Just One Night
No me dice mucho su carrera en solitario —a años luz en su conformismo de su sobresaliente pasado con Cream o Derek And The Dominos—, me asquea la admiración que tanto soplapollas que jamás ha escuchado a Hendrix ni sabe quién es Frank Zappa siente por él, y a punto estuve de excomulgarle en la época en que triunfaba con su insoportable, aburguesado hasta la náusea Unplugged, y Tears In Heaven ocupaba todo el dial cual ubicuo tótem de lo musical y hasta humanamente correcto. Sin embargo, cuando quiero reconciliarme con este —no se nos olvide— extraordinario guitarrista sin recurrir a Wheels Of Fire o Layla And Other Assorted Love Songs, sino a material que esté solo a su nombre, su doble elepé en vivo de 1980, Just One Night, pone las cosas en su sitio. Hablamos, claro, de Eric Clapton.
Grabado en diciembre de 1979 en el mítico Budokan de Tokio, el disco sirve, por encima de todo, para escuchar a un maestro de las seis cuerdas educado por el blues y encumbrado por el rock. Picoteando de sus álbumes en estudio temas propios (los más flojos en mi opinión), escritos para él y versiones varias, Clapton pone toda la carne en el asador escoltado por la banda con la que gira presentando Backless, que no tiene nada que ver con los músicos que acompañan al autor de Slowhand en aquél u otro trabajo previo, y demuestra una categoría y una elegancia tras las que hay años de trabajo y experiencia, sí, pero que se aferran a un talento natural sin el que nada sería factible. Junto con Henry Spinetti (batería), Chris Stainton (teclados), Dave Markee (bajo) y Albert Lee (guitarra, voces ocasionales y soberbio órgano en Worried Life Blues), Clapton inyecta emoción a su guitarra bien cuando desgrana esos blues lentos que tanto le gustan (Early In The Morning, el mencionado Worried Life Blues, Double Trouble, Rambling On My Mind); cuando la distorsiona y pisa el wah-wah en las espléndidas lecturas de J.J. Cale (After Midnight y Cocaine) o en su potente Blues Power; o cuando —limpio, preciso y relajado— echa un vistazo al country (Lay Down Sally, Setting Me Up) o al rock and roll (Tulsa Time).
Si la composición nunca ha sido su fuerte (Wonderful Tonight o All Our Past Times no me dicen nada), Just One Night deja más que claro que como intérprete Eric Clapton apenas tiene rival, conjugando técnica y sentimiento y construyendo su marca en base a ese equilibrio. En fin, que más allá de la poca simpatía que se tenga por muchos de sus seguidores o parte de su obra, este fantástico y doble directo es una manera perfecta para aprender y disfrutar del arte de tocar la guitarra por muy poco dinero a cambio.
100% de acuerdo. Feliz año
ResponderEliminarBueno, bueno, a mi ese Unplugged no me disgustaba eh... has empezado el año dando caña... Je, je, je.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz año.
Ojalá este año se marque un buen disco, eso sería un regalo estupendo para todos. Un abrazo y feliz año.
ResponderEliminarestoy en parte de acuerdo contigo, en lo que dices de su carrera en solitario (sobretodo en los últimos años) y de lo que dices sobre este disco, pero yo creo que el Unplugged era un grandísimo disco, más allá de su desmesurado exito comercial, pero una cosa no quita la otra.
ResponderEliminarsaludos y feliz año
Desconocía esta obra de "Slowhand" Clapton. Me quedé en el "461 Ocean Boulevard" y, de lo último, con su disco colaboración con JJ Cale ("The Road to Escondido"). Me ha gustado siempre más con sus grupos míticos que en solitario, aunque su primer disco como tal fue fantástico. Clapton siempre será uno de los más grandes. Tampoco creo que hubiera razón (técnica) suficiente para bautizarle como "God", dado que, para mí, hay guitarristas superiores. Bueno, pues eso, que está muy bien reivindicarle y sacarle de paseo de vez en cuando. Nos ha hecho pasar grandes momentos.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
tampoco le presté demasiada atención a Eric a pesar de que es innegable su talento con las 6 cuerditas... mi héroe de la guitarra seguirá siendo para siempre Stevie Ray Vaughan...
ResponderEliminarno creo que algún día escuche un disco entero de Clapton (menos uno en vivo como aconsejás), aunque creo que si lo hice con uno de los 80's que tocaba la batería Phil Collins y que la verdad no lo recuerdo malo...
feliz año y salu2...
Muy bien, Bernardo.
ResponderEliminarA mí nada, ya la habrás visto, je je je. He empezado duro, sí, Savoy.
No estaría mal, Antonio. ¿Qué tal el "Old Shock", por cierto?
Ya has visto que a mí me horroriza, Franky; desde mi perspectiva, significa casi todo lo que yo pueda detestar en el arte.
En este directo, el tío se sale, Javier. Lo de "God" es una exageración, sin duda, pero Clapton es un grandísimo intérprete, así que, como dices, le sacamos de paseo y le reivindicamos. Y, sí, su primer disco es muy bueno.
Ray Vaughan fue un maestro, JLO. Si tienes que escuchar un disco de Clapton, es este doble en vivo; aquí es donde da lo mejor de sí mismo.
Un abrazo para todos y muy feliz año.
Este fue uno de mis primeros álbumes de Eric Clapton, el que destapó mi pasión por el blues y mis ansias de investigar en el pasado y llegar a los pioneros como Robert Johnson y Elmore James. Tambíen fue el que inició mi recopilación de la colección particular de Clapton y me ayudó a descubrir álbumes eléctricos y brillantes como Wheels Of Fire o Layla and Other Assorted Love Songs y me puso en contacto con John Mayall y los Bluesbreakers. Comparto contigo reflexiones en cuanto a esa etapa pésima que sigue poco más adelante de la publicación de este álbum, de la que pocas veces ha salido con la cabeza alta dando muestras de lo buen guitarrista que es.
ResponderEliminarUn abrazo.,
Para mí fue el primero, con 18 añitos, aunque ya conocía a Cream. Grandes artistas descubriste gracias a Clapton, ya solo por eso le debes mucho. Los últimos treinta años del guitarrista son, en general (y hasta donde yo conozco), muy flojos, aunque su categoría como intérprete ahí sigue estando, claro.
ResponderEliminarUn abrazo, Aurelio.
El Clapton de esta epoca es el ultimo con interes. Backless fue un buen disco y tambien lo seran Another Ticket y Money and Cigarrettes. Desde ahi, practicamente todo es una basura autocomplaciente. Es verdad que sigue tocando como los angeles y que hay buen gusto en algunas producciones casi siemore basadas en directos, temas antiguos o de otros. Tuve la desgracia de verle hace tres o cuatro años en directo y desde entonces tengo una nueva definicion para el concepto de "funcionarios del rock". Sale, toca, ficha y se va. Triste ... aunque grande si.
ResponderEliminarFuncionario del rock, excelente definición, Aybar. Es un músico, Clapton, que ha preferido el lado fácil, sin riesgos, pero en este directo dejó reflejado para la eternidad que cuando quiere puede ser inigualable.
ResponderEliminarUn abrazo.