En un breve lapso de tiempo de la segunda mitad de año 1991 van a ver la luz los tres elepés —gusten o no— más representativos del grunge. Mientras Pearl Jam y Nirvana publicaban Ten y Nevermind (el segundo, tótem absoluto del movimiento), Soundgraden daba a conocer el sobresaliente Badmotrofinger, que pulía las aristas de sus dos primeros trabajos sin entrar en terrenos de menor agresividad o mayor comercialidad hollados en el siguiente, Superunknown. Durante cerca de una hora y doce canciones, el cuarteto de Seattle (con la novedad de Ben Shepherd al bajo) construye un pandemonio de rock pesado que abre disparado Rusty Cage para ralentizarse al final del tema y en los que le suceden. Los riffs de Kim Thayil, aprehendidos de los de Tomy Iommi, vertebran implacables y soberbios medios tiempos como Outshined, Slaves & Bulldozers, Searching With My Good Eye Closed o la salvaje y final New Damage; el polémico single Jesus Christ Pose supura tensión constante gracias a la extraordinaria percusión de Matt Cameron, la guitarra asesina de Thayil, las cuatro cuerdas inflexibles de Shepherd y los gritos de Chris Cornell; la velocidad del Rusty Cage vuelve a ser retomada en cortes breves de espíritu punk como Face Pollution y Drawing Flies, este último magníficamente adornado por el saxo de Ernest Long y la trompeta de Damon Stewart, quienes asimismo aportan sus instrumentos en la inquietante y esotérica Room A Thousand Year Wide, versión metálica de los Stooges de Fun House; etc. Momentos todos ellos extraídos de un conjunto demoledor puesto en pie por un grupo en un estado de forma inmejorable grabando Badmotorfinger: un clásico de los noventa capaz de enfrentarse a los mejores discos de la década y en mi opinión —cerremos el círculo creando controversia— muy superior al debut de Pearl Jam y tan sólido e intenso como el segundo de Nirvana.
miércoles, 7 de febrero de 2018
Badmotorfinger
En un breve lapso de tiempo de la segunda mitad de año 1991 van a ver la luz los tres elepés —gusten o no— más representativos del grunge. Mientras Pearl Jam y Nirvana publicaban Ten y Nevermind (el segundo, tótem absoluto del movimiento), Soundgraden daba a conocer el sobresaliente Badmotrofinger, que pulía las aristas de sus dos primeros trabajos sin entrar en terrenos de menor agresividad o mayor comercialidad hollados en el siguiente, Superunknown. Durante cerca de una hora y doce canciones, el cuarteto de Seattle (con la novedad de Ben Shepherd al bajo) construye un pandemonio de rock pesado que abre disparado Rusty Cage para ralentizarse al final del tema y en los que le suceden. Los riffs de Kim Thayil, aprehendidos de los de Tomy Iommi, vertebran implacables y soberbios medios tiempos como Outshined, Slaves & Bulldozers, Searching With My Good Eye Closed o la salvaje y final New Damage; el polémico single Jesus Christ Pose supura tensión constante gracias a la extraordinaria percusión de Matt Cameron, la guitarra asesina de Thayil, las cuatro cuerdas inflexibles de Shepherd y los gritos de Chris Cornell; la velocidad del Rusty Cage vuelve a ser retomada en cortes breves de espíritu punk como Face Pollution y Drawing Flies, este último magníficamente adornado por el saxo de Ernest Long y la trompeta de Damon Stewart, quienes asimismo aportan sus instrumentos en la inquietante y esotérica Room A Thousand Year Wide, versión metálica de los Stooges de Fun House; etc. Momentos todos ellos extraídos de un conjunto demoledor puesto en pie por un grupo en un estado de forma inmejorable grabando Badmotorfinger: un clásico de los noventa capaz de enfrentarse a los mejores discos de la década y en mi opinión —cerremos el círculo creando controversia— muy superior al debut de Pearl Jam y tan sólido e intenso como el segundo de Nirvana.
Uno de loa discos de la década. Añadiría al trío de obras claves del movimiento el "Dirt" de Alice in Chains para convertirlo el cuarteto.
ResponderEliminarDiscarro. Aunque Superunknown les puso en primera fila, este me parece mejor, más sucio, aunque no tanto como los anteriores trabajos, con un equilibrio entre lo "comercial" y lo "alternativo" estupendo. Me apunto a añadir ese Dirt para hacer un repoquer casi perfecto. Saludos.
ResponderEliminarTengo que recuperar el "Dirt", aunque es clara su importancia, Tarquin.
ResponderEliminarYo también prefiero "Badmotorfinger", con ese equilibrio que dices. Recupero "Dirt" sí o sí.
Saludos.
Fíjate que Soundgarden nunca me convenció, de hecho creo que no tengo ningún disco de ellos. Igual un día hay que recuperarlos.
ResponderEliminarAbrazos.
Yo sí que te lo recomiendo. Addi.
ResponderEliminarASbrazos.
Discarral, y me encanta su sonido sucio y potente. Mi cuestión es que para Superunknown es soberbio manteniendo bases de la banda pero avanzando incluso llegando a más gente. Pero Badmotorfinger siempre me pareció clave para entender a esta bandaza.
ResponderEliminarOjo, el grunge son Ten de Pearl Jam, Nevermind de Nirvana, Badmotorfinger de Soundgarden, Dirt de Alice in Chains y Uncle Anesthesia de Screaming Trees.
Abrazos.
En "Superknown" se perdió esa suciedad, a mí me interesa menos. Yo creo que los tres discos que digo son los más definitorios del grunge, sin negar la importancia y la influencia de los que citas.
ResponderEliminarAbrazos.
Empiezo por tu último comentario, para mí el "Badmotorfinger" es muy superior al "Ten" de Pearl Jam, de calle. Uniría a la tripleta el homónimo de Mudhoney (su segundo disco tras su EP de debut) mi banda preferida del grunge desde siempre. "Badmotorfinger" es un gran disco, potente y con un toque algo gracil también, como el vuelo de una avispa con el aguijón dispuesto a lanzarse contra su presa. Es el único que tengo de la banda, igual que de Pearl Jam solo dispongo de su "Ten", pero mientras de estos últimos no lamento para nada no haber seguido su carrera, no me ocurre lo mismo con el grupo de Cornell & cia.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
En mi opinión "Ten" es el peor disco de Pearl Jam. "Vitalogy" o "No Code" son mucho mejores y muy recomendables. De Mudhoney no he hablado porque yo no los meto en el saco grunge, aunque sea, por supuesto, un pedazo de grupo. Los dos primeros álbumes de Soundgarden son muy personales, yo creo que gustarían, Javier, aunque el disco que tienes, “Badmotorfinger”, sea insuperable.
ResponderEliminarAbrazos.
Magnífico blog Gonzalo, enhorabuena y por muchos años.
ResponderEliminarTengo una duda, ¿Te gustan bandas como Screaming Trees o Alice In Chains?
Gracias por tu respuesta.
Juan Ortiz de Oviedo
Muchas gracias, Juan. Nunca me he puesto con Screaming Trees y de Alice In Chains solo tengo el "Dirt", que suena muy poderoso pero cuya oscuridad me parece algo afectada, cosa que no me pasa con Soundgarden, aun navegando ambas banda mares similares. Es una cuestión de matiz, la verdad, lo volveré a intentar. Y lo del grupo de Mark Lanegan, asumo mi culpa, recomiéndame discos. Como sabrás si me lees, bastante de mi tiempo se lo llevan músicas que no son el rock, por eso hay cosas a las que no llego o tengo menos interés en llegar.
ResponderEliminarUn abrazo, un placer tenerte por aquí.
De Screaming Trees te recomiendo la trilogía:
ResponderEliminarUncle Anesthesia (1991)
Sweet Oblivion (1992)
Dust (1996)
No son tan duros y depresivos como Alice In Chains, mucho más digeribles y con un deje psicodélico bastante interesante, dales una escucha si tienes ocasión, creo que te pueden gustar.
El "Dirt" de Alice In Chains me parece apabullante, así como su debut "Facelift". Aunque reconozco que no son álbumes fáciles.
Te recomiendo el EP "Jar of Flies" y el unplugged que grabaron para la MTV en 1996.
Un abrazo fuerte Gonzalo, eres un gran tipo.
Juan Ortiz
Tomo nota de todo, Juan, muchas gracias. Lo del deje psicodélico de S. Trees lo he leído varias veces, creo que me puede interesar.
ResponderEliminarOtro abrazo, da gusto encontrarse con comentaristas como tú.