El reencuentro de David Bowie y Brian Eno en 1995 tendrá como resultado un disco de hora y cuarto y mucho interés. Como siempre, 1. Outside muestra al camaleón haciendo honor a su nombre y absorbiendo las esencias del rock industrial que en ese momento encabezan Nine Inch Nails y su The Downward Spiral publicado un año antes; pero, también como siempre, adaptándolas a su fértil y multiforme idiosincrasia, como se va a ver en el análisis particular de cada una de las canciones. El sonido global de trabajo y el diseño del libreto que lo acompaña (que con imágenes psicodélicas y tipografías diferentes manejan o manejarán en aquella época bandas tan diferentes como Radiohead o Pearl Jam) apunta a su tiempo; los muchos matices señalan sin ambages al autor de Ziggy Stardust.
Subtitulado The Nathan Adler Diaries: A Hyper-cycle, 1. Outside se establece como álbum conceptual en un futuro cercano (1999) y distópico que casa con el detallado a la sazón por David Fincher en su brillante thriller posmoderno Seven. La violencia ligada al arte y los límites de la creación sobrevuelan en lo temático unas composiciones que en su puesta en escena asumen dicho rol, dicha oscuridad y dicho carácter audiovisual. Lo corrobora Leon Takes Us Outside, la breve apertura instrumental con voz hablada que remite a películas de ciencia ficción como Blade Runner. Outside practica una especie de pop progresivo cuyos efluvios son borrados por The Hearts Filthy Lesson, rock industrial y grave en el que Mike Garson, cuando aparece, hace sonar con fuerza su piano, y que acompañará a los títulos de crédito de la mencionada Seven (en cuyas imágenes —todo casa— había ecos de la inmortal adaptación de Ridley Scott de la novela de Philip K. Dick). Mayor protagonismo tienen las teclas en A Small Plot Of Land, extenso corte entre el jazz, la electrónica y el space pop (art rock, si se quiere) que supone una de las cimas del disco y en el que juegan un papel preponderante las baquetas de Sterling Campbell sin olvidarnos de las seis cuerdas de Reeves Gabrels.
Segue – Baby Grace (A Horrid Cassette) es la primera de las cinco transiciones o interludios que van vertebrando el resto de la obra. Hallo Spaceboy es una salvajada de rock electrónico con la que contrasta por su suavidad The Motel, al menos con su primera mitad, pues el tema muta, Garson interviene con mucho acierto y Gabrels, ya en el último tercio, añade algo de electricidad. El funk electrónico de I Have Not Been To Oxford Town y el techno funk de No Control proponen nuevas vías de expresión. Segue – Algeria Touchshrick, la segunda transición, empalma con The Voyeur Of Utter Destruction (As Beauty), a relacionar con los King Crimson de los primeros años ochenta, rock, pop y techno que, a su vez, se yuxtaponen con el tercer y más extenso interludio —Segue – Ramona A. Stone/I Am With Name—, cuya duración y naturaleza hacen de él un corte de pop electrónico y no una mera miniatura que ejerza de nexo. We Prick You apuesta por dar aspecto pop al drum and bass (o viceversa) y precede a Segue – Nathan Adler, que retoma el espíritu de las transiciones al durar un solo minuto. I'm Deranged y su atmosférico pop electrónico acabarán, como es sabido, en la Carretera Perdida de David Lynch, fallecido a principios de año al igual que Garth Hudson, muerte de la que nos hacíamos eco en la anterior entrada. No menos atmosférica, aunque más melódica y menos electrónica, es Thru' These Architects Eyes. El quinto y último interludio vuelve a llamarse Segue – Nathan Adler, suerte de reprise de medio minuto que es seguido de una lectura de la hermosa y nostálgica Strangers When We Meet, ya registrada en el anterior plástico de David Bowie, The Buddha Of Suburbia, y título previo del magistral largometraje de Richard Quine y de la homónima canción de los Smithereens construida sobre su influjo.
Habrá notado quien conozca 1. Outside que no hemos nombrado Wishful Beginnings, pues en mi versión, la número 2, no está. En su lugar, y sin terminar con Strangers…, tenemos el remix que Pet Shop Boys hiciera del Hallo Spaceboy, muy inferior al de Bowie, crudo e intensísimo como hemos señalado. Sea como fuere, no altera mi valoración de un conjunto notable que, sin ser una obra maestra de la altura de, digamos, Low o Blackstar, merece mayor defensa de la por lo general obtenida.
yo he escuchado este disco tan solo una vez, y gustos aparte creo que es lo mejor y mas interesante que grabo bowie en los 90s, a mi es el unico que me parece destacable dentro de lo que hizo en aquella decada
ResponderEliminaryo soy incapaz de ponerle un pero a tu texto, a mi entender se hace un pelin largo, pero deja atras la mediocridad de sus discos de mediados de los 80 y sound black tie noise otro disco para mi gusto muy flojo, y no llega como dices tu al nivel de alguno de sus discos setentas , pero sin duda es recomendable , yo he vuelto a escuchar low o lodger por poner ejemplos y me fascinan la verdad
no volvera hasta el genial blackstar bowie a grabar otro disco magistral , por desgracia el ultimo , pero este disco es muy interesante y aqui volvia el bowie bueno de verdad , el que siempre arriesgaba y el que demostraba su faceta de gran artista
un abrazo
A mí me gusta mucho también el siguiente a éste, "Earthling", que tengo comentado por si te apetece leer el texto. Es verdad que "Blackstar" supone una despedida colosal que recupera la grandeza de los setenta, pero "Heathen" o "The Next Day" son discos jugosos.
ResponderEliminarUn abrazo, Santi.
si, la verdad es que heathen esta muy bien, y no me olvido de reality, the next day esta muy bien tambien,yo creo que en la obra de bowie hay muy pocos discos flojos, y por cierto escuchaste toy? tambien es muy interesante.
Eliminary es que bowie era un gigante, dotado de gran talento y creo una obra de muy alta calidad
un abrazo
Qué va, "Toy" no lo he escuchado. Yo creo que la obra de Bowie, estando de acuerdo que tiene pocos discos realmente flojos, hay que valorarla como un continuo, igual que la de Lou Reed, por ejemplo, aciertos y errores son parte de un todo artístico.
EliminarUn abrazo, Santi.
Dejé a Bowie en el "Tonight" del 84 y no volví a él hasta su casi disco postumo "Blackstar". A partir de la segunda mitad de los 80 y gran parte de la década final del siglo pasado eran otros grupos y estilos los que me más me atraían, fundamentalmente el NRA, grunge, punk melódico escuela Epitaph, shoegaze, acid-house, drum & bass...
ResponderEliminarLa mencionada participación de Eno lo hace evidentemente más interesante. Indagaré sobre él.
Abrazo,
No creo que te defraude "1. Outside", Javier. ¿No has escuchado tampoco el grupo que montó Bowie en los ochenta, Tin Machine? Es totalmente rock, puede gustarte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me costo mucho el Bowie moderno que se fraguó en los 90 ... hoy sin embargo son discos como este, Heathen o Hours son los que mas me gusta escuchar. El muy cabron siempre aplicó el criterio correcto para mantenerse en vanguardia y por delante de musicos a los que sacaba 20 años ... Abrazo
ResponderEliminarY nunca como alguien que se apuntaba a las modas, sino como alguien que se adaptaba a los tiempos pero mantenía su personalidad y su criterio.
ResponderEliminarUn abrazo, J.
Me apasiona Bowie , estoy escuchando “Toy” y me esta gustando,London boys una de mis favoritas.
ResponderEliminarComo le decía a Santi, Klauss, no he escuchado "Toy". Tomo nota.
ResponderEliminarUn abrazo.
Outside es la vuelta a la vanguardia de Bowie, se vuelve a juntar con Brian Eno y este disco conceptual tiene momentos muy brillantes, es el peldaño perfecto para Earthling. Mi favorita eterna de este disco es Strangers when we meet.
ResponderEliminarUn abrazo.
Dos discos muy buenos, sí, y unidos estilísticamente. Hermosa canción tu favorita, Savoy.
ResponderEliminarUn abrazo.