lunes, 5 de diciembre de 2016
Third Eye
Van Halen, Cheap Trick, Police, Ramones, Thin Lizzy, Stooges o Big Star son algunos de los variados nombres —por no hablar de los que son directamente homenajeados como Shonen Knife, 1910 Fruitgum Co. o Kiss— que vienen a mi mente cuando escucho Third Eye (1990), tercer elepé de Redd Kross y superlativa colección de canciones de obligada aparición en cualquier lista de los mejores discos de los años noventa. Punk, power pop, hard rock, heavy metal, bubblegum, glam y hasta folk conducen el torbellino de emociones puesto en pie por los hermanos McDonald, Robert Hecker y Victor Indrizzo (batería ad hoc en aquellas sesiones) para la multinacional Atlantic. El cambio de sello y de modelo de producción no hace que el grupo californiano pierda independencia, calidad o heterodoxia, sino que, al contrario, se muestre exultante, firme en sus convicciones intransferibles y pleno de musicalidad. Sacudidos por la melancolía y construidos mediante melodías soberbias, los once temas del disco suenan espléndidos y diferenciados pero coherentes en su alma pop y juvenil y su querencia por la exquisitez interpretativa. Sin ser mejores que sus compañeros de viaje, sí quiero destacar tres de los himnos que —listos para enardecer al oyente— contiene el trabajo. Son Annie's Gone, Zira (Call Out My Name) y 1976 canciones tensas y rotundas, de ésas que levantan el ánimo hasta al más amargado, y si no lo hacen es porque está ya hundido en una miseria de la que no hay retorno. La presencia de una joven y desnuda Sofia Coppola en una portada de obvia bizarría (acaba de rodar con su padre la tercera parte de El padrino) es el dato que nos sirve para completar el texto y proclamar una vez más nuestra admiración por Third Eye y sus creadores, que mantendrán durante aquella década el extraordinario nivel demostrado al comenzarla. Pero de Phaseshifter y Show World hablaremos en otra ocasión.
Absolutamente fundamentales Red Kross, todo lo que cuentas e incluso más, esperaremos esa ocasión para sguir hablando de Red Koss como prometes.
ResponderEliminarUn abrazo
Seguiremos hablando del grupo de los McDonald, querido Addi.
ResponderEliminarUn abrazo.
Por fin te has lanzado con una de las bandas de mi vida. Este disco y los dos siguientes son palabras mayores para la Humanidad. Tu última frase es reconfortante, jejeje. Abrazos.
ResponderEliminarAbsolutamente mayores, Johnny. Espero que la lectura de dichas y fururas entradas te reconforte.
ResponderEliminarAbrazos.
No sé si Redd Kross sea una de las bandas de mi vida, como dice Johnny, pero vaya que este disco lo es. Lo conocí gracias a una publicación española, la Popular 1 Rock n' Roll, y desde entonces se convirtió en uno de mis discos favoritos y que suelo escuchar cuando me siento un tanto eufórico. Mi favorita siempre ha sido "Bubblegum Factory", una joya.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un disco que te da un buen subidón, Jesús. ¿Has escuchado los dos siguientes del grupo?
ResponderEliminarAbrazos.
Sí, Gonzalo. Tengo Neurotica, Phaseshifter, Show World y el más reciente, Researching the Blues. Todos tremendos trabajos, que conocí gracias a Third Eye y la Popular 1, jeje.
ResponderEliminarUn saludo. Felices fiestas.
Perfecto, Jesús. Que sean también felices para ti.
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