings, Take Me With You (When You Go), Wichita y Nevada, California cuando alcanza —la emoción desaforada— niveles de hazaña pop. Las voces de Louris y Olson, las guitarras eléctricas del primero, las acústicas del segundo, el bajo de Marc Perlman, la batería de Ken Callahan (y la de Charlie Drayton cuando le sustituye) suenan de lujo producidos por George Drakoulias, al igual que el piano y el órgano de los invitados: nada más y nada menos que Nicky Hopkins y Benmont Tench. Si bien su siguiente álbum, el excepcional Tomorrow The Green Grass, es considerada unánimemente su obra maestra, la banda de Minnesota ya volaba muy alto con este fantástico Hollywood Town Hall. Ajena, por supuesto, al grunge que todo lo reventaba a la sazón.
miércoles, 14 de noviembre de 2018
Hollywood Town Hall
El salto de Twin/Tone a American Recordings iba a significar el comienzo de la etapa de gloria de los Jayhawks, ésa que hizo del grupo norteamericano uno de los nombres indispensables del rock de los años noventa. Hollywood Town Hall (1992) será su primer disco para el sello de Rick Rubin, una esplendorosa colección de canciones "de una delicadeza indescriptible", sirviéndonos de las palabras de Juanjo Mestre, que —¡oh, paradoja!— aquí vamos a tratar de glosar. Rock herido de country que desciende de los Byrds, Neil Young o los Flying Burrito Brohers y conecta asimismo con Long Ryders o Cowboy Junkies, aunque esto sea casi evidente, el de los Jayhawks en su tercer intento es el de una banda madura que se deshace de las influencias para integrarlas en un sonido propio que, aun refiriéndose a décadas pretéritas, no tiene nada de rancio y anticuado. La calidad compositiva de Mark Olson y Gary Louris la atestiguan sin altibajos las diez canciones que hallamos, pero es para mi gusto en Crowded In The Wings, Take Me With You (When You Go), Wichita y Nevada, California cuando alcanza —la emoción desaforada— niveles de hazaña pop. Las voces de Louris y Olson, las guitarras eléctricas del primero, las acústicas del segundo, el bajo de Marc Perlman, la batería de Ken Callahan (y la de Charlie Drayton cuando le sustituye) suenan de lujo producidos por George Drakoulias, al igual que el piano y el órgano de los invitados: nada más y nada menos que Nicky Hopkins y Benmont Tench. Si bien su siguiente álbum, el excepcional Tomorrow The Green Grass, es considerada unánimemente su obra maestra, la banda de Minnesota ya volaba muy alto con este fantástico Hollywood Town Hall. Ajena, por supuesto, al grunge que todo lo reventaba a la sazón.
Favorito.
ResponderEliminarImpecable descripción de la obra.
Comparto tu opinión.
Mi primer disco de Jayhawks. Una puta maravilla. Buenos recuerdos
ResponderEliminarMuchas gracias, Alex.
ResponderEliminarY no envejece, Manolo.
Abrazos.
Yo entre éste y "Tomorrow..." lo dejo en X. Los Jayhawks de Louris/Olson fueron los que marcaron diferencias.
ResponderEliminarAbrazos.
Difícil escoger entre ambos, Addi. Nos quedamos con los dos, pues.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una referencia inexcusable, y un disco maravilloso que me trae muy buenos recuerdos. Al margen de esto, grandiosa la foto de portada, Gonzalo. Un abrazo.
ResponderEliminarUna reseña precisa de un disco favoritísimo.
ResponderEliminarGracias.
Muy chula la portada, Rubén, sí.
ResponderEliminarGracias a ti, Alberto.
Abrazos.
Es el discazo que marca el salto de ambicion de Louris/Olson por hacer algo más .. y con este y el otro y el otro ... vaya que si lo consiguieron!. El porqué los papás de los 80-90 no van cantando Blue o Smile o Crowded in the Wings por las mañanas cuando llevan a los niños al cole .. sigue siendo un misterio para mi. Saludos,
ResponderEliminarEs un salto muy claro, J, de los que merecen mucho la pena. Los papás del cole, por lo general, no conocen a los Jayhawks, qué le vamos a hacer. We all feel blue…
ResponderEliminarAbrazos.
Tengo una deuda pendiente con esta banda. La sensación de que "me han sido descubiertos", no por mi propia iniciativa, y he llegado a ellos un poco de rebote, porque todo el mundo hablaba maravillas de ellos. Tan solo con un par de discos en mis baldas, su primer "Bunkhouse" y el "Sound of Lies" (este regalo...), no los he escuchado con la constancia y asiduidad que seguramente merecen. En fin, la vida sigue...
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
El "Sound Of Lies" es un disco enorme, ya sin Olson a bordo, pero el que comento y "Tomorrow The Green Grass" me parecen sus dos obras maestras.
ResponderEliminarAbrazos, Javier.
Gloriosa obra maestra, de las que siempre nos acompañarán. Abrazos.
ResponderEliminarDe las que no envejecen, Juanjo.
ResponderEliminarAbrazos.
Bufff, un disco que comienza con esa obra de arte que es Waiting for the sun y que no me canso de pinchar...
ResponderEliminarAbrazos.
Un disco que nunca cansa, tienes razón.
ResponderEliminarAbrazos.