sábado, 1 de febrero de 2014
Let It Bleed
Admitiendo sin lugar a dudas que los Rolling Stones dejan entre 1968 y 1972 una obra inconmensurable, es también correcto afirmar que los dos primeros elepés de la tetralogía que publican en aquella época se explican mejor por la categoría aislada de cada una de sus canciones que por la coherencia del conjunto, más aplicable ésta a los dos últimos, y en especial a Exile On Main St. No digo esto para intentar disminuir a Beggars Banquet y Let It Bleed frente a sus sucesores, pues son ambos discos adorados por un servidor, sino para centrar el análisis que del segundo de ellos pretendo llevar a cabo.
Si bien cada época tiene su particular ensayo de apocalipsis —aproximación que parece definitiva a quienes lo experimentan—, pocas veces un tema musical ha reflejado tan bien el de la suya como Gimme Shelter, épica y gloriosa combinación de acordes y armonías en la que Mick Jagger expresa altivo pero sensible —desde la cercanía y distancia que al mismo tiempo da el rock and roll— el horror que las guerras y la violencia generan en las personas, especialmente las que se ven abocadas a luchar en aquéllas sin quererlo y siguiendo órdenes de quien jamás —pues su objetivo es servirse de la masa para ejecutar sus planes infectos— luchará por el país que dice amar y defender. La bella versión del Love In Vain de Robert Johnson, con esa impagable mandolina de Ry Cooder, supone un cambio drástico que no merma la calidad del álbum, aunque no alcancen los Stones la hondura del mítico bluesman al hablar de dolores tan íntensos como los bélicos pero mucho menos estrepitosos. Country Honk, como todo el mundo sabe, muestra al grupo aplicándose al bluegrass y sentando las bases de las que saldrá una de sus canciones más adorables, Honky Tonk Women. Tanto en aquélla como en la caliente Live With Me escuchamos por primera vez a Mick Taylor, cuya guitarra se convertirá en elemento imprescindible de la banda inglesa y la hará crecer instrumentalmente. Let It Bleed da por finalizada la primera cara con una majestuosa composición en la que Ian Stewart introduce las sugerentes notas de su piano.
Midnight Rambler abre la cara B en forma de antológico blues —gobernado por la prominente y lujuriosa armónica de Jagger y las rasposas guitarras de Keith Richards—, en el que el horror colectivo se hace individual al hablar del famoso estrangulador de Boston. You Got The Silver es el primer tema de los Stones cantado totalmente por Richards, una preciosidad que se irá repitiendo con diferentes melodías en posteriores trabajos del quinteto y del propio Keith en solitario. Ambos cortes —Midnight Rambler y You Got The Silver— significarán la última vez que se oiga al tristemente desaparecido Brian Jones junto con sus compañeros, encargándose de la percusión en el primero y de esa especie de cítara que es el autoharp en el segundo. La mágica introducción del piano de Nicky Hopkins da paso al poder funk de Monkey Man —precedente de incursiones futuras en la rítmica negra como la excepcional Can't You Hear Me Knocking—; el cual, a su vez, antecede a una suite tan descomunal (incluso desaforada) como You Can't Always Get What You Want, que pone punto y final a Let It Bleed con su "regusto folk" y "un épico crescendo que (…) situaba [a los Stones] a una distancia estratosférica del resto de la galaxia rock del momento", tal y como afirmaba el amigo Tyla DeVille en su excelente análisis del elepé. No podía tener más razón el propietario de Guitarras y Fantasía, los Rolling Stones eran a la sazón la banda de rock and roll más ambiciosa y creativa del mundo, remozando de arriba abajo la tradición sin perder nunca la conexión con ella. Los Beatles lo dejaban publicando al año siguiente Let It Be, pero para los Stones eran tiempos de Let It Bleed —fatal y macabro prefacio de la tragedia de Altamont—, espectacular colección de canciones grabada durante doce meses cuyo esplendor individual y diverso da firmeza, sin contradicción alguna (no la busquen), a un trabajo que se mantiene inmarcesible por mucho que pasen las décadas y las tendencias.
Mi favorito de los Stones . Beggars, Sticky y este la trilogia de esos dioses
ResponderEliminar"...Si bien cada época tiene su particular ensayo de apocalipsis —aproximación que parece definitiva a quienes lo experimentan—, pocas veces un tema musical ha reflejado tan bien el de la suya como Gimme Shelter..." Cómo me molas, grandmaster, desde la atalaya de Savoy, ya sabes. Gloria bendita este disco, fundamental con negrita y en mayúsculas si hace falta. Abrazo.
ResponderEliminarRecientemente lo he pillado en vinilo, una de esas reediciones que andan a buen precios. Mis respetos por una obra de este calibre que debe figurar en toda discoteca que se precie; cierto es falta un poco de unidad estilística, pero que esos temas por separado, suponen piezas imprescindibles en la historia del rock. Los Stones, siempre, no hay color.Un saludo
ResponderEliminarY además de todo lo que has dicho, amigo Gonzalo, que comparto al 100%, la portada es la más bonita que jamás han hecho los de Dartford, sencillamente genial. Y muy buena esa comparación entre el título "Let It Bleed" y la posterior tragedia de Altamont.
ResponderEliminarPara mí, y ya es difícil la elección, el mejor disco de la banda. Lo puse hace algunas madrugadas y gocé como un gorrino en el barro.
Abrazos,
JdG
Disco favorito en una epoca de suma inspiracion - nadie menciona Goat's pero yo lo incluiria sin dudar en el saco. Saludos,
ResponderEliminarCuando hice en LBL aquella encuesta sobre los mejores LP's de 1969 Let It Bleed arrasara como Altamont hizo con, no sé si utilizar la palabra, "utopía" hippie y es que como dices se "mantiene -y mantendrá- inmarcesible por mucho que pasen las décadas y las tendencias".
ResponderEliminarDe nuevo en el clavo, Gonzalo. Un abrazo.
Obra maestra. Además, para mí, un disco que marca un antes y un después en los Rolling. Lo ve iba a venir a partir de este disco hasta finales de los 70, no tiene parangón.
ResponderEliminarPara mi los temas fundamentales son Country Honk, excelente preludio del clásico Honky Tonk Women, con esas guitarras y violines y la versión del tema de Robert Johnson Love in Vain, al que considero una de las mejores adaptaciones de un blues que una banda de rock and roll pueda haber hecho en la historia de la música. En fin expléndido álbum de principio a fin, para mi más que los posteriores, pues mis Stones favoritos son los de la época Decca/London.
ResponderEliminarUn abrazo.
Fíjate querido Gonzalo, y creo que lo hemos hablado algúna que otra vez, que para mi la trilogía del olimpo de los Stones son Let it Bleed, Sticky Fingers y Exile on Main Street, el orden va variando, eso si, una vez es uno, y otras otro, pero como bien dices a éste se le tiene un especial cariño por ser el último donde participó el desaparecido poco después Brian Jones, que aportaba esa variedad a la banda tocando instrumentos tan distintos.
ResponderEliminarMusicalmente este disco es una pasada, repleto de mucho y buen blues, pero leñe, es que Jagger aquí canta como los ángeles y además tenemos varios de los temas que siempre tocan en directo y por si fuer poco como dice el egregio Javier de Gregorio, la portada mola y mucho.
Un abrazo.
Tremenda descripción de Gimme Shelter, como te pasas tio, que grande eres, de la tetralogía que dices este es el que menos me gusta y es una POM, ya te digo...
ResponderEliminarUn abrazo.
¿Y el "Exile", Bernardo?
ResponderEliminarGracias, Johnny, siempre desde la atalaya de nuestro pincha favorito, ja ja ja. En el altar "Let It Bleed", por supuesto.
Yo tengo el disco en vinilo desde hace unos veinticinco años y todavía se deja escuchar, Antonio. Estamos de acuerdo en la valoración matizada.
Una portada bien curiosa, la verdad. Mi favorita es la del "Sticky Fingers". Lo de Altamont es brutal, si no me equivoco —corrígeme si lo hago— el disco se había publicado el día antes. Difícil elección, cierto. Yo me quedo con el citado "Sticky", pero sí que es jodido el asunto, Javier.
Yo no veo "Goats" tan bueno, la verdad, J. Es decir, es un disco muy brillante, pero inferior a los cuatro magníficos.
Es un disco que arrasa, exacto, Agente. Tanto o más que el debut de los Stooges del mismo año. Haces bien en utilizar la palabra utopía, de utopías tenemos que alimentarnos, macho.
Yo creo, Benet, que "Beggar's Banquet" ya significa una cambio enorme. Hombre, hasta finales de los setenta los Stones siguen siendo grandes, pero en la segunda mitad de la década AC/DC, Thin Lizzy, los Ramones, los Flamin Groovies o los Dictators, por ejemplo, están muy por encima.
La versión de "Love In Vain" es espléndida, cierto, pero, como digo, no cala tan hondo como la de Johnson, al menos en mi opinión. Veo, Aurelio, que "Let It Bleed" es favorito de muchos de vosotros.
Sí, lo hemos hablado varias veces, Savoy. Bien podríamos decir que con Taylor el grupo ganó en prestancia pero perdió el encantó de B. Jones. Muy cierto lo de Jagger, la verdad es que en aquella época el tío se salía.
Gracias, Addi. Como he dicho, son los cuatro tan bueno, que cuesta mucho decidirse. El que menos te gusta y una POM, imagínate.
Abrazos para todos.
Hey, Gonzalo!
ResponderEliminarQué lujazo es verse mencionado en un artículo sobresaliente como éste, por Dio. Del disco... Imposible añadir más!
Rock-On.
Mick Taylor culpable? Quizás lo mejor de Mick, no fuera sòlo su destreza con las 6 cuerdas y su cultura blusera, sino el actual de catalizador en el cerebro de Jagger y Richards. Su etapa el cenit Stone.
ResponderEliminarHola Gonzalo, me faltan adjetivos para describir esta auténtica obra de arte, pero creo, que tú lo has hecho a la perfección. Gran artículo. Un abrazo, Gonzalo.
ResponderEliminarUna locura de disco. A mi Beggars Banquet es de los que más me gusta, tengo predilección por ese pero muchas veces es como ¿a quíen quieres más? ¿A papá o a mamá? Y desde el Beggars hasta el Exile es lo que me sucede. A veces todos por igual, a veces este y a veces otro. Ahora mismo desde luego que suena bien fuerte el Let It Bleed.
ResponderEliminarUn abrazo
Si alguien lo dice mejor que tú, hay que servirse de las comillas, Tyla. Qué bien saber que sigues ahí, amigo.
ResponderEliminarAlgo removió dentro de la pareja de oro, Jose, eso es seguro.
Gracias, Rubén. La verdad que has sido un post que me ha costado bastante, me costó darle la forma definitiva.
A todos nos pasa un poco eso, Lorbada. "Beggars" es una delicia total.
Abrazos.
Buaaaaa! Increíbles, e increíble tu entrada, Zalo. El docu sobre Altamont es también incríble :-D Un abrazo. El más grande rock ´n roll de la historia. No por nada le tengo reservado mi rinconcito en mi blog también (Johnny lo sabe) al que denomino Momento Rolling. Qué se oigan!!
ResponderEliminarSí, ya sé que te encantan los Stones, Javi. Gracias por lo de la entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.