jueves, 22 de agosto de 2019
Down Child, Gotta Boogie
Absolutamente. No me hace falta, o no puedo, adjetivar este single de John Lee Hooker de 1953 para Modern Records. El adverbio se sobra y es mucho más elocuente. La electricidad abrasiva de Down Child prefigura con ácido a Link Wray, a los Sonics, a Jimi Hendrix, a MC5 o a Lou Reed, y lo hace con una expresividad superlativa. El sonido se convierte en experiencia intimidatoria, un bluesman del Misisipi cantándonos (o hablándonos) al oído y llevando la distorsión de su guitarra al límite. Gotta Boogie no es tan tremenda pero casi. Su ritmo trotón y obsesivo arrastra y exhibe la misma distorsión de su compañera, si bien la velocidad es mayor tal y como corresponde al boogie-woogie. La emoción que desprende el arte de Hooker desde sus primeros sencillos se come con patatas a cualquier hacha del mástil y la caja o a cualquier Pavarotti de la música popular. La autenticidad, la dureza y la categoría de la interpretación de las dos canciones detalladas barren pretensiones vanas y estéticas falsarias: la verdad y la pureza van primero. John Lee Hooker, Down Child, Gotta Boogie, nunca lo olviden.
Solo contemplar la galleta y el envoltorio ya le pone a uno la piel de gallina. John Lee Hooker, uno de los más grandes. A veces con tan solo un par de temas (un single) queda el artista perfectamente definido. El boogie-woogie me lleva hasta las tierras pantanosas de Nueva Orleans, a Fats Domino y,unas miles de millas más al oeste, hasta Canned Heat. Toda una historia la que sale de estos surcos.
ResponderEliminarAbrazos,
Estupendo recorrido, Javier (y muy cabal, añado). Tengo una cajita con cuatro compactos con singles de los cincuenta de Hooker, una absoluta maravilla en la que el sencillo que comento brilla incluso más.
ResponderEliminarAbrazos.