Circle Jerks (Beat Me Senseless); Rick Derringer y Johnny Winter (Rock N Roll Hoochie Koo); Twisted Sister (The Kids Are Back); Molly Hatchet (Flirtin' With Disaster); Turbonegro (Age Of Pamparius): ¿les dice algo esta pequeña lista? ¿No les habla de guitarras distorsionadas, actitudes macarras y rock and roll desenfrenado? ¿Y si añadimos trece propias a esas cinco canciones ajenas, las encapsulamos bajo el título de Say Something Nasty, damos con la versión expandida del tercer disco de Nashville Pussy y resolvemos la ecuación? Nada nuevo pero con la suficiente mordiente como para que nos lo creamos, el álbum sigue la senda en 2002 de Let Them Eat Pussy y High As Hell, precedentes en la ruta de perdición, sexo y drogas por la que nos quiere llevar el cuarteto de Blaine Cartwrigh. Hard, southern y punk alimentan unos temas que no saben de paz y adelantan con sus nombres la lujuria, el morbo y la procacidad que llevan dentro. Say Something Nasty, You Give Drugs A Bad Name, The Bitch Just Kicked Me Out, Keep On Fuckin', Here's To Your Destruction o Let's Get The Hell Out Of Here son enunciados explícitos que música y letras desarrollan con una ferocidad coherente; ferocidad que no se pierde, por supuesto, en las lecturas de los originales arriba mencionados. Como siempre si hablamos de Nashville Pussy, la portada y la contraportada añaden más vicio y carne al asunto, miren si no a Ruyter Suys comiéndose ese helado junto a los títulos de cada uno de los cortes. Queda muy claro, pues, lo que Say Something Nasty ofrece, y queda confirmado una vez escuchado que es realmente bueno. De no haber sido así, todo lo expuesto habría sido en balde. O coños, zorras y pandemóniums sin virtudes artísticas que los sostengan.
domingo, 20 de marzo de 2016
Say Something Nasty
Circle Jerks (Beat Me Senseless); Rick Derringer y Johnny Winter (Rock N Roll Hoochie Koo); Twisted Sister (The Kids Are Back); Molly Hatchet (Flirtin' With Disaster); Turbonegro (Age Of Pamparius): ¿les dice algo esta pequeña lista? ¿No les habla de guitarras distorsionadas, actitudes macarras y rock and roll desenfrenado? ¿Y si añadimos trece propias a esas cinco canciones ajenas, las encapsulamos bajo el título de Say Something Nasty, damos con la versión expandida del tercer disco de Nashville Pussy y resolvemos la ecuación? Nada nuevo pero con la suficiente mordiente como para que nos lo creamos, el álbum sigue la senda en 2002 de Let Them Eat Pussy y High As Hell, precedentes en la ruta de perdición, sexo y drogas por la que nos quiere llevar el cuarteto de Blaine Cartwrigh. Hard, southern y punk alimentan unos temas que no saben de paz y adelantan con sus nombres la lujuria, el morbo y la procacidad que llevan dentro. Say Something Nasty, You Give Drugs A Bad Name, The Bitch Just Kicked Me Out, Keep On Fuckin', Here's To Your Destruction o Let's Get The Hell Out Of Here son enunciados explícitos que música y letras desarrollan con una ferocidad coherente; ferocidad que no se pierde, por supuesto, en las lecturas de los originales arriba mencionados. Como siempre si hablamos de Nashville Pussy, la portada y la contraportada añaden más vicio y carne al asunto, miren si no a Ruyter Suys comiéndose ese helado junto a los títulos de cada uno de los cortes. Queda muy claro, pues, lo que Say Something Nasty ofrece, y queda confirmado una vez escuchado que es realmente bueno. De no haber sido así, todo lo expuesto habría sido en balde. O coños, zorras y pandemóniums sin virtudes artísticas que los sostengan.
Me encantan los Nashville Pussy, los primeros discos son la pera y en vivo son para no perderselos, yo hace año que no lo hago cada vez que vienen por aquí. Un gran disco.
ResponderEliminarAbrazo.
Un discazo, Addi (y los anteriores). Hace unos ocho años vi a Nashville Pussy con Supersuckers en Carabanchel, menuda hard rockin' party.
ResponderEliminarAbrazos.
Ummm un poco perdido me ando con ellos, tendré que hacerte caso.
ResponderEliminarAbrazos.
Creo que con la descripción que hago queda bastante claro su estilo, Savoy, Hazme caso a mí y al bueno de Addison.
ResponderEliminarAbrazos.
También me considero, al igual que Savoy, fuera del corral libidinoso y viciado de Nashville Pussy, y no será por ganas, que ando últimamente muy necesitao de cariño.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
No sé si cariño, ja ja ja ja, pero electricidad, mucha, Javier.
ResponderEliminarAbrazos.