lunes, 30 de abril de 2012

30 Greatest Hits


Son los recopilatorios artefactos dudosos y discutibles de los que es compresible y hasta necesario recelar. Oportunistas y caprichosos la mayoría de ocasiones, ofrecen una visión parcial del artista más destinada a sacar los cuartos al incauto o al necio (cosa que puede ser hasta el más inteligente en un momento de debilidad) que a aportar algo interesante al currículo del creador. Dentro de esta categoría, los recopilatorios que más rechazo pueden causar son los que en su encabezado nos hablan de "éxitos" o "lo mejor de", pues ni los primeros son sinónimo necesario de calidad ni conocemos el criterio y el conocimiento  de quien elige —eso obviando los intereses crematísticos (totalmente legítimos) de la compañía que le paga por hacerlo— la porción más brillante de la obra del grupo o intérprete a recopilar. Sin embargo, y no menos cierto, a veces el material que recogen es tan bueno y está tan bien dispuesto que, sin eximir de la escucha de los álbumes originales que aportan los temas, y soslayando el objetivo que los haya podido poner en pie, caemos rendidos ante la categoría de lo reunido, que llega incluso a traer cierta luz sobre la evolución, el estilo y la técnica de quien ha sido objeto de lo que sirve, por su acierto (que no por su brevedad), como compendio.

Ejemplo áureo de esto último es, en mi opinión, el 30 Greatest Hits de la inigualable Aretha Franklin, uno de los discos recopilatorios (y no) de los que más he disfrutado en mi vida. Publicado por Atlantic en 1985, este trabajo recoge, en orden cronológico, casi todos los singles grabados para dicho sello entre 1967, año en que da comienzo la relación de la cantante con la compañía tras dejar Columbia, y 1974. Así pues, las canciones pueden ser consideradas como parte de una serie de elepés clásicos (I Never Loved A Man The Way I Love You, Lady Soul, Aretha Now, Spirit In The Dark, etc.) y como los lanzamientos individuales que también son, dimensión ésta que las hace especialmente válidas para dar sentido y coherencia a un álbum doble que en unos cien minutos trata de resumir siete años pródigos y fecundos.


Ajenas o propias (que también las hay), las canciones cobran nueva vida al pasar por las cuerdas vocales de Aretha, que las llenan de emocionantes matices. La inmortal I Never Loved A Man (The Way I Love You),  oscilando entre el R&B y el soul, es el primero de los treinta éxitos con el que nos encontramos. El inconfundible e impagable sonido de la Muscle Shoals Rhythm Section acompaña a una Franklin convertida en suplicante hembra en celo que implora desesperada al hombre que la chulea y del que está profundamente enamorada. No menos soberbio es el siguiente tema, la extraordinaria versión del Respect de Otis Redding, que Aretha convierte en himno feminista y una de las canciones definitivas de los años sesenta, ahí es nada. Obviamente, un comienzo tan impactante se lo pone muy difícil a los veintiocho siguientes cortes, pero la magnificencia sigue imperando. La delicadeza de Do Right Woman, Do Right Man y Dr. Feelgood deja los sentidos suspendidos, obturados por la voz de la Franklin y los instrumentos de sus acompañantes. A la sensual cadencia funk de Baby I Love You se sucede una de las baladas más conocidas del repertorio de la cantante: (You Make Me Feel Like) A Natural Woman, escrita por Gerry Goffin, Carole King y Jerry Wexler. Un poco más adelante, nos encontramos con otro de los temas más populares de Aretha, quizá el que más, Think, no tan redondo pero capaz, por la vitalidad que desprende, de que hasta el suicida presto a quitarse la vida se lo piense dos veces. La excelente I Say I Little Prayer, compuesta por Burt Bacharach y Hal David para Dionne Warwick, y las versiones de The Band (The Weight) y los Beatles (Eleanor Rigby) —convertidas al soul— son, para mi gusto, lo mejor del resto del primer disco.

El segundo, en el que inevitablemente baja el nivel, se abre con Call Me, tema de Aretha Franklin cantado con entrega y pasión pero de almibaradas orquestaciones, que se adueñarán de su sonido desde los primeros años setenta (periodo que recogen los trece éxitos que componen la segunda mitad del recopilatorio). No podemos desdeñar, de todos modos, el aire gospel que se da (en directo) al Bridge Over Troubled Water de Simon & Garfunkel o al Spanish Harlem que cantara Ben E. King; la potente amalgama de rock, soul y funk que es Rock Steady, otro original de Aretha; el flirteo con la bossa nova de Day Dreaming, también escrito por la cantante; la peculiar visión (de nuevo en vivo) del Wholy Holy de Marvin Gaye; el precioso tema de Stevie Wonder que popularizo nuestra genial artista: Until You Come Back To Me; o la no menos hermosa, y punto final, I'm In Love, original de Bobby Womack que dio a conocer Wilson Pickett, y en la que Aretha Franklin se sale.

Lo decíamos en el primer párrafo: los recopilatorios no pueden hacernos olvidar, en el caso de que los haya, los elepés en los que en primer lugar fueron editados los éxitos (o no tanto) que los conforman. Pero de haber alguno capaz de hacerlo, no me cabe duda de que este 30 Greatest Hits sería candidato firme. ¿El secreto? El secreto se lo llevará consigo una inconmensurable cantante negra de setenta años el día que fallezca, sin que ninguna explicación epistemológica nos sirva para nada por muy bien fundamentada que nos la presenten. Esto es parte de nuestros sueños, y debemos mantenerlos alejados del dominio, en general recomendable, de la razón.

7 comentarios:

  1. Tremendo este Greatest Hits. La verdad es que es una de las mejores voces que ha dado el soul. Aunque ahora de un poco de pena verla tan oronda.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Los recopilatorios...todos caemos en ellos alguna vez...aunque los hay, como dices, que ayudan a arrojar luz sobre la trayectoria del artista. Aretha es la Reina, sin duda; ya que estamos con ella y con recopilatorios permíteme recomendarte por si no lo conoces, uno de nombre "Rare & Unreleased Recordings from the Golden Reign of the Queen of Soul" que recoge caras B, outtakes, tomas alternativas, etc de la época de Aretha en Columbia y que no tiene desperdicio.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  3. Quizá la mejor, Savoy. Oronda o no.

    Sé cuál es, Agente, pero no lo he escuchado, así que tomo nota y agradezco la recomendación.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. No me gustan los grandes éxitos pero reconozco que a nivel de soul aportan mucho. Tuve este recopilatorio, pero ando buscándolo ahora y no lo localizo. No le sobra nada, en todo caso le falta como por ejemplo la versión del Jumpin Jack Flash. Un abrazo, grandmaster todoterreno.

    ResponderEliminar
  5. Tampoco yo soy de recopilatorios, pero este lo tengo en vinilo y es la pera limonera, porque es muy tarde que sino me lo pinchaba ahora mismo.
    Un abrazo.
    Joder me lo pincho mañana fijo...

    ResponderEliminar
  6. De soul, yo, poco o nada; a lo sumo, algunas canciones del 'The Very Best of The Blues Brothers' xDD El 'Think' de Aretha lo recuerdo, porque es bastante épico y motivo suficiente para poner atención sobre el recopilatorio que nos presentas.
    Detalle cachondo: en allmusic no hay discos de estudio de Aretha que superen el 4,5. Es un recopilatorio el que alcanza el 5. Revelador xD

    ResponderEliminar
  7. La verdad es que pocos recopilatorios los hay tan serios e interesantes como éste, Johnny. Veo que has quedado vivo tras las fiestas de tu pueblo, cosa que me congratula.

    Nunca es tarde para un buen disco, Addison, ja ja ja. Yo lo tengo en CD, por cierto.

    Dani, este recopilatorio es una perfecta introducción en el soul; una vez dentro ya no pararás, que te lo diga Joserra Rodrigo, si no.

    Abrazos.

    ResponderEliminar