Dos de los nombres más brillantes del rock español unían fuerzas en 2007 para cantar al Verano fatal. Nacho Vegas venía de colaborar con Enrique Bunbury en el excelente y doble El tiempo de las cerezas y Christina Rosenvinge, tras Continental 62, se preparaba para recuperar el castellano con el muy notable Tu labio superior. Siete canciones y veinticinco minutos son suficientes para saber del talento de ambos, tres de la autora de La joven Dolores, una del creador de La zona sucia y tres escritas a dos manos. Entre el folk (Me he perdido, Que nos parta un rayo, No lloro por ti), la tormenta noise (Humo, Verano fatal) y el pop (Ayer te vi, No pierdes lo que das) reconocemos la voz personal de Rosenvinge y Vegas y los ecos de artistas como Yo La Tengo, Sonic Youth, la Velvet Underground, los Stooges o PJ Harvey. Las letras hablan del amor (fatal, al igual que el verano del título) que ha surgido entre los dos músicos, amor con fecha de caducidad y aire malsano que se introduce en las composiciones y parece justificar uno de sus versos: "Hacer siempre lo incorrecto es una forma de acertar". Los de un Verano fatal que no desentona en la discografía de estos iconos de los sonidos independientes nacidos en este país.
miércoles, 1 de abril de 2020
Verano fatal
Dos de los nombres más brillantes del rock español unían fuerzas en 2007 para cantar al Verano fatal. Nacho Vegas venía de colaborar con Enrique Bunbury en el excelente y doble El tiempo de las cerezas y Christina Rosenvinge, tras Continental 62, se preparaba para recuperar el castellano con el muy notable Tu labio superior. Siete canciones y veinticinco minutos son suficientes para saber del talento de ambos, tres de la autora de La joven Dolores, una del creador de La zona sucia y tres escritas a dos manos. Entre el folk (Me he perdido, Que nos parta un rayo, No lloro por ti), la tormenta noise (Humo, Verano fatal) y el pop (Ayer te vi, No pierdes lo que das) reconocemos la voz personal de Rosenvinge y Vegas y los ecos de artistas como Yo La Tengo, Sonic Youth, la Velvet Underground, los Stooges o PJ Harvey. Las letras hablan del amor (fatal, al igual que el verano del título) que ha surgido entre los dos músicos, amor con fecha de caducidad y aire malsano que se introduce en las composiciones y parece justificar uno de sus versos: "Hacer siempre lo incorrecto es una forma de acertar". Los de un Verano fatal que no desentona en la discografía de estos iconos de los sonidos independientes nacidos en este país.
Tuve la oportunidad de conocer a la pareja en un concierto de Giant Sand (con Chuck Prophet de telonero) en la sala Galileo hace ya bastante tiempo. Nunca han sido ambos mis pastores, los veo como un punto creídos, independientemente de que su propuesta tenga valor. De Vegas recuerdo haber escuchado una obra dedicada al folk autóctono asturiano (no recuerdo el título)que, por cierto, era bastante interesante. Poco más.
ResponderEliminarAbrazos,
Creídos no lo sé (aunque algo de pose siempre puede haber), Javier, pero su música es excelente, escucha "Cajas de música difíciles de parar" de Vegas o "La joven Dolores" de Rosenvinge y dime si no son grandes discos. Lo que comentas de Vegas y el folk asturiano será el proyecto de Lucas 15 con Xel Pereda, que no he catado, pero sus cinco primeros discos en solitario, para mí, van a misa. Y este "Verano fatal" está realmente bien.
ResponderEliminarAbrazos.
Me gustó y me sorprendió este trabajo en su día. Hace años que no lo oigo. A ver si le doy caña otra vez. Abrazos.
ResponderEliminarTe volverá a gustar, Juanjo.
ResponderEliminarAbrazos.