viernes, 13 de noviembre de 2009

Every Day Is Saturday

Este entrañable doble elepé que puso Norton en circulación en 2007 es un canto de amor a uno de los grupos más adorables que haya dado el rock and roll, los Dictators. Tocaban punk rock antes que Ramones y Sex Pistols fuesen adjudicatarios de la etiqueta y trasladaron a la "generación del 77" las enseñanzas de Velvet Underground, Stooges, MC5 y New York Dolls. Pero, por supuesto, los Dictators tenían su propia personalidad, y en el imaginario de Andy Shernoff, bajista y compositor del grupo, Beatles y Beach Boys tenían tanta importancia como los arriba mencionados. Quizá esto, y el ser nexo de unión en tierra de nadie, condenó a los tres discos que publicaron entre 1975 y 1978 a la escasa repercusión que en su momento tuvieron. O quizá el intento (sobre todo en Manifest Destiny, su segundo trabajo) de Murray Krugman y Sandy Pearlman de acercarles al terreno del rock duro que practicaban Blue Öyster Cult, también por ellos producidos.

Every Day Is Saturday recopila maquetas, singles y diversas grabaciones del grupo neoyorquino entre 1973 y 2002, entremezclando spots radiofónicos. De los cinco temas de 1973 (el mismo año, recuerden, en que se daban a conocer Raw Power y New York Dolls), Weekend, Master Race Rock y la versión de California Sun formarían parte dos años después de su debut, Go Girl Crazy; Backseat Boogie y Fireman's Friend quedarían fuera, pero son también una delicia. Rescata asimismo Every Day Is Saturday las maquetas de 1978 de Bloodbrothers, su obra maestra, en las que la pareja formada por Top Ten y Ross The Boss suena espléndida, poniendo el segundo todo su virtuosismo al servicio del grupo, nunca al revés. Todas las canciones que conformarían Bloodbrothers (excepto el Slow Death de los Flamin Groovies) con los Dictators en su mejor momento.

La cuarta cara nos muestra el lado más pop de Shernoff. 16 Forever y Loyola, compuestas ambas en 1978, parecen ser el remate de la mala suerte que persiguió a los Dictators. Grabada la primera, pero no publicada, fue versionada en 1987 por los Nomads y regrabada en 2002 ¡por los Dictators! para un disco tributo al grupo sueco. Divertidas ironías de la vida… La mayúscula Loyola no fue ni siquiera registrada y hubo que esperar hasta 1996 para que fuera cara b de I Am Right, single previo a la segunda gira de las múltiples que les traería por España, país donde el grupo goza de un enorme culto.

No, no me he olvidado de Handsome Dick Manitoba, mascota del grupo reconvertida en cantante. No tiene la mejor voz, ni el mejor vestuario, es verdad, pero cualquiera que lo haya visto sobre un escenario sabrá de su carisma y de su entrega. Es él la imagen más reconocible de los Dictators y los retratos juveniles de Nueva York escritos por Andy Shernoff.

2 comentarios:

  1. Todo lo que dices es cierto, pero creo que su verdadero merito esta en su directo,no existe una banda a dia de hoy con su edad que tenga unos directos tan brutales.
    No es lo mismo girar en grandes estadios como lo hace ACDC a tener que ir a garitos de medio pelo.
    Viva Dictators y viva Manitoba

    ResponderEliminar
  2. Sí, en directo son espléndidos. Recuerdo la primera vez que les ví, en 1997, como si fuera ayer. Qué derroche de energía, qué cercanía con el público, cómo se multiplicaban en directo himnos como "Weekend" o "New York New York".

    ResponderEliminar