Meses después de esa soberbia recopilación de singles que es Rockin' With Wanda (y que guarda la inmortal Fujiyama Mama) publicaba Wanda Jackson There's A Party Goin' On (1961), espléndida muestra de rockabilly en la que la voz de Jackson y la guitarra de Roy Clark sacan pecho y dominan la función con sus interpretaciones impecables. Desde que el tema de John Berry y Don Covay que da título al elepé pone en marcha la función —función habitual de doce canciones y media hora— la pura felicidad del primer rock and roll llena el espacio. Entre el rock más salvaje de Hard Headed Woman, famosa por haberla cantado Elvis en King Creole, y el cruce de R&B y calipso del Twedlee Dee de LaVern Baker, la fiesta de Wanda Jackson tiene diversos matices y colores, cercanos en ocasiones a la potencia rockin' de la lectura de Presley (la mencionada There's A Party Goin´On o Tongue Tied, también de Berry y Covay, sumándose Mark Lewis); al blues y el country (el conocidísimo Kansas City del tándem Leiber/Stoller o el It Doesn't Matter Anymore de Paul Anka); o al pop de ascendencia cricket de Bye Bye Baby, canción del musical que daría lugar a la película de Howard Hawks Los caballeros las prefieren rubias. No es así en este caso, pues Jackson era morena y canta formidablemente a lo largo del disco, y aunque hayamos destacado obligatoriamente sus cuerdas vocales y las seis cuerdas de Clark, no nos olvidamos de la base rítmica y anónima, de la otra guitarra de Buck Owens y del piano de Marvin Hugues. Todos pusieron su granito de arena para que There's a Party Goin' On suene tan bien.
No he escuchado este disco y apenas nada a Wanda Jackson pero me han entrado ganas de sumarme a la fiesta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una fiesta en la que te vas a integrar sin el más mínimo problema, ya verás.
ResponderEliminarUn abrazo, Jorge.