lunes, 21 de noviembre de 2016
Eat This!
Rescatar del olvido a los Nervous Eaters para que, liderados como antaño por Steve Cataldo, volviesen en 2003 con un discazo llamado Eat This! (que no les sacó de la cueva más underground del rock and roll) es algo que hay que agradecer a No Tomorrow Records. Por aquel entonces eran otros los nombres que llenaban las portadas de las revistas cuando la música de Chuck Berry salía a escena, nada nuevo bajo el sol en este siglo en el que casi todo en el panorama rocker es reciclaje, copia decadente y refrito. Pero Cataldo y sus compañeros llevan en sus entrañas lo que otros en su gafas de sol o sus tatuajes (aunque una cosa no quite la otra).
Suena el título a venganza contra el mundo que corrobora el primero de los cortes, Scream (When I Dream), zambombazo de autoafirmación que enlaza con el no menos potente y emotivo No More Idols, donde la pena por un pasado glorioso e irrecuperable toma cuerpo en los Beatles, los Stones, Iggy Pop, Neil Young y Johnny Rotten, estos dos últimos, cómo no, emparejados por la famosa canción del canadiense. High energy y punk siguen marcando el sonido y la actitud del grupo como cuando se formó en los setenta, y Cataldo no ha dejado de componer canciones básicas y adictivas. Esculpidas por la guitarra solista de Billy Loosigian, la batería de Jeff Erna y el bajo de Alpo, se suceden deliciosas y llenas de la vida que, asimismo, la voz y la guitarra de Cataldo les insufla. Entre tanta inmediatez de olor a garage hay también sitio para que el power pop y el rock velvetiano confronten y ayunten en 5-2-8 o para que New Face toque nuestro corazoncito.
La edición en 2004 de Eaterville Vol. 1 hará saber que los Nervous Eaters de Eat This! venían de aquella formación primigenia y no de la que debutaba oficialmente en 1980 con "un pequeño clásico de la nueva ola americana" aun lastrado "por una producción inadecuada". Se refería Javi de No Tomorrow a Nervous Eaters, un elepé alejado del poder stooge que informaba a la banda antes de que —para mal y para bien— la new wave la fagocitara. Inestable y minoritaria, pocos más puedo decir de ella, salvo que el disco que hemos comentado es magnífico del principio al final, sin bajones o agujeros que lo lastren. Cómanselo, tal y como se les indica, y sentirán que el rock and roll se transforma —si es que la tienen— en la sangre de sus venas.
hacia años que no leia nada de ellos. Me he visto en la obligacion moral de rescatar este trabajo del anonimato al cual le habia postrado. gran lp
ResponderEliminarBuff, con estos me pillas, ni idea tío, algún día me pondré.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un gran y olvidadísimo elepé, Bernardo.
ResponderEliminarPues ya sabes, Addi.
Abrazos.
Las salchichas si me suenan, lo de Nervous Eaters nada de nada, ni por referencias del sello No Tomorrow Rcds (¿el mismo de Señor No?...)
ResponderEliminarAbrazos,
jDg
El mismo sello, Javier. Los Nervous Eaters son de los nuestros.
ResponderEliminarAbrazos.