lunes, 5 de febrero de 2018
Money Jungle
Entre los dos elepés que en agosto y septiembre de 1962 Duke Ellington graba para Impulse! en compañía de, respectivamente, Coleman Hawkins y John Coltrane, el músico de Washington registra otro no menos espléndido para United Artists el 17 del segundo mes: Money Jungle. Y lo es por la belleza de las nuevas composiciones del maestro, la de las antiguas que suenan magníficas remozadas y por la prestancia de los dos genios que completan el trío: Charles Mingus y Max Roach. El contrabajo de aquél y la batería de éste se funden con el piano de Ellington y dan con una expresividad superlativa en la que no hay asomo de nostalgia sino presente y ganas de vivir.
Bien sea el tema que abre vehemente y pone título al disco, la delicadeza cuasiatonal de Fleurette Africaine o la soberbia versión del Caravan que Juan Tizol escribiera en los años treinta para el grupo de Ellington —por entresacar tres ejemplos de los siete cortes que conforman el plástico—, swing, bebop y hard bop son allanados por nuestros intérpretes para ejecutar la música sin prejuicios y tal y como les viene en gana. No hay más clasicismo en uno que vanguardia en otros; al igual que las estilísticas, las barreras entre profesor y alumnos van cayendo conforme avanza el álbum, como obstáculos de una carrera destinados a ser derribados —no saltados— por los atletas, si bien sus piernas son aquí teclas, cuerdas, caja, timbal, bombo y platos condensados en una unidad poética.
Reeditado en numerosas ocasiones, Money Jungle vería la luz por primera vez con material extra en 1986 y de la mano de Blue Note. Los cuatro temas nuevos que añadirá el exquisito sello norteamericano salen de la misma sesión que asocia a Elington, Mingus y Roach, y quizá estén un punto por debajo de los que acabaron en el elepé original, pero no creo que nadie se hubiera quejado si hubiesen aparecido en él ni, desde luego, hubiese dejado de ser el formidable trabajo que es. Una joya única que aumentará el brillo de la discoteca de quien —despistado, incrédulo o ajeno al jazz por miedos inveterados e irracionales— todavía no la posea.
He estado escuchando a la Duke Ellington Orchestra muy recientemente en la recopilación que se hizo como homenaje a Julio Cortázar, la "Jazzuela, Julio Cortázar y el jazz" de mayo del 2000, con temas muy anteriores, del 28 y del 32, y en este último aparece Juan Tizol a los trombones. Tiendo a asociar a los grandes nombres de Ellington, Armstrong y Fitzgerald con el jazz de la etapa anterior a la 2GM, y creo que es un error porque, como bien demuestras en esta entrada, sus trabajos también produjeron grandes obras muchos años después. Además, con la aportación de Mingus y Roach, no puede haber verdadero aficionado que deje de apreciarlas.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Tu asociación no va desencaminada, Javier, pero en el caso de Ellington la creatividad no cedió un ápice (sí en el de Armstrong y Fitzgerald). Tengo una caja exuberante de 10 CDs del duque del jazz con grabaciones de los años 1938 a 1946, y los tres discos registrados en 1962 de los que hablo no las envidian en nada. Este "Money Jungle", en concreto, es una pasada.
ResponderEliminarAbrazos.
Lei que en este disco se desataron tensiones entre Mingus y Roach. Solo la diplomacia y el buen hacer de Ellington salvo esta grabacion cuando Mingus estaba en el ascensor abandonando el estudio.
ResponderEliminarPor cierto hay un disco de Terri Lyne Carrington que es una especie de homenaje a esta grabacion. El disco es del 2013. La version de Fleurette y de Money jungle son muy buenas. Hay mas temas del disco de Ellington.
Pues no me extraña, Luis, el carácter de Mingus no debía ser muy bueno No conozco el homenaje que dices, habrá que echarle un oído, gracias.
ResponderEliminarSaludos.