Se fue de este mundo en 2010, pero dos años antes tuvo tiempo para demostrar por última vez su autoridad moral y artística. Como había hecho con Miguel Hernández, Antonio Chacón, Lorca y Leonard Cohen, Enrique Morente canta a Picasso (que también fue poeta) y lleva su concepto flamenco, digo musical, a niveles por nadie soñados y solo por él alcanzables. Y lo hace desde las primeras notas de Pablo de Málaga, sin ocultar su compromiso y filiación políticos. Uniendo el bombardeo de Guernica con la guerra de Irak —que las palabras de Carsten-Peter Warncke sobre el primero nos hacen ver tan cercanos: "El objetivo del ataque no tenía ninguna relevancia militar, y la destrucción fue un puro acto de terror"— en un solo y estremecedor título, Guern-Irak, Morente denuncia la brutalidad fascista de ayer y hoy partiendo del palo tradicional (la seguiriya en este caso), pero modificándolo y perturbándolo con sus coros asfixiantes, el bajo de Maca y la batería in crescendo de Eric Jiménez. Fundidas en un único nombre, la barbarie pasada se desvela intuitivamente idéntica a la presente, sin falaces retóricas o consignas democráticas que valgan. Siempre al encuentro, que diría Picasso, de ideas originales que plasmar, el artista andaluz pasa de la experimentación de vanguardia a la de retaguardia en Tientos griegos (llamadas anónimas), retroformulando su cante al incorporar —enésima vuelta de tuerca a sus planteamientos— el Grupo de laúdes y bandurrias del Albaicín para apoyar al bajo, la percusión programada y la guitarra de Pepe Habichuela. Autorretrato empieza con una grabación del pintor en la que asegura que "Yo nunca me he olvidado de España (…)", a la que sigue un tema en el que el sobrio acompañamiento hace destacar aún más la extraordinaria voz de Morente. Percusión y bajo desaparecen, y, sin darnos cuenta, nos encontramos en Pintao en un papel verde, donde el granadino se queda a solas con la guitarra de Miguel Ochando en esta hermosa miniatura del maestro Matrona de poco más de sesenta segundos. Borrachuelo con aguardiente recupera la percusión de Bandolero y el bajo de Maca, y suma palmas y coros en los que Estrella Morente acompaña a su padre. Otra vez con la guitarra (de Paquete) como única compañía (y una esporádica campana que tañe de fondo al principio y al final), Morente se encarga de "voces y silencios" en Malagueña de la campana, que se funde —la campana como nexo— con los impresionantes ocho minutos de Compases y silencios. Continúa aquí el cantaor ocupándose de las voces y los silencios, que alarga y contrae a su gusto en una demostración sin par de técnica y poderío. Si bien él es el protagonista del tema, no hay que desdeñar las aportaciones de Eric Jiménez a la batería, Florent a la guitarra eléctrica, Vani al sintetizador y las campanas de "Lloréns Barber y de la ciudad", que por momentos sitúan Compases y silencios en el ámbito de la música concreta. En Montes de Málaga, junto con Miguel Ochando, Morente nos canta que:
"Nacieron para volar
los pajarillos del cielo
nacieron para volar
y las manos de Picasso
pa pintar y dibujar
la paloma de la paz",
Discarro antológico, a mi me encanta realmente, me parece una pasada total. Además de homenajear a Picasso, lo hace de una manera genial el bueno de Morente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Olé!, tengo un poquillo orvidao el flamenco ultimamente. A ver si este post me anima para quitar el polvo a unos cuantos discos. Lástima que de Morente no haya ná, pero esto durará poco, prometío.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Sí, es un homenaje excelso a Picasso, Savoy.
ResponderEliminarDe Morente hay mucho que recomendar y escuchar, Javier. Prueba con éste, "Lorca", "Omega" o "El pequeño reloj", disco que también ha sido tratado aquí.
Un abrazo para los dos.
Pues casi vengo a saludar, porque no conozco este disco, aunque si al artísta, rara avis. Es uno de esos casos en lo que todo lo que oyes o sabes de él te gusta pero no te acabas de poner en serio. Influye, aunque sea una estupidez, que haya sido pasto de la Rockdelux tantas veces y el primer contacto crítico escrito lo haya visto en esas páginas, odio la futilidad y banalidad de esta revista, un gran porcentaje de los artículos y del contenido no me dicen absolutamente nada, en gran parte por como están enfocados. Cheers.
ResponderEliminarNo soy lector habitual de Rockdelux, Scott, pero sí recuerdo un artículo excelente sobre Lou Reed de hace más de dos décadas, en concreto de cuando publicaba "Magic And Loss", y otro muy bueno también sobre la saga de Jane's Addiction. Siempre he leído Ruta 66, aun sin ser "rutero" ni nada remotamente similar, y prefiero su enfoque al de Rockdelux, bastante superficial en ocasiones. En cuanto a Morente, olvídate de revistas y tendencias (o revistas de tendencias, je je je): estamos ante un maestro sin igual, no te lo pierdas.
ResponderEliminarAbrazos.
Bonita semblanza, amigo, de un artista que, no por desconocido, no dejo de valorar.
ResponderEliminarUn abrazo!
Toda una fuente de placer, Evánder, si entras en su mundo.
ResponderEliminarUn abrazo.