No parecía fácil que con su tercer disco (Amorica, 1994) los Black Crowes repitiesen la hazaña de The Southern Harmony And Musical Companion, su colosal segundo paso. Pero el grupo de los hermanos Robinson no es un grupo cualquiera. Gone, el medio tiempo hecho de funk rock que lo abre, explicita a un sexteto que se come el mundo y que en el siguiente tema, añadiendo maneras soul y psicodélicas pero sin dejar de roquear intensamente, continúa haciéndolo con el título de A Conspiracy. High Head Blues abre el abanico e incorpora elementos rítmicos del mambo invitando al percusionista Eric Bobo antes de que Cursed Diamond mantenga el tempo moderato y la electricidad ardiente de ascendente zeppeliano. El folk se suma la función mediante un Nonfiction que no renuncia al rock (representado por las seis cuerdas amplificadas) y confirma la riqueza musical de la banda y su capacidad para crear atmósferas muy diferentes. Los Faces y los Stones han iluminado desde el primer día el camino de los Crowes, y She Gave Good Sunflower lo corrobora una vez más mientras afirma que los autores de Shake Your Money Maker tienen voz propia y reconocible en un género —el rock and roll— tan dado al corta y pega o a la imitación desleal. P. 25 London es blues/hard rock de noble estirpe y Ballad In Urgency es un corte lento, balada o no como dice su título, de hermosa ejecución que, sin solución de continuidad, se yuxtapone a la excepcional Wiser Time. Momento cumbre del álbum y de la carrera de los norteamericanos, su dulce cadencia fabricada con soul, country y rock es ambrosía en la que todo funciona a la perfección, ya sea la composición en sí misma, la voz de Chris Robinson, las guitarras de Marc Ford y Rich Robinson, el bajo de Johnny Colt, la batería de Steve Gorman (¡ese cencerro, por Dios, ese cencerro!) y las teclas de Eddie Harsch. El blues y folk mandan en Downtown Money Waster, la penúltima canción del trabajo, que concluye con la emocionante balada Descending, cuya música acompaña con exactitud a una letra de caída y redención. Sí, los Black Crowes lo habían logrado y habían dado réplica intachable a su anterior plástico gracias al sobresaliente Amorica que aquí y ahora —tres décadas después de su parto— hemos glosado.
Si bien es cierto que me gustan los Crowes en general, la verdad es que sus tres primeros títulos me parecen imprescindibles y eso evidentemente incluye este grandioso "Amorica".
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo creo que no tienen un disco malo. Antes que con el debut me quedo con "Lions", aun admitiendo y celebrando las virtudes de "Shake Your Money Maker".
ResponderEliminarUn abrazo, Jorge, un gusto tus comentarios siempre.
Clavas absolutamente la descripcion del disco. No abundan por ahí canciones como Wiser Time. Pura perfección. Personalmente me encanta como empieza - Gone achicharra por si alguien sospechaba que iban a bajar el pistón - y como termina - Descending es una declaracion de clase brutal que emociona desde el principio hasta el final. Un 10. Abrazos Gonzalo.
ResponderEliminarPues estamos de acuerdo en todo, J, incluso en las tres canciones que mencionas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo hermanitos Robinson y su primera época que es realmente desbordante de calidad. Ciertamente este disco tiene momentos brillantes. No tienen disco malo, no.
ResponderEliminarUn abrazo.
No tienen disco malo, tú lo has dicho.
ResponderEliminarUn abrazo, Savoy.