lunes, 15 de febrero de 2016
Miles Ahead
No solo mediante pequeños grupos estaba reestructurando y vivificando Miles Davis el jazz en la segunda mitad de los años cincuenta. Conviviendo cronológicamente con obras de la exquisitez de 'Round About Midnight, Milestones y Kind Of Blue, los tres discos que Davis y Gil Evans graban entre 1957 y 1960 —Miles Ahead, Porgy And Bess, Sketches Of Spain— en nada envidian a los otros tres mencionados, si bien las sonoridades orquestales los alejan en cuanto a propósitos y resultados. Más aguda se hace dicha lejanía en el primero de ellos, pues la orquesta de diecinueve músicos —lo advierte la portada— que dirige Evans en Miles Ahead tiene como líder a un Davis que solo toca el fiscorno, sin que nota alguna de su trompeta (sí de otras) se escuche. Cuatro sesiones de mayo del 57 conformarán un elepé bellísimo en el que los temas se ensamblan para que el oyente tenga la sensación de que es una suite y sus diferentes movimientos lo que está oyendo. Los intérpretes encargados de ejecutar los arreglos de Gil Evans —Paul Chambers, Art Taylor, Lee Konitz, Bernie Glow y Wynton Kelly entre ellos— no son únicamente el colchón perfecto sobre el que Davis va a efectuar sus solos (tan íntimos en ocasiones como los tocados con quintetos o sextetos), sino parte de un conjunto que no renuncia a expandir todas sus virtudes y características sin esconder quién es la estrella que cataliza la base establecida por Evans. A todo ello debemos la riqueza, el lirismo y la musicalidad de un trabajo, Miles Ahead, que tendrá continuidad imprescindible en los dos anotados arriba, pero que goza de una personalidad tan hermosa y acusada que se defiende por sí solo sin necesidad de pedir ayuda al resto de la trilogía (orquestal) a la que da comienzo.
Siempre me fue más en formato pequeño, las grandes orquestas nunca me atrajeron demasiado, hasta que escuché Porgy and Bess. En su biografía leí, eso creo recordar, que el Fiscornio era el instrumento que por matices se parecía más a la interpretación vocal, y esa era su pretensión inicial. En Porgy and Bess se denota incluso más también por la naturaleza de la obra. Aunque aquí Miles ya iba millas por delante, ¿como hacer que una gran orquesta suene íntima como un quinteto? Que grande fue Miles Davis. Gran reivindicación.
ResponderEliminarPersonalmente también prefiero el formato pequeño, Chals, pero los discos orquestales de Davis son soberbios. Lo del fiscorno que comentas no lo recuerdo, pero es cierto, y lo de "Porgy" es de otro planeta, ¡cómo toca (fiscorno y trompeta) Davis ahí!
ResponderEliminarUn abrazo.
joya
ResponderEliminarCompré hace un par de semanas el "In a silent way" y estoy que no quepo de gozo. Voy a ir poco a poco completando (¡madre mía!...) la colección de Miles y este "Miles Ahead" está entre los favoritos a entrar entre las primeras adquisiciones. Comparto vuestra opinión en cuanto a la faceta orquestal de Miles & Evans. Siendo distinta al Miles de sus bandas, no desmerece en nada en cuanto a grandeza.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Sin duda, Joserra.
ResponderEliminar"In A Silent Way" es el "Kind Of Blue" eléctrico, normal que andes levitando, Javier. Tiene tanto y tan bueno Miles que impresiona.
Abrazos.
Me he dado el gustazo de oír dos veces seguidas esta maravilla. Si a eso le añado las múltiples veces que he oído recientemente el Porgy and Bess se puede decir que estoy abducido por Gil Evans, verdadero colaborador necesario de toda esta serie. Tengo abandonado el de Sketches of spain y tendré de que darle un tiento.
ResponderEliminarEl Sketches es la tercera joya, Luis. Esencial Evans aquí, claro, pero ¡cómo toca Davis!
ResponderEliminarSaludos.