miércoles, 1 de junio de 2016
Enlightenment
Considerada por el propio McCoy Tyner como una de sus mejores actuaciones, la primera visita del extraordinario pianista al festival de jazz de Montreux —el 7 de julio de 1973— ha sido conservada íntegra gracias a un soberbio e imprescindible doble elepé titulado Enlightenment. Quien fuera parte del mítico cuarteto de John Coltrane y estuviese presente en sus grabaciones más cruciales da, en Suiza y en directo, una lección de sensibilidad y energía que se extiende a los tres intérpretes que le acompañan. Desde que la banda, tras ser presentada por Pierre Lattès, ataca la primera parte de la Enlightenment Suite hasta que completa los veinticinco minutos de Walk Spirit, Talk Spirit, se inicia un proceso de éxtasis musical continuo al que llamamos como tal —proceso— por su división en diferentes composiciones, pues ante lo que nos hallamos en realidad es ante una unidad de belleza insobornable que se desarrolla espléndida en todos y cada uno de los tramos que la conforman. Siempre en la línea de la radicalidad creativa aprehendida a la órdenes de Coltrane, los dedos de Tyner someten al piano a un tratamiento de choque que funde delicadeza y ferocidad en un magnífico espectáculo. Multiplicando además la prestancia del autor de Sahara, tres instrumentistas de lujo como Alphonse Mouzon (batería), Joony Booth (contrabajo) y Azar Lawrence (saxos tenor y soprano), de los que destaco a Mouzon por su especial intensidad aquella noche de verano junto al lago Lemán. El nítido sonido que llega a través de los surcos de ambos vinilos —"sin correcciones u omisiones"— hace reales los deseos del productor Orrin Keepnews de "que estos discos preserven suficientemente la atmósfera especial de la velada para haceros sentir parte de ella también". Poniéndose en su lugar e imaginándose hace más de cuarenta años en la localidad suiza de Montreux, no es de extrañar que muchos de los espectadores salieran de aquel concierto pensando que habían acudido a uno de los más formidables de su vida.
Tus entradas jazzísticas están llenas de palabras precisas e imágenes solventes, el lector queda irremediablemente atrapado por su fuerza expresiva. Decir que tengo que escuchar jazz más a menudo es como reconocer que tengo algo olvidada a la poesía, necesito volver a ella para tomar aire. A este McCoy Tyner post- Trane le debo muchas más horas.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Muchas gracias, Javier. Pues nadie mejor que Tyner para volver al jazz.
ResponderEliminarAbrazos.
No conocía este disco, me ha gustado ,un poco contradictorio desde lo más accesible del jazz a un lado más arduo.
ResponderEliminarMuy interesante y me he reconciliado con Alphonse Mouzon, del cual solo había oído discos de fusión un poco exagerados.
Es un sonido en el que estaban tanto Tyner como Mouzon, quien aquella velada dio una lección con sus baquetas.
ResponderEliminarSaludos, Luis.