lunes, 18 de marzo de 2019
Combo!
No solo de bandas sonoras vivió la carrera de Henry Mancini, como nos recuerda este Combo! de 1961, donde el mítico compositor dirige a un grupo (o combo) de once músicos que interpreta doce temas arreglados por él. El mismo año en que se estrena Desayuno con diamantes, la película de Blake Edwards cuya famosa partitura compone Mancini, éste rinde "tributo al formato de pequeño conjunto o combo y su contribución a la escena musical", como dice Munster Records en su web. "Sin embargo", se puntualiza, "no es un homenaje en el sentido habitual. Mancini no intentó copiar o reproducir la música de los grandes combos, sino que prefirió utilizar este tipo de formación para presentar su particular visión de la música para pequeños conjuntos". Exactamente. El gusto de Mancini por el jazz de raigambre swing y cool e intenciones lounge, ataviado de músicas latinoamericanas que van de la salsa a la bossa nova, se nota en los temas elegidos (ocho versiones y cuatro de nuestro hombre), su adaptación y la sonoridad de los instrumentos tocados. La trompeta de Pete Candoli, el trombón de Dick Nash, el saxo alto y la flauta travesera de Ted Nash, el clarinete de Art Pepper, el saxo barítono y la flauta alto de Ronny Lang, el piano y el clavecín de Johnny Williams, la guitarra y el bajo de Bob Bain, el contrabajo de Rolly Bundock, el vibráfono y la marimba de Larry Bunker, la conga de Ramón Rivera y la batería de Shelly Manne conjugan la improvisación propia del jazz con la disciplina de la ejecución adecuada de las notas escritas por Henry Mancini. Los doce cortes, aun de diferente procedencia, se escuchan con gusto y sostienen un discurso coherente. Presten atención, por ejemplo, a las lecturas del Moanin' que Bobby Timmons compusiera para Art Blakey y sus Jazz Messengers y el Tequila de los Champs y a dos originales de Mancini como Swing Lightly y Far East Blues, y verán la unidad que el autor de la música de Sed de mal y La pantera rosa confiere al conjunto de la Combo!, una notable y agradable grabación de un creador cuyo trabajo también se desarrolló al margen del séptimo arte.
Muy interesante esta visión de Mancini como hombre de música, no centrado exclusivamente en la composición de bandas sonoras. Veo a Art Pepper por ahí..., desconocía su autoría en la bso de "Sed de Mal".
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Art Pepper y Shelly Manne son los nombres que más suenan del "Combo" de Mancini, Javier. La verdad que es un trabajo especial, ya solo por eso merece mucho la pena. Lo de la partitura de "Sed de mal" lo comentaba el otro día al hablar de la película, no sé si lo recuerdas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ese combo suena como una gran orquesta. El Moanin me recuerda en sonoridad al Oliver Nelson de Stolen moments. No en vano los dos se dedicaron a las pantallas.
ResponderEliminarIgual por el tempo y la estructura más que por el sonido, ¿no? De todos modos, luego me pongo ambos temas seguidos para seguir tu hilo.
ResponderEliminarSaludos, Luis.