jueves, 18 de septiembre de 2025

Your Mind And We Belong Together

Registrado en enero de 1968, el sencillo que hoy proponemos supone el canto de cisne de la formación clásica de Love, la que viene de publicar el inmarcesible Forever Changes, tercer plástico del grupo californiano y a la altura de cualquiera que imaginen en el podio de la historia del rock. La canción que le da nombre, Your Mind And We Belong Together, practica un garage pop en la línea del debut homónimo de la banda aunque con una estructura más elaborada que culmina en un minuto largo de electricidad hendrixiana de la mano de la guitarra de John Echols. La cara B o Laughing Stock es una pieza dividida en dos mitades, una folk en la que solo una guitarra acústica acompaña a las voces psicodélicas y una rock y acelerada que termina citando a Bo Diddley y jugueteando brevemente con la disonancia. Un single con dos temas que no son Alone Again Or o A House Is Not A Motel, pero sí dignos de Arthur Lee y compañía.

6 comentarios:

  1. Creo que Su cantante, Arthur Lee, fue quien descubrió al grupo The Doors y fue como una especie de hippie. Muy singular. Un abrazo. Carlos

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  2. Sí, él fue determinante para que los de Ray Manzarek y compañía ficharan por Elektra. Obviamente, los Doors tuvieron mucho más éxito, pero en lo artístico ambas bandas fueron únicas.

    Un abrazo, Carlos.

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  3. Tremenda banda Love, por cierto, he buscado este single en el mercado de segunda mano y tiene unos precios absolutamente impagables.
    Un abrazo.

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  4. Una de las mejores bandas que han existido, sin duda. Hay singles antiguos que si compras ya puedes ir pensando en ir a pedir a la calle. Incluso alguno nuevo, me ha pasado últimamente.

    Un abrazo, Jorge.

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  5. ¿Sería posible que una banda actual usara una palabra tan hermosa para darse a conocer?. No lo creo. Me vienen a la cabeza innumerables nombres de grupos y, es fácil reconocerlo, ninguno llega a la altura emocional de los Love americanos (y, además, en una época en la que el groove hippy marcaba la pauta)
    Si su música, también, ayuda tantas veces a elevar ese espíritu de fraternidad, ¿qué más se les puede pedir?
    Guardo en la buhardilla de la memoria una fotografía en la que unos MPs ingleses (diputados en el Parlamento) otorgaban a Arthur Lee una placa conmemorativa en los pasillos de Westminster.
    Igual que aquí.
    Abrazo,

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  6. Menudo nombre, tan sencillo y radical al mismo tiempo, Love, el amor… Y la música le hace honor.

    Un abrazo, Javier.

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