miércoles, 12 de junio de 2019
Coda
No fue un grupo que se anduviera por las ramas. Poco dejó fuera Led Zeppelin de sus elepés de estudio, pero alguna cosa había, como demostraba Coda, publicación póstuma de 1982. La explosiva versión del We're Gonna Groove de Ben E. King que inicia el álbum es un híbrido de la registrada en directo en enero de 1970 en el Robert Albert Hall —apertura de un impresionante concierto que se puede ver entero en el doble Led Zeppelin DVD— y los posteriores retoques a los que la guitarra de Jimmy Page, regrabada totalmente, será sometida. Los créditos del disco aseguraban que la canción correspondía a una sesión londinense del 25 de junio de 1969, un día después de que el cuarteto inglés hubiera grabado su mítica lectura del Travelling Riverside Blues de Robert Johnson, pero aquellos datos no se ajustaban a la realidad. Poor Toom es un descarte de Led Zeppelin III que tiene el aire folk de aquel trabajo y es un buen tema, aunque se comprende que quedara fuera pues no hubiera estado a la altura del soberbio material que conformaba el tercer paso del dirigible. De la misma función de la que sale We're Gonna Groove es un magnífico I Can't Quit You Baby que se asegura en los créditos procede de los ensayos previos, si bien, podado por delante y por detrás, el blues que escribiera Willie Dixon recoge a la banda en vivo sobre las tablas eliminado el sonido ambiente. Walter's Walk no entró en Houses Of The Holy a pesar de que hubiera encajado muy bien —funk rock pesado— en la quinta obra maestra consecutiva de Led Zeppelin.
La segunda cara de Coda la componen tres cortes salidos de las sesiones de su último y peor elepé, In Through The Out Door, y un instrumental escrito y grabado en Suiza en 1976 por John Bonhamn. Sin ocultar que cualquier comparación con el pasado puede causar sonrojo, Ozone Baby y Darlene son composiciones que no están mal, lo que no es suficiente para los autores de Physical Graffiti. Bonzo's Montreux es una especie de segunda parte de Moby Dick (con añadidos electrónicos de Page) que a mí no me dice nada. Intento del grupo de sonar tan agresivo como los punk rockers que de él habían hecho carne de cañón, Wearing And Tearing demuestra que Led Zeppelín no perdió nunca el orgullo ni el brío que hicieron de Page, Plant, Bonham y Jones nombres básicos en la historia del rock and roll. Que Coda no brille como sus extraordinarios logros del periodo 1969-1975 no les quita un ápice de mérito e importancia. Al fin y al cabo, hablamos de un remate para hacer caja.
Pues exactamente por eso, remate para hacer pasta, y por ahí no entro..., ¡qué va!, es el único que me queda para completar la colección y en cuanto lo vea me lo pillo, que además en vinilo de segunda mano está bien baratito.
ResponderEliminarAbrazos,
Pues hace más de un cuarto de siglo que me hice con él, precisamente, de segunda mano, al mismo tiempo que uno de los Kinks y otros de Free.
ResponderEliminarAbrazos, Javier.
Para hacer caja, efectivamente. "Coda" no está a la altura de los Zepp del periodo 1969-1975. Claro que como bien dices, es un broche, un remate.
ResponderEliminarAbrazos.
Digamos que tiene su interés, pero limitado.
ResponderEliminarArazos, Addi.